Genaro Pérez

El finde largo, visitamos Córdoba con mi novio. Antes de volvernos a Rosario, decidimos salir a caminar y visitar lugares históricos (no muy lejos del lugar donde nos hospedábamos) para conocer y aprovechar antes del check out. Estábamos deambulando –desde el Paseo de las Flores– y llegamos hasta la General Paz. Fue ahí cuando el edificio del Genaro Pérez nos cautivó y llegamos a leer (desde la vereda de enfrente) que estaba abierto.
La casona te cautiva desde que ingresás! La verdad que es como un ambiente íntimo para lo que uno piensa va a encontrar dentro. El museo alberga obras de arte argentino –más que nada cordobés– y tiene muestras itinerantes de arte contemporáneo.
A mí me enamoraron las obras de Claudia Perrota.
Recomiendo que vayan y se sumerjan en este museo! :D

Este museo está ubicado en una antigua casona, que había pertenecido al gobernador Félix Garzón, y que luego fue residencia de otros gobernadores e intendentes.
Está ubicado en pleno centro, por lo cual es de fácil acceso, así que quien nunca entró es porque no quiere :)
Arquitectónicamente es hermosa, y alberga siempre muestras muy lindas e interesantes. En el primer piso siempre están las mejores.
El museo permanece abierto de martes a domingos y feriados de 10 a 20hs, y también cuentan con visitas guiadas para hasta 25 personas. Para los colegios las visitas son gratis.
Reservas de fecha y horario:(0351) 4 341 646

Bellísimo lugar para conocer. Un museo con muestras interesantes y es genial para hacer eventos sociales.

El fin de semana pasado, que llovió tanto e hizo tanto frío, íbamos camino al cine para ver una peli pero la oferta en cartel no nos convenció y seguimos camino. Cuando veníamos por la General Paz vimos las puertas del. museo abiertas, y si bien pasé por esa misma vereda mas de mil veces, nunca había reparado en la belleza de esa casona tradicional española, y sus rejas que son un sueño, que se planta ahi desde comienzos del siglo pasado.
¿De la muestra, qué se puede decir? Muy hermosa la selección que tenían, y con entrada gratuita (ojo que no se permiten camaras de fotos!)
Hay que hacerse un tiempito para conocer estas bellezas de Córdoba. Altamente recomendable como paseo… Van cambiando las muestras seguido, y no hay excusas para no ir! Los martes, domingos y todos los feriados las puertas se abren de manera gratuita al publico, lo que realmente es un regalo al corazón y el alma, porque tremendo paseo lleno de calidad y una estética inspiradora no tiene precio.

El Museo que más visitas tiene (por fuera)
Gracias a su ubicación –pleno centro de Córdoba-​, el Genaro Perez es visto por miles de personas diariamente. Sin embargo, la mayoría de éstas no entran. Si no que lo admiran por fuera diciendo: «qué es esto?», o a lo sumo: «ah, mirá. El Genaro Perez, algún día ire.» Error. Hay que entrar! Sobretodo en esa jornadas de calor o frío intenso, el Genaro te abraza y te acoge entre sus salas y su refinada arquitectura.
Este año y con cambio de director, el museo municipal reabrió sus puertas con novedosos cambios en su administración y organización.
El Genaro estuvo 5 meses en receso, recién en junio se incorporó Raúl Lafuret Pereyra como director. La anterior encargada era la actual directora de cultura de la ciudad de Córdoba, Marcela Santanera
Una de las principales innovaciones fue presentar al museo como un ámbito de interacción y ocio. Todos los que conocen el museo, saben que por su valor histórico, arquitectónico y artístico, el lugar tiene que ser visto por todos los cordobeses, y no sólo por la minoría.
Los artistas que exponen son de origen local, nacional y hasta internacional.
En cuanto a las muestras, el director redujo la cantidad de artistas para mostrar más obras de cada inventor, de esta manera, llenar una sala completa supone más compromiso al artista.
Fui varias veces al museo, la vez que más me gustó fue hace dos años. Era la fiesta de Dadá Mini, en el gran patio del Genaro. Mucha gente, muchos tragos, mucha música y mucho arte. Esa vez, fue una de las pocas que se utilizó esa parte trasera.
Ahora ya sabés. No dudes en entrar. Y cuando entres admira todo! sobretodo las terminaciones de las paredes de los techos de arriba.

El Museo Genaro Pérez fue siempre para mí un misterio. Si bien crecí en Córdoba, me cansé de pasar por el frente y de admirar su fachada pero nunca se me ocurrió entrar a conocerlo. Hace un par de meses, artistas locales exponían sus obras en el lugar y fui por primera vez. Voz en off: todavía no entiendo porqué no fui antes.
Al ingresar, decidí recorrer cada una de sus salas con toda la paz del mundo. La que se encuentra en la planta baja hacia la derecha fue la que más me llamó la atención. La misma, me hizo pensar en los salones de baile que uno imagina cuando lee los clásicos cuentos de hadas. Al llegar a la punta y estando sola, sentí un escalofrío y sin demasiado coraje me fui.
Al tiempo, fui por segunda vez a la presentación de un libro. Y ahí descubrí la razón de mi escalofrío. El museo, además de estar destinado a la exposición de obras de arte, es un espacio abierto para el dictado de talleres literarios. Gente conocida que concurre a uno de ellos, supo contarme que los mitos y leyendas que se cuentan con relación al museo resultaron ser reales. Ellos aseguran ser testigos de los ruidos, desaparición de cosas y ver luces raras en el lugar cuando van al taller. Creer o reventar.

