Il Gatto

Fuimos para el 24 a la noche ya que nuestra primera opción se vio frustrada por falta de taxis y remises.
De casualidad encontramos una mesa a las 11 de la noche y nos dijieron que se trabaja con menú unicamente. Por suerte no nos mataron con el precio ($ 380 c/​u) que incluia dos opciones tanto de entrada, plato principal y postre, también bebida gaseosa o agua o un vino cada dos personas ¾ y para el final mesa dulce y una copa de champagne para el brindis.
De entrada elegi vitel toné, que enrealidad tenia otro nombre mas sofisticado pero que en suma era lo mismo, de principal lomo con salsa de hongos y papas rústicas y de postre tiramisú.
Todo rico y llenador, la carne no era la mas tierna del condado pero bueno por lo menos no nos quedamos sin cenar.

Il Gatto ofrece una carta con inclinación italiana, mucha pasta y pizza pero también carnes, pollo y pescados.
Nos sentamos en el «balcón» de afuera porque estaba linda la noche. Es un poco ruidoso por el tránsito, además de que están remodelando el local de al lado y se escuchan todas las herramientas.
Íbamos a pedir dos pizzas para una mesa de 4 personas, la moza nos aconsejó pedir una grande y una chica porque iba a ser mucho para 4 mujeres y tuvo razón. Nos sobraron 3 porciones (las cuales almorzaré hoy, golazo). Punto para la moza que nos hizo ahorrar dinero.
La pizza estuvo muy rica, finita y crocante, para comer con la mano porque se complicaba cortar con el cuchillo.
Puntos menos por la condición del baño. Por qué les cuesta tanto a los restaurantes tener el baño aceptable? La luz se apagaba cuando trababas la puerta (!¡) y no había papel higiénico.
Otro punto menos: En la mesa hay un llamador para el mozo, pulsamos el botón varias veces sin éxito. Cuando vino el mozo (llamado de la forma tradicional) nos dijo que el llamador andaba pero que a él no le habían dado la pulsera que le avisa del llamado. Al menos que avisen.

Es una buena opción particularmente para almuerzos o cenas, con una carta variada. La última vez que fuimos a cenar nos dieron un 2×1 en meriendas o desayunos y lo usamos. Hay 5 alternativas. Me parece que la mejor es la light.
El ambiente es agradable, música tranquila y para el verano hay un deck afuera con sillas amplias y cómodas.

Buenas pastas. Minutas correctas y bien elaboradas.
Ambiente agradable para los mediodías o para cenar si buscás algo descontracturado.
La atención es adecuada y el servicio es rápido en general.

El ambiente es muy lindo, me gustó la música, las luces, te invita a quedarte más tiempo. El personal nos atendió muy bien. Para el postre tienen que probar el Tartufo Blanco es rico y diferente además no empalaga!
Importante! Si te quedas varios días te servirá que te dan un 2×1 de acuerdo al horario y lo que consumas, es decir si vas de noche y pides pasta tendrás un 2X1 en cena de pastas, sin fecha de vencimiento.

La verdad que lo único que me gustó fue la entrada. Jamón crudo, tomates secos y mozzarella que sí era de búfala. Claramente mejor que el resto.
Pedí unos ñoquis alla ruchetta, que técnicamente se pronuncia ruqueta en italiano, el mozo no me entendía. Si van a poner los nombres de los platos en italiano al menos el staff debería estar entrenado en eso. El plato en sí totalmente insípido, tuve que agregarle bastante sal y queso, los ñoquis duros y la salsa era lo mismo que nada.
De postre pedí un tiramisú, que dudaba en pedirlo porque probé unos muy buenos en otros lugares, y este claramente decepciono. Un gusto extraño, agrio, estaba seco, le faltaba café en las vainillas.
La atención estuvo bien, pero conozco lugares que por ese precio la comida es mucho mejor. La opción de pizzas que probé otra vez era bastante mejor.
Por la trayectoria y envergadura de la marca debería ser mejor. Zafa, en un domingo que todo está cerrado.

