Caseratto

Amo el helado de Caseratto porque particularmente me parece uno de los más ricos que hay, tienen la cremosidad justa y un sabor riquísimo. Tienen una gran de variedad de sabores fuera de lo tradicional los cuales valen la pena probar. Como en toda heladería se compra por caja y lo retiras por la barra, ya sea para comer en el local o no.
Hablemos del local ahora, me parece muy bueno ya que es grande y espacioso, ubicado excelentemente en una zona comercial. Cuenta con dos pisos, una galeria con toldos y mesas con sombrillas asique seguro una mesa libre vas a encontrar.
La carta es muy amplia desde copas heladas hasta tabla de picadas pasando por porciones de tortas, cafeteria, desayunos/​meriendas, licuados, milkshakes, cervezas, tostados, sandwiches, etc.
Tienen muy buenos productos y bastante ricos para ser un lugar dedicado al helado. Las porciones de las tortas son gigantes y las copas heladas también, muy llenadoras. Otro golazo son los postres helados que ofrecen, exquisitos e ideales para llevarlos a ese almuerzo/​cena al que fuiste invitado. Los precios van de moderados a caros pero lo vale.
El único drama que le encuentro es la atención los fines de semana que es cuando más concurrencia hay, los mozos no dan abasto con tanta gente por atender asique lo más seguro es que esperes un poco más de lo normal para que te atiendan y para que te traigan el pedido a la mesa.
Salvo ese pequeño detalle me parece un muy buen lugar para compartir con familia, amigos o una pareja.

Se encuentra ubicado en frente al paseo del Jockey en barrio jardín. Las cosas son ricas, simples pero ricas. Las meriendas son accesibles y tienen una tarta de ricota con naranja que la recomiendo enormemente porque es exquisita. El lugar es muy bonito tiene una vista hermosa por un gran balcón y por dentro tiene hermosos ventanales. Para los días de calor hay aire acondicionado y el lugar es grande. Las copas heladas son para los amantes de lo súper dulce y lo súper pesado pero bajo esas condiciones son buenísimas!(para quienes aman estas comidas). El único problema de este lugar es que los fines de semana se llena tanto que tardan mucho en atenderte

Caseratto siempre fue mi primer elección para comprar helados en la zona sur. Particularmente considero que los mismos son cremosos y dulces en un punto adecuado. Sin embargo la atención en el lugar dejan mucho que desear. Empezando por la persona que te cobra, la cual te entrega un tiquet no válido como factura y si se la pedís (cosa que es obligación que te den), demora mucho para que desistas de la misma. Las personas que se encuentran en este momento (verano) atendiendo parecen ser todas nuevas: no conocen los gustos de helado, no saben si tienen o no, hasta llegaron a prepararme un pote de helado apilando los gustos uno arriba de otro en lugar de ponerlos uno al costado del otro. Los mozos que atienden en las mesas parecen tener más claro el funcionamiento y mayor antigüedad pero no sirven los helados. El lugar es amplio, limpio y cómodo.

Hermoso lugar para merendar. La carta en muy completa en cremas heladas y postres helados. La atención es buena y el lugar muy cómodo.

Pocos helados son como los que podemos encontrar acá, adicional a tener de los mejores helados la atención es excelente, el lugar es cálido y la ubicación es extraordinaria al estar justo al frente del nuevo paseo del Jockey.
Cada vez que algún amigo visita Cordoba le digo tres cosas: TENES que probar el mejor lomito del país, el mejor chori del país y obviamente el mejor helado del país.

Esta empresa es una de las heladerías más tradicionales en la ciudad de Córdoba. Sus excelentes helados son muy conocidos y pocos competidores han logrado llegar a una calidad similar. La franquicia ha agregado cafetería y copas heladas que son una delicia.
La atención en este lugar es muy buena y tienen sillas para niños en caso de ser necesario. Los precios son de moderados a altos pero lo valen por su calidad.
La zona es complicada para estacionar con lo cual quizás debas caminar un poco.
Tienen aire acondicionado para hacer tu verano más llevadero.

El otro día fui a Caseratto a pasar la tarde. Pedí una capelina de frutos del bosque y dulce de leche Caseratto. Lo que voy a decir quizás algunos me quieran arrancar los pelos… pero a mí, particularmente, no me gusto. No sé si eran los gustos que elegí o que ese día no tenía ganas de comer helado no sé, pero me parecieron muy dulces, demasiado para mi gusto. El dulce de leche caseratto tiene cereales cubiertos con chocolate blanco ultra relajante.
La capelina le podías agregar lo que quisieras y yo elegí frutillas y ananá. A diferencia de otras heladerías, las frutas acá están medias confitadas y terminan siendo para nada naturales y muy dulces.
Lo que si la atención excelente, pedí agua y me la trajeron y la gente que estaba en otras mesas no demoraban en ser atendidos en todas sus necesidades.
Los gustos de helados son variadísimos eso sí, tenes una vidriera de gustos especiales donde encontras sabores como bombón caseratto o kiwi por poner ejemplos.
También obviamente como todos saben acá en Córdoba es cafetería y se puede comer. Este particularmente es uno de los más grandes, en horas picos se atesta de gente y es imposible escuchar tus propias palabras.

