El Papagayo

Fresca recién salida del horno (de leña) esta reseña. El Papagayo es un hermoso y pequeño restaurante gourmet en pleno centro de Córdoba en un espacio muy raro que pareciera ser el espacio viejo entre dos edificios remodelado.
Voy a ser sincero, le iba a poner 4 estrellas por la comida, pero realmente la atención es TAN buena y cordial, más el dueño y cerebro de la cocina que anda charlando con todos los comensales que me compró para ponerle las cinco.
El Papagayo ofrece una GRAN opción de almuerzo ejecutivo 2 o 3 pasos a elegir entre entrada, principal y postre. (3 opciones de cada). De noche funciona a la carta con más opciones. Tendré que volver.
Pueden ver por las fotos que subí que creo el énfasis más fuerte está en la presentación. Se nota el esfuerzo y rinde frutos. Cada plato es hermoso. Pero hermoso mal eh. Son un cuadro. Los ingredientes colocados de manera que resalten y contrasten formas y colores.
Hasta el pan con manteca es hermoso.
Le iba a poner 4, dije. Por? Porque algunos platos me parecieron increíbles y otros normales. Me desilusionó la molleja laqueada por el punto de cocción y el gusto un poco a nada. Era una molleja cocina bien, pero sin nada extra o que sobresalga. Lo mismo el Salmón. lindo el plato. Perfectamente cocido el punto, lindos acompañamientos, pero nada que destaque o un sabor que llame la atención. Más sí en otros. El risotto era una locura visual, de sabores y texturas. Todo perfectamente combinado y resaltando partes distintas del paladar.
La sopa de hinojo y chorizo colorado una fiesta también.
El postre una french toast rota con helado de cedrón que también deliciosa.
Creo que si ajusta un poco más los platos más comunes para que se destaque el sabor realmente el twist, va a valer más la pena. Pero la experiencia general es 5 estrellas. Atención de primera y personalizada. Comida llamativa e inventiva.

Qué hermoso sos, qué rica es tu comida, ¿Cómo hago para ir más seguido?
Fui a comer, a disfrutar del almuerzo más perfecto en mucho tiempo, desde el primer momento los colores y las texturas y la magia y nada, nada es exagerado, todo eso te conquista.
Una entrada con un malvavisco verde con sabores a honjas y dulces, presentado sobre un colchón de de perejiles, que es tan hermoso que antes de abalanzarte te quedás observando lo precioso que es. Risotto con un cañito de queso de cabra que no solo era hermoso sino que además era delicioso, MUY llenador y que casi no deja lugar al postre, una tostada francesa con helado de cedrón que hubo que compartir porque no podíamos dejar de probar cuanto se pudiera.
En el medio un pan con manteca, blanco o con cereales que no te traían y traían y comías y comías porque era perfecto.
Un viaje incríble por 260 pesos que recomiendo para siempre del mundo. Volvamos al Papagayo en breve.

excelente lugar para almorzar El ambiente es acogedor y austero pero algo elegante a la vez. Vale la pena destacar la calidez y el profesionalismo del personal de servicio,.
Las porciones son abundantes y tienen el tamaño justo para cumplir los 3 pasos y quedar satisfecho.
Los sabores son simples pero logrados con una técnica y una maestría que los convierte en manjares. justo excelente entradas antes del plato principal

Excelente servicio. La experiencia gastronómica es muy buena, con detalles por pulir pero con mucho futuro.
Puntos altos como el huevo. La cocción del pescado excelente. Las combinaciones muy bien pensadas. Para pulir las temperaturas de los platos (el salón etaba frío), un poco duro el pajarito de la polenta (posiblemente cortando lonjas mas finas tal vez). La ensalada el punto más alto. El bife excelente calidad de la carne, mejorable la guarnición y el salseado.
Muy recomendable como experiencia y muy bien optimizado el espacio.