Tuve una charla muy distendida combinando amistad y negocios con un empresario del social media argentino que me invitó a hacer uso del 2×1 promocional que tenía.
Elegimos la merienda «dulce», que incluye: café (con leche, solo, cortado, infusión, etc), pan integral tostado, juguito de naranja (tipo Cepita), copa de agua/​soda, manteca y dulce de leche, en la carta se publicaba al rededor de los $ 45. Al usar un 2×1 se hace todavía mas atractivo y conveniente para desayuno o elección por la tarde.
Punto a favor: en el horario de la tarde vi poca gente y la que había tenian cupon promocional, buena forma de generar movimiento. Poco ruido, bien climatizado y el wifi andaba bien (clave: gatto006). También sumó que al entregar la carta advirtieron el faltante de capuchino, por lo que nos permitió hacer otra elección sin inconvenientes.
Bueno para ir a trabajar, conversar, estar solo un rato, no te están corriendo ni apurando en ningún momento. Debo la crítica sobre las comidas, esta vez sólo fue por la cafetería.

Il Gatto es uno de mis lugares favoritos, la comida y el lugar son increíbles. Lástima que este último tiempo las porciones empezaron a ser un poco mas chicas que de costumbre y no es proporcional con el precio. Esto no quita que la comida no sea exquisita. La pizza y la pasta es genial.

Este local del gato es como un oasis de calidad entre tanto resto bar en nueva Córdoba, el local es muy ampli, tiene un lindo deck para sentarse a ver la gente linda de Nueva Córdoba pasar.
Si bien este local es relativamente nuevo comparado con los otros de la cadena, conservan la calidad de las comidas de el Gato, que es indiscutible y la misma en todos los locales, este en particular tiene un aire más informal quizás por el tipo de público o por la ubicación que es a metros de todo en Nueva Córdoba, patio olmos, centro, etc.
Estar en Il Gato significa que las pastas son una buena opción, quizás la primera y mas reconocida, lo bueno son los Menú Giorno, o menú diario que van rotando obviamente todos los días y te incluyen un buen plato de pastas con vino y postre, irresistible.

Es una de las mejores sucursales de esta franquicia en la ciudad. Ubicado en el área central de Córdoba, a metros del shopping Patio Olmos, sobre la avenida Yrigoyen, no podría encontrarse en un mejor lugar.
El local es muy amplio e iluminado, con diferentes alturas y niveles de piso, y vistas a la avenida en constante movimiento, lo cual configura un buen ambiente para el disfrute y la recreación. Consta de diferentes áreas, algunas más íntimas y privadas, otras más expuestas, como es el caso de las mesas que se ubican en la galería del ingreso en un espacio semi-​cubierto. Las mesas son amplias y cómodas, de diferentes tipos según lo que se requiera. Las mesas con sillones son realmente confortables.
El menú es muy variado, siempre dentro de la cocina italiana. Los platos son gourmet, con una hermosa presentación y un sabor excelente. El tamaño de las porciones no es particularmente abundante, pero puedo asegurar que no se quedarán con hambre.
Las pastas son muy recomendables y las carnes no se quedan atrás. La carta contiene fotografías de los platos que te ayudan a elegir.
La atención es realmente muy buena, los mozos sin muy atentos y la cocina funciona sin demoras. En cuanto a los precios, no son precisamente los más bajos, pero de cualquier manera constituye una opción muy interesante si se lo compara con restaurantes de similares características.
En conclusión, es un lugar realmente recomendable, para disfrutar una buena comida con amigos o familia. Mi recomendación: probar la bisteca caprese, uno de los mejores platos del menú.

