Cachadas

Cachadas es un verdadero local de colección, salido de otros tiempos. Ubicado en la ya de por sí retro galería Cinerama, este pequeño negocio se dedica a la venta de objetos graciosos u osados y kits de bromas de todo tipo.
A través de las diminutas vidrieras del recinto, que a la vez funcionan de paredes, se puede apreciar un poco la mercadería. Insectos falsos, dedos cortados envueltos en gasas ensangrentadas, chascos que involucran cohetes sonoros y esculturas realistas con forma de excremento, son algunos de los objetos que ofrece esta adorable tiendita del horror.
Es notable que alguien dedique todo un negocio a las cachadas, y con tanta variedad. Además de los productos mencionados, aquí se venden cotillones pensados para despedidas de solteros, con distintas formas del cuerpo humano. Algunos de los diseños están creados para realizar funciones adicionales, como en el caso de velas o hieleras con formas fálicas.
También hay máscaras con apariencia de traseros, bombitas de olor, medicinas falsas, sapos, fósforos y cigarrillos que estallan y otros inventos para el divertimento. Si te gustan los negocios inusuales no podés dejar de pasar por Cachadas, un clásico kitsch y bizarro de la capital cordobesa.

Es uno de los negocios más raros de toda la ciudad. Más que raro, bizarro. Es un pequeño local ubicado en la galería Cinerama, que está abierto de lunes a sábados y es atendido por su propio dueño (tan o más bizarro que el local), un sosías perfecto del mago español Tamariz. El lugar es una muestra viviente de un tipo de comercios que casi ya no existe, que es la casa de bromas. Se especializa en la venta de todo tipo de objetos absurdos que se suelen utilizar en despedidas de solteros, y para molestar a la gente desprevenida. Hay genitales de goma, remeras con chistes, flores que lanzan agua, caramelos picantes o de sabor asqueroso, bombitas de olor, lencería graciosa, cotillón erótico para cumpleaños, etc. Otra de las cosas estrambóticas que ofrecen son conjuntos de lencería erótica «económicos», no creo que haga falta agregar más comentarios. También es uno de los pocos lugares de toda la ciudad donde se pueden conseguir esos dispositivos que sirven para dar descargas eléctricas, tan de moda en otros tiempos. Se pueden encontrar algunas golosinas eróticas con formas femeninas y masculinas y también cosas descartables que son verdaderas reliquias (por lo antiguo). Venden cigarrillos que explotan y dedos mutilados falsos. Aunque sea por curiosidad, vale la pena visitarlo.