Bueno primero lo primero. Vamos a aclarar que el Papagayo es un restaurant de categoría, en el cual uno espera ciertas cosas que por ahí no espera en otros lugares. Para empezar la gastronomía que se espera es moderna, de movimiento más bien vanguardista. El espacio físico es increíble porque en 2. 30 metros de ancho los arquitectos hicieron magia y en un pasillo tenemos un restaurante! Muy moderna la decoración. Bueno algo más y muy importante (volviendo a lo que uno espera de este. Tipo de lugar), es el servicio. Correcto con los protocolos correctos, siempre atentos, dispuestos y lo mejor, cualquier cosa que no te guste como buen NEGOCIO el cliente siempre tiene la razón! Gracias chicos por el servicio espectacular, ni en mi casa. Vamos a la comida. Pedimos cuatro menús. Entradas: Provoleta con almendras tostadas y miel, rúcula y pimiento ahumado un sueño. Por otro lado una deconstrucción de tortilla de papa española que llevaba un huevo cocido a bajas temperaturas (similar a un mole) con papas a la española, chorizo colorado y cebolla. Los principales fueron todos iguales pedimos pollo relleno con castañas acompañado con hongos silvestres y zanahorias en puré. Por Dios los hongos más ricos de toda la existencia un dejo hermoso a frutos secos, queso y miel. Lo único que le cambiaría al plato son las castañas que yo utilizaría de cajú y cortadas mas pequeñas porque estaban medio grandes para comerlas. El postre fue la gloria jaja de verdad muy espectacular. Yo pedí bizcocho de amapolas con crema de café y nueces confitadas y lo mejor un sorbete de caramelo con deconstrucción de galletas de chocolate divino!. Otro postre fue un panqueque de banana con caramelo y chocolate blanco. Todo espectacular. Y agrego que olvidé mas atrás que nos trajeron de sus panes caseros común e integral, para acompañar con una manteca compuesta de canela, mandarina y jengibre. El café es buenismo lo recomiendo absolutamente. Una vez que vas, ellos como buenos vendedores ya te reconocen siempre. Con respecto a los precios, son bastante altos pero como ya dije es lo que uno espera de un lugar como este. La carta de menú va cambiando cada semana y los precios oscilan entre 230 y 260 por persona dependiendo si se consumen dos o tres pasos

Es excelente! Te sentis agasajado desde el momento en que pasas la puerta. El ambiente es acogedor y austero pero algo elegante a la vez. Vale la pena destacar la calidez y el profesionalismo del personal de servicio, todos conocen el menú a la perfeccion.
Las porciones no son abundantes pero tienen el tamaño justo para cumplir los 3 pasos y quedar satisfecho.
Los sabores son simples pero logrados con una técnica y una maestría que los convierte en manjares.
Altamente recomendable.

Oh oui, oh oui, oh oui !
Rien que d’écrire le commentaire sur El Papagayo, j’en ai les papilles qui frétillent :)
Je cherchais un restaurant de viandes pour goûter à ce fameux bœuf argentin et je n’ai pas été du tout déçu en venant au Papagayo.
Ils ont un menu du jour, le même pour tous, où tout paraît appétissant. J’ai opté pour l’entrée + plat + dessert. J’ai une soupe froide très bonne en entrée sous forme d’émulsion et ensuite est arrivée la viande ! Je l’avais demandé à point, elle est arrivée parfaitement à point, bien assaisonnée avec des petits légumes cuits à la vapeur, de l’ail persillé, un vrai délice. Et en dessert, un biscuit pas trop lourd à base de crème de café et mandarine.
J’en garde un très bon souvenir et je le recommande à quiconque passé à Cordoba !

Fui únicamente a desayunar a El Papagayo, pero aún así, van mis 5 estrellas, porque me encantó. Con un café como el que tomé ahí, me conquistaron por completo. Pedimos la carta. Y nos llevamos una sorpresa al ver que el desayuno completo, sale lo mismo que en otros lugares de la zona. Pagás $ 55 y estás desayunando en uno de los lugares más lindos de Córdoba, con uno de los mejores cafés que podés tomar acá. Todo, absolutamente todo fue exquisito, desde las medialunas hasta el pan y la mermelada casera. La atención también me pareció muy buena.
Nos gustó tanto el café, que después de desayunar, nos pedimos dos cafés especiales, un Mokaccino y un Capuccino, ambos excelentes.
Algo que me gustó mucho también, es la decoración del lugar, y cada uno de los detalles, como la vajilla artesanal.
Sin dudas voy a volver mil veces más, por más café, y seguramente también a almorzar o cenar próximamente.