Para mi esta es la mejor sucursal que tienen. No sólo por la comodidad de la ubicación sino porque considero que la atención es de las mejores de todas las sucursales de Il Gatto y el deck que tienen de cara a la avenida Hipólito Yrigoyen es su mejor atractivo mientras disfruto de un buen desayuno o almuerzo.
Guess what? Mi comida favorita en este restauran también es la pizza. Obvio! Y es que como restaurant «italiano» la masa tiene algo secreto que la hace ser de la altura casi perfecta y muy crocante. Los toppings con los que podes pedirlas son variados y siempre me las han servido bien rebosantes. Nada de escatimar.
Saliendo de las pizzas para comer otras comidas me mantengo en la línea clásica: pastas y ensaladas. Lasaña de verduras con salsa, sorrentinos de cuatro quesos con salsa rosa y ensalada cesar sin pollo, con mucho pan tostado bien crocante son mis almuerzos favoritos. Por qué? Porque sé que en Il Gatto el sabor y la calidad es siempre la misma, entonces es sinónimo de que lo que pago es por lo que voy a consumir.
Está bueno saber que en Il Gatto se puede comer o tomar algo y usar el 20% que proporciona siendo socio de Club La Voz. Les puedo asegurar que ese descuentito hace que todo sea más rico (?

Ricura en promoción
Il Gatto Tratorias es un restaurant muy reconocido en Córdoba y Buenos Aires.
Sin embargo, hay varios restaurants franquicias en nuestro país. Éstas suelen ser a veces muy lineales, sin innovación ni variedad. Il Gatto no es el caso.
Esta tratoria se encarga siempre de variar su menú, largar promociones y mantener a su clientela al tanto de todos sus cambios.
Il Gatto ofrece una extensa carta dividida en diferentes secciones:
Entradas, Ensaladas, Menú Light, Pastas, Pizzas, Pollos, Carnes, Pescados.
Un plus: el Menú Bambino.
Este restaurante también tiene platos aptos para celíacos. Desde hace más de 20 años Il Gatto cuenta con el asesoramiento de profesionales para que ningún cliente quede afuera de sus menús.
Un detalle que me parece importante resaltar es que cada integrante del staff de cocina de Il Gatto está capacitado en Seguridad Alimentaria.
Lo que más me gusta de su carta son sus fotos en la parte inferior de cada página. Aunque a veces suelen confundirte más, y no saber que elegir ante tanta ricura.
Si hay algo inevitable y extraordinario en Il Gatto son sus mini pizzetas que te sirven para que comas mientras esperas el pedido. Iría todas las semanas solo para comer eso.

Esta franquicia tiene un millón de años en Córdoba, tengo recuerdos desde mi más tierna infancia del logo con los ojos y los bigotes del gato. La sucursal de Yrigoyen no es tan vieja, de hecho es relativamente nueva, el local es enorme y está ubicado en una de las arterias más trascendentes de la nueva configuración de la ciudad de Córdoba.
Además del deck al aire libre, ideal para desayunar o merendar, adentro hay varios niveles diferentes con muchas mesas (y aun así puede complicarse conseguir lugar) De entrada parece que todo va a estar bien, el servicio de mesa es bastante bueno, generalmente algún paté o similar, con pancitos de pizza recien hechos que presagian lo mejor, pero lamentablemente, salvo que pidas pizza, ésto no se cumple.
Se jactan de ser una trattoria, pero la pasta llega a la mesa DIRECTO DEL FREEZER, tras un breve (a veces demasiado breve) paso por el microondas. Yo no soy empresario gastronómico, pero creo que no debe ser demasiado difícil, después de tantos años, calcular cuantas lasagnas podés llegar a vender en un día, como para que no sea necesario hacerlas una vez a la semana y freezarlas. Juro que ha llegado a mi plato una porción de lasagna con una esquina literalmente congelada, con hielo.
La pizza, sin embargo está muy bien, amasada en el momento y bien proporcionada en cuanto a la salsa, el queso y los toppings.
Los postres, sin salir de lo normal, generalmente están bien, igual que la atención, los mozos son atentos y serviciales.
Estacionamiento es complicado encontrar en horario pico, pero hay cocheras en las inmediaciones y, aunque son quizás las más caras de la ciudad, son la única opción, salvo que tengas mucha suerte y consigas un lugarcito en la calle.