Jamón y qué

Descubrí este lugar un día que me bajé totalmente famélico del colectivo en mi barrio, y encima un día de calor cordobés, ese que no perdona y que trastorna el humor de todo ser vivo. Iba rumbo a casa sin saber qué comería, y a sabiendas de que necesitaba algo urgente y bien saladito para no morir en el intento. Traté de caminar por las cuadras con sombra, aunque en la ciudad la existencia de árboles en las veredas es inversamente proporcional a la construcción de edificios. Calculen. En fin, cuando pasé por frente a este negocio no me sedujo mucho la idea de un sándwich de miga, no porque no me gusten, sino porque los como precisamente todo el tiempo y me he cansado un poco. De todos modos entré a ver qué onda y me encontré con una variedad que no esperaba y que cambió mi cara: tortuguitas, pebetes, de pan árabe, de pan mignon, paninis, y más. De ternera, de jamón codido y crudo, de atún y vegetarianos. Nada muy gourmet, lo básico, justo y necesario. Me compré un vegetariano de queso cheddar, tomate, cebolla, berenjena y lechuga. Ya sé que es muy simple, pero me levantó el día. Atenti que son para llevar, no para comer allí.