Llegamos por sugerencia de Unilocal en una escapada a CBA. El lugar nos sorprendió ni bien llegamos. Es el restaurante mas estrecho que he visitado y debo sumar original. Nos obligó a pensar como fue construido, que había allí antes y como mi novio es Arquitecto, quien diseño este lugar tan particular. Totalmente funcional tiene capacidad para más o menos 30 comensales a la vez.
En cuanto a la comida y la atención, juro que nadie me pagó por hacer esta reseña jajajaja, son todos halagos.
Cruzamos la puerta y el mozo anfitrión nos extendió un fresco trago de recepción y nos acompañó a la mesa. Ya empezamos bien, sabía que este lugar no me iba a defraudar.
Hay dos menús y son de 4 y 7 pasos con la opción de degustación de vinos que maridan para cada paso o a la carta. Solía pensar que está opción de platos pequeños gourmets no me iban a llenar … Errorrrrr casi no llegó al postre.
Elegimos menú de 4 pasos con maridaje y el chef amablemente nos invitó dos pasos más :)
No es una comida, es una experiencia. No apto para personas de paladar cerrado lo que no significa que si un plato no te gusta es un paso perdido. ME PARECIO EXCELENTE ESTO: El Chef vio que un plato volvió casi entero y se acercó a la mesa a ofrecer otra opción al comensal de la mesa de al lado.
En fin, la comida riquisima, la atención más que excelente, la experiencia renovadora porque fue una cita más que especial.
100% recomendable. Volvemos.

El lugar, su arquitectura, la comida, el servicio, todo excepcional. Fuimos por la buena calificación de Unilocal y la realidad que todos tenían razón. Comimos el menú de 4 platos que término siendo de más por gustó del chef, con maridaje de vinos muy ricos. La verdad muy recomendable.

Solo me salen palabras de halago!
Excelente propuesta, excelente ambientación, excelente atención. Y de la comida ni hablemos!
Un placer para los sentidos!
Todavía no me olvido del sabor y la textura del postre que tenia marshmellows de canela crujientes con chocolate fundido y frutas secas. Nunca había probado algo asi!
Si bien tiene un precio elevado vale cada centavo.

La mejor merienda con medialunas cacareas hechas en horno a leña para el más afortunado y pan casero con medialunas caseras para la onda light!!! Ir a cenar ahí es una carta muy estrecha ya que vas a disfrutar de una cena verdaderamente Gourmet y pensada para uno con pasos a seguir !! Todo excelente y casero súper recomendable y llenador

Amor amor y mas amor. No quería reseñar este lugar hasta tener la experiencia de cenar y/​o almorzar aquí, y al fin se dio.
Visité este maravilloso lugar muchas veces ya pero siempre para merendar y al fin se me dio la oportunidad y fui a almorzar.
Antes que nada quiero admitir que como estudiante de gastronomía tengo una enorme admiración por Javier y todas las personas que trabajan en el lugar y cada vez que los visito, te hacen sentir muy bienvenido, Javier es una persona humilde que cuando puede habla con nosotras y hasta te deja chusmear los libros del lugar que hasta ellos mismos usan de inspiración.
El lugar es conocido ya mundialmente por su arquitectura que hay que admitir que es fantástica. Ellos siempre aclaran que quieren promover toda la cultura regional e intentan demostrarlo en cada cosa del lugar. Un artista plástico cordobés, les hizo toda la vajilla de cerámica y además les hizo esa obra tan característica del techo, 1500 piezas de cerámica representando una bandada de aves.
Ahora hablemos de lo que es bueno… La comida. En el almuerzo se puede elegir el menú de 2 pasos que sale $ 200 o el de 3 pasos $ 230 y la verdad, son los 30 pesos de diferencia que mejor van a gastar en toda si vida. Cada plato es hecho con tanto amor y cuidado en los detalles, que es un lujo para los sentidos. La combinación de sabores, texturas y temperaturas es mágica, pero no les digo más para que lo descubran ustedes mismos. Ponerles una foto de la carta es en vano ya que cada 15 días cambia la carta para que en cada visita la experiencia sea diferente.
Las.meriendas al igual que la comida sonnmuy buenas y simples. Marcos, el barista del lugar, tiene una técnica que hace llegar el coffee art mas lindo de Córdoba, y el blend de café es exquisito.
En la facultad estudiamos el servicio de los restaurantes o cualquier emprendimiento gastronómico lo cual a los alumnos nos dejó un toc o paranoia del servicio que nos fijamos en cada cosa, y la verdad el servicio del lugar es un orgasmico spa para nuestros pequeños trastornos. Todos los protocolos los siguen a la perfección.
La verdad, que este lugar es el sueño de todos, ya que lo que han logrado es una de las mejores cosas que le paso a Córdoba