Cuando estés por el centro haciendo trámites, cansado del calor, los ruidos y la gente, metete al Genaro Pérez a descansar los oídos y alimentar el cerebro con arte y un poco de fantasía. Fantasía porque desde la entrada te transporta a otra época y te imaginás viviendo ahí años atrás, dando un baile elegante con vestidos y señores con bigotes.
Una vez que pasás las rejas de la entrada, ya el lugar te compra con los árboles, ventanas antiguas y azulejos hermosos en las paredes. Entrás y el silencio es absoluto, los techos altos y el guardia muy simpático.
El lugar tiene dos pisos y varias habitaciones. Hay exposiciones fijas de pinturas antiguas argentinas y particularmente cordobesas, y muestras actuales de pintura o fotografía que van rotando cada tanto. A veces hay algunas muestras que dejan que desear (cosas que algunos dirían que son «para gente que entiende» pero en realidad nadie lo hace y te quieren hacer creer que un frasco es arte, así) pero en general son cosas hermosas y te podés quedar horas mirando.
Arquitectónicamente el lugar es increíble. Pisos de madera antiguos que crujen a cada paso, vitrales, azulejos con dibujos hermosos y ventanas donde los pedazos de vidrio forman efectos ópticos.
El contraste entre lo antiguo y lo moderno es alucinante. Te parás en una de las habitaciones antiguas, mirás para afuera y ves graffitis en la pared del patio. Es para quedarse un buen rato mirando todo y sintiendo que vivís ahí.

El Museo Genaro Pérez me sorprendió desde mi llegada a la ciudad. Para empezar, el edificio es en sí impactante: una casona centenaria, con torres y grandes ventanales, digna de una película de Alfred Hitchcock. Los árboles que adornan su fachada y las imponentes rejas que la protegen marcan un insólito paréntesis en la selva de tosco cemento.
Tras atravesar el umbral de ingreso hay que subir unas escalinatas y cruzar una puerta con vidrios biselados, cuyos detalles ilustran la lujosa vida que llevaban sus antiguos dueños. Uno de ellos fue el pintor cordobés Genaro Pérez, en cuyo honor se nombró el museo.
El primer salón al que se ingresa exhibe, hacia la izquierda, una escalera de madera que sube al piso superior. A algunos metros se encuentra el mostrador de recepción, donde es posible obtener información acerca de las actividades de la casa. Hacia el fondo se despliegan salones de exposición, al igual que hacia la derecha.
Además de las habitaciones interiores, el museo municipal Genaro Pérez cuenta con un patio y un pequeño café, ideal para sentarse a leer o hacer un recreo entre trámites. En lo que respecta a las muestras, suelen ser exposiciones pictóricas, fotográficas, de diseño, de esculturas; instalaciones visuales, sonoras y expresiones artísticas de toda clase.
Por último, cabe destacar que la entrada es libre y gratuita. La ubicación céntrica de este espacio cultural lo convierte en una buena opción para dejar atrás el ruido citadino y perderse un rato entre formas y colores.

El museo municipal de bellas artes se encuentra en una de las casas de mayor valor arquitectónico e histórico de la ciudad, sobre la única avenida original de la cuadrícula fundacional. Fue construida entre 1905 y 1910, mientras que el museo se fundó en 1943. Atesora una colección de 1000 obras que incrementada sistemáticamente asegura un recorrido cada vez más acabado por casi dos siglos de arte argentino.
Ofrece una colección de pintura argentina y en particular cordobesa, que abarca desde 1868 hasta el arte contemporáneo, aunque busca nuevas maneras de acercar la colección al público, realizando muestras temáticas que enfocan el modo de exposición desde diferentes perspectivas.
También se cuenta con salas de muestras temporarias donde encuentran lugar las nuevas generaciones. El estilo del palacete es francés y la reja frontal corresponde al estilo Luis XVI, al igual que los portones. El edificio también fue sede de la gobernación de la provincia, municipalidad y también fue concejo deliberante. La pintura del plafond de la sala principal del Museo Genaro Pérez es obra del pintor Emilio Caraffa.

Uno de los museos más conocidos de Córdoba, ubicado a solo una cuadra del cruce entre las dos avenidas principales de la ciudad. Tiene una muestra permanente de pintura argentina y –especialmente– cordobesa de los siglos XIX y XX. También inaugura regularmente exposiciones de pintura contemporánea y artes afines, aunque se caracteriza por ser uno de los museos más clásicos de la ciudad.
En su patio y en el salón central se han hecho en los últimos años numerosas presentaciones de libros y antologías literarias, como una forma de renovar el espacio y darle otro perfil más rico y versátil. El edificio es una antigua casona de estilo europeo, con hermosas aberturas de madera, espacios amplios y sugerentes. La ambientación es realmente un viaje a otros tiempos de esplendor y lujo. Tiene una escalera crujiente de madera que conduce al primer piso, en donde se suelen ubicar las obras más contemporáneas. También funciona allí, en el primer piso, un taller de restauración con pasantes de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Nacional de Córdoba.
Un elemento a destacar son las hermosas ventanas y rejas de estilo francés con ornamentos y arabescos. Un refugio fuera del tiempo para visitar cuando uno se cansa de caminar las ruidosas y pobladas peatonales del centro de Córdoba.
Abre de martes a domingos (feriados también), de 10 a 20hs.
Entrada libre y gratuita.