Gusto casero
Cuando la guerra azotaba al Viejo Continente, cuando la esperanza de todo el pueblo se fundía sólo en humo, la familia Caseratto –que en ese momento residía en Italia– decidió escapar de esta miseria y emprender un camino diferente. Escapando del horror de esa época, decidieron iniciar un viaje hacia un lugar poco conocido, convencidos de que con esfuerzo lo lograrían, subieron al barco y ahí fue donde comenzó todo.
Después de mucho viajar, los Caseratto arribaron a Argentina. Momento en el que se hicieron la gran pregunta: «¿de qué vamos a vivir?
La abuela era una señora experta en postres y su especialidad eran las cremas heladas, así que no lo pensaron más: manos a la obra. Para empezar su emprendimiento familiar, se reunieron varias veces y tuvieron muchas idas y vueltas pero sabían que con fe y mucho esfuerzo llegarían a ser grandes.
Así, fue como –lenta pero firmemente– comenzaron a fabricar y vender cremas heladas que con el correr del tiempo fueron haciéndose conocidas por el sabor de lo casero, de lo hecho en casa.
Los descendientes fueron los encargados de seguir este anhelo de sus antecesores, quienes a través de los años fueron incorporando tecnología y nuevos productos, sin dejar de lado las tradiciones familiares y lo natural que nos caracteriza.
Así se formo Caseratto helados, una mezcla de esfuerzo, cultura, sabor, tradición, amor y familia.
Hoy, en Córdoba hay muchas heladerías Caseratto, y ninguna pierde su sabor idéntico. Sus gustos son variados, su tamaño enorme y su precio totalmente justo. Además, su carta se ha ampliado tanto que se puede hasta almorzar en estos locales.
Esta sucursal es especial para reuniones. Yo hoy tuve la reunión de Holy Pocket Wallets en Caseratto, una cita rápida, eficaz y deliciosa.

Me encanta ir a este bar a merendar cualquier día o a desayunar algún domingo. Principalmente porque suma muchísimo la zona en la que está ubicado y segundo porque es un lugar donde uno se siente cómodo e inspira a quedarse un rato tomando algo rico y tranquilo.
El lugar es bien amplio, lo más lindo para mí es sentarse en los sillones con mesitas de madera y sombrillas que hay en la parte de afuera, pero si el día está frío también está la opción de ir adentro. El local tiene 2 pisos, en de planta baja no es tan lindo como el de arriba, que es mucho mejor porque también tiene sillones (personalmente soy amante de los sillones a la hora de tomar café) el único problema es que no tienen buena acústica y como suele llenarse bastante de gente por ahí es muy ruidoso y terminas más aturdido de lo que entraste.
La atención de los mozos es muy buena y la calidad de todo lo que pidas para comer o tomar excelente. probé muchas tortas del lugar, mi favorita es una completamente de chocolate. Las porciones son gigantes. Muy buena calidad en todo lo que hacen.

Caseratto se mudó hace relativamente poco, desde un localcito en el Paseo del Jockey a esta esquina ENORME y con dos pisos, justo cruzando la calle de donde estaba antes.
Aunque es verdaderamente muy grande el local, los sábados a la tarde y los domingos suele estar bastante concurrido, tampoco es que no vas a encontrar donde sentarte, pero los niveles de ruido aumentan bastante y ésto puede alterar la experiencia.
Además de los helados, «artesanales» y estrictamente correctos (claramente son mejor que los de la omnipresente cadena Grido, pero no están a la altura de otros helados realmente artesanales) tienen un abanico muy amplio y completo en cuanto a desayunos y meriendas, un buen surtido de cafés (curiosamente la inmensa mayoría tiene algun agregado alcohólico) tortas, tartas y un par de alternativas saladas mas bien básicas (tostados, baguettes y tal)
Hay que decir que si bien la atención suele ser esmerada, hay momentos en que los mozos simplemente no dan abasto, es impracticable que una misma persona se encargue de atender mesas en la planta baja y en el primer piso, porque además de terminar con los gemelos de Hulk Hogan, es probable que esperar al mozo para pedirle algo puede convertirse en una odisea eterna. También por ésta falta de personal es que puede que falle un toque la higiene de las mesas, que generalmente no se limpian hasta que alguien se sienta en ellas, sobre la mugre de los anteriores ocupantes, ésto es un puntazo en contra.
Se estaciona sobre la calle o en la cochera del paseo del jockey, que, como dije, está apenas cruzando Elías Yofre.