Puede uno ser objetivo cuando uno ama profundamente un lugar y la gente que hacen El Papagayo? Trataré
Está ubicado en Arturo M Bas 69, el lugar es luminoso, limpio, agradable a la vista, una imponente obra de arte llamada bandada cuelga del techo, 1500 piezas de cerámica, realizada por el artista Santiago Lena, no todo es decoración y buen gusto en esos 2,60 m de ancho x 36 de largo, aquí viene la mejor parte: el Chef Patrón Javier Rodrigues, su jefe de Cocina Juan Pablo Videla y los demás hacen magia, delicias, bendiciones en cada uno y sus platos, desde los desayunos y meriendas con una exquisita granola con yogur natural, pan recién horneado y dulces hasta las cenas degustación donde no podés dejar de sorprenderte de tanta genialidad, donde mi preferida es la entrada de centolla fueguina con melón ahumado, alga kombu, manzana, entre otras, acompañadas de las mejores bodegas. Mi recomendación no se lo pierdan, es puro disfrute. Salud!

Excelente media lunas! Recién sacadas del horno! Espectaculares!!! Buena música, ambiente tranquilo. Muy bien lugar para tomarse un café o merendar. Especialmente recomiendo las media lunas.

Ok, todavía sigo pellizcándome para saber si esto fue real o no.
Por fin pude entender a que se referían los programas de cocina cuando hablan de combinación de sabores, texturas, temperaturas. Cada bocado era un nuevo descubrimiento según combinaba uno u otro elemento del plato, casi que se convirtió en juego (onda «a ver que pasa si pongo más de esto?»)
Es para ir con tiempo, esto no es para apurados y por más que estés ansioso o con hambre terminas cediendo al ritmo que te impone la cocina.
Un par de detalles en relación al servicio (lento para traer la bebida, una pequeña confusión en cuanto a la elección de un plato y se quedaron sin pan y tuvieron que salir a comprar a alguna panadería de la zona) pero sinceramente, nada que empañara la experiencia.
El precio en relación precio-​calidad inmejorable (al menos al mediodía) no es para ir todo el tiempo pero vale la pena. Claramente, volveré…

Me encantó!
Tenía muchas expectativas sobre lo que me iba a encontrar por todos los buenos comentarios que me llegaron y la verdad que se cumplieron o hasta sobrepasaron.
El lugar es re chiquito pero da la sensación de intimidad y es un poco más tranquilo.
Nos recibieron bien, recomiendo reservar por el tema de que tienen pocas plazas y la mesa más grande que pueden tener es la del entre piso de diez personas.
Llegamos y la moza nos trajo pan negro con pasas de uva y una manteca para untar, exquisito!
Te ofrecen agua saborizada casera del día, la de hoy fue de mandarina, genial!
Tenés la opción de un menú de dos pasos o de tres, yo pedí la sopa de zapallo con ternera braseada y después el matambre con puré de batatas. Los dos platos estaban increíbles, y para mi sorpresa la combinación del puré de batatas con él matambre y las peras fileteadas que lo acompañaban fue genial, no quería que se termine.
No llegue a probar postre pero el resto sí y dicen que estuvo muy bueno también! El café también riquísimo.
La vajilla era lindisima, nos comentaron que fue toda hecha a mano especialmente para el restaurante y que es el mismo chico que creó la instalación que cuelga del techo.
Lo recomiendo muchísimo, tuve una experiencia muy linda, la atención también fue muy buena, todos muy buena onda, hasta el mismo dueño que nos saludo al salir.
Lo que me sorprendió fue el precio, me resulto súper barato para el tipo de comida y atención, 170 pesos los dos pasos y 200 los tres, sin incluir bebida obvio pero igual, para nada caro!
Volvería seguramente, lo tengo pendiente para la merienda así pruebo alguna de sus tartas y tomo un rico café!

Grandísimo nivel.
El Papagayo es uno de los restaurantes más angostos que hay. Está ubicado en lo que yo creo debe haber sido un pasillo al corazón de manzana.
Tiene pocas mesas a lo largo del pasillo, al final está la cava y la cocina y se puede subir a un entrepiso con una mesa para 10 personas.
Al mediodía se puede elegir un menú de 2 o 3 pasos ($ 170 y $ 200) que incluye bebida sin alcohol. Hacen aguas saborizadas propias de la casa. Exquisita la de mandarina.
Se puede elegir entrada, principal y postre (3 opciones cada paso, 1 es vegetariana). Yo decidí no comer entrada y directamente ir por el principal, pollo de campo sobre cebada, con hinojo y puré de berenjena con cacao. Un plato súper balanceado y delicioso, el puré era excelente, nunca había comido cebada y me encantó.
Para el postre fui por una opción ecléctica, biscuits de aceite de oliva, sorbet de apio con mousse de chocolate blanco y pomelo. Parecen sabores extraños, y bueno sí lo son, pero todo junto quedaba maravilloso, herbal, cítrico y con un toque salado, pero era postre sin dudas.
Olvidaba que antes de arrancar con el almuerzo nos trajeron un amusse bouche que lamento no recordar qué tenía bien pero era muy fresco, para limpiar el paladar antes de la experiencia de El Papagayo.
La verdad no sé porqué mencionan que es súper caro en la información porque el precio es súper accesible para lo que realmente comes. Los platos están preparados para que puedas disfrutar de los 3 pasos sin morir en el intento. La ambientación es perfecta y el servicio excelente, super atento (y eso que estábamos en el entrepiso, alejados del sector principal).
Si no fuiste, reservá y andá. Es para mí, uno de los mejores restaurantes de Córdoba.

Definitely the best gastronomic experience I’ve had in Cordoba. Service up to a US/​UK standard, extremely attentive, helpful and friendly. Prices appear high but in fact you get A LOT of bang for your buck. 3 course menu with limited choice, but whatever you pick you won’t be disappointed… the food is simply 1^st class. The location is definitely a lunch time place, very busy. Beautifully designed space in what appears to be an old in-​between building space every last detail is thoroughly thought through. Would highly highly recommend to anyone wanting a true haute-​cuisine experience in Cordoba Capital.

La primera vez que fui a tomar café lo elegí para huir de la ruta usual de gastronómicos de franco y llegué dispuesta a pagar más que en otros locales. Me sorprendió que los precios están bastante en sintonía con los de otras cafeterías lindas de la ciudad (Porción de torta del día $ 35, Sandwich del día $ 38, Capuccino $ 30).
Pensaba que ir a comer al Papagayo estaba muy por encima de mis posibilidades económicas, pero me enteré que sirven almuerzos de lunes a viernes a precios mucho más accesibles: menú de 2 pasos con una bebida sin alcohol $ 180, menú de 3 pasos con una bebida sin alcohol $ 200. ¡Aplausos por esto! (Aprovecho este espacio para agradecer a los clientes del servicio de cena por colaborar subvencionando el resto de las franjas horarias)
La experiencia fue realmente hermosa: la atención está super enfocada en los detalles sin ser cargosa, la comida es increíble en sabores y presentaciones. Hay tres opciones para elegir en cada paso y el menú es rotativo. Yo comí camarones asados, cuadril con coliflor y crema de cebollas caramelizadas y de postre espuma de café mistol con zapallos en almíbar y crocante de frutos secos.
Cuando pedimos la comida nos trajeron una tablita con salame y chipá caliente, despueś se acercó la camarera y nos ofreció distintos tipos de pan: a partir de ahí durante todo el servicio cuando se te acaba el pan te reponen por el mismo que pediste antes (sí, la chica se acuerda). Los tiempos entre plato y plato estuvieron super prolijos.
En fin, quiero volver pronto, muchas veces más.

Fui a merendar al poquito tiempo de que abrió y era todo muy rico (probamos los mocachinos) pero la carta era muy acotada, si bien se excusaron por la reciente apertura quedamos un poco decepcionadas.
El lugar es precioso, es el restaurant más angosto del país, digo, por di te gustan esos datos de trivia algo inútiles o por si tu cita se viene a piqué y necesitás amenizar el silencio con algún comentario, con esto la ganás, campeón.
Espero pronto volver a ver si cumplieron la promesa de mejorar, ah, el precio ultrarazonable, más considerando la calidad.

El Papagayo generó mucha expectativa en Córdoba, ya que desde hace un año se esperaba su apertura, y cumplió. El nivel de atención a los comensales y el esmero en la preparación de los platos son extraordinarios para la ciudad. La infraestructura de El Papagayo es elegante, pero sencilla y acogedora: la buena calidad de materias primas, tanto en la decoración como en la vajilla salta a la vista y se disfruta. La oferta de platos es acotada pero certera, no por nada los especialistas aconsejan cartas cortas para asegurar frescura y calidad en las preparaciones. En cuanto a vinos, hay mayor oferta y posibilidades para todos los bolsillos. En síntesis, una experiencia recomendable, que deja con ganas de volver y seguir probando. Pueden leer la crónica de una cena en mi blog