Macanudo Hostelbar

Es un bar y es un hostel.
Cuando comienza la caída del sol, esa vereda es el 2×1 de cerveza que de manera inevitable termina en picar algo y es todo sabroso.
Los idiomas se van mezclando a medida que ingresás al mundo de quienes creemos que es viajar la manera precisa de vivir. Las mesas en la vereda están bien para mantener distancia pero mejor está la planta alta y la graffiteada en la escalera.
En un momento de la madrugada casi al amanecer, sutilmente se despejan los ambientes y sobreviene la confusión de definirte como cliente o huesped. Es que a la salida del sol, las fantasías se diluyen y aunque casi nadie lo percibe, sabés que no sos turista.
Suena Gilberto Gil. La cerveza está helada. No hay cubiertos para la pizza. Los tablones te obligan a compartir la mesa con desconocidos. Si tan solo la playa estuviera a pocos metros, podría ser un refugio permanente.

Muy buen lugar!!! Original y lo que más me gusto cuando fui que te daban un frasco por mesa para poner los celulares adentros y si no los abrías te hacían un descuento!!! Muy ricas pizzas y cerveza y muchas veces hay bandas tocando muy copado

Un lugar con mucha onda que convive bien con su vecino Classic’s. La atención fue muy correcta y atenta, mostraron mucha predisposición a armarnos una mesa en la vereda, algo óptimo en el verano. La ambientación del lugar es piola y el volumen de la música no molesta al momento de la charla. Precio/​Calidad: acorde. Tienen también la mejor limonada que he probado hasta ahora en los bares cordobeses.

Macanudo es el bar de hostel con mejor comida y buena onda que conozco. El almuerzo es un menú fijo de 3 opciones de entrada plato principal y postre. De noche es un bar con buena variedad de bebidas y tragos. De jueves a domingo se llena.

Muy buen ambiente
Muy buena onda todos
100% recomendado!
Los mejores tragos de Cba!

Es un lugar que elijo varias veces para ir con amigos, tiene mucha onda, la verdad me gusta.
En si es un poco chico, un viernes o sábado a la noche es medio difícil conseguir lugar para cenar.
La música está muy buena, acompaña a la onda del lugar, la decoración también me encanta.
La comida es también es buena, probé un par de pizzas y la hamburguesa, es comida típica y simple de un bar pero rica. Igualmente tienen ensaladas (me parece genial que tengan una opción más liviana) y sándwiches.
Los tragos por comentarios sé que son buenos, probé el mojito malibú porque me encanta, soy fan!
Es un lindo bar para pasar un buen rato, y en los días de calor las mesitas afuera son una buena opción.

Macanudo es de esos lugares que desde la entrada te hacen saber que te vas a olvidar por un largo rato de todo.
Es, en definitiva, un lugar sumamente acogedor, cálido y cómodo

3 y media, me gustó, y un poco no, en la batalla, ganan las que me gustaron.
Me gustó;
La onda, si bien no es muy la mía, esa cosa de bar de hostel está buenísima, por un toque, si te dejás llevar, podés flashear que estás en otro lado.
La pizza, venía recomendada de antes y anduvo.
Los tragos, probé tragos complejos como negroni y simples, como cuba libre, y ambos me parecieron muy bien hecho, en buena cristalería y no eran caros.
La decoración; la sección de valijas pegadas en el techo y los libros abiertos me parecieron copados, un detalle piola.
Me gustó la atención también, correcta y atenta aún cuando el bar estaba bastante poblado (un martes, también eso estuvo bueno).
Qué no me gustó: Las mesas y las sillas altas; nos pusieron en unas banquetas que si bien no eran feas y tenían onda, para alguien que mide un metro como yo, eran complicadas.
Por último, nos sorprendió un «unplugged», estaba bien, pero me pareció medio complicado meter a alguien en un lugar tan pequeño con su guitarra, su quipo de micro y su ampli. Para nosotros, que fuimos a tomar algo «espontáneamente», nos dejó un poco en orsai y se volvió incómodo hasta salir, porque teníamos que pasar al frente del pibe, que estaba bien contento con su instrumento.

Antes de empezar esta reseña ví todas las que le ponen 5 estrellas y ahora me siento un poco mal (? pero sorry not sorry, a mi no termina de cerrarme
Vine dos veces, la primera solo a tomar tragos y verlo al grande de atilael1 poner música y la segunda a comer algo.
Con respecto a la cocteleria y la comida, todo muy bien, probe un Cynar Julep exquisito la vez que vine, y para comer tuve el gusto de probar una pizza especial que la verdad estaba rica y yo suelo poner la vara de las pizzas muy altas. De todas formas la carta tiene bastante variedad de comida y no me molestaria probar algo más en otra oportunidad. Algo para criticar en este punto: la carta tiene errores de ortografía, no se si aproposito o no, pero no quedan bien.
El lugar es más chico de lo que parece desde afuera, me imagino que las mesas de afuera deben ser un golazo en lo días de calor porque el lugar esta ubicado en una linda parte de nueva cba, pero las dos veces nos sentamos adentro. Las sillas altas son un garrón. Incomodas por donde se las mire. La parte de arriba si bien no la ví, escuche comentarios que no es precisamente de lo más lindo. El lugar tiene varias mesas, pero que a la vez son demasiadas para el espacio reducido, he visto como los mozos hacen malabares para recorrer todo.
La atención, quizas por esto que comentaba antes es lentisima. La segunda vez que fui tuve que pedir que bajen la música porque no podía ni escucharme pensar.
En fin, a mi gusto un lugar que escuche nombrar tantas veces me decepciono un poco. Capaz en verano voy y pruebo sentarme afuera y me como una de esas hamburguesas de las que tanto hablan.

No me copó mucho la idea de una Isenbeck a 60 pesos.
La pizza muy rica.
La atención, no tan atenta (estábamos afuera y medio que se olvidaban)
Dentro de todo bien, quizás para mi sea un poco costoso, pero es un lindo lugar.

Excelente por donde se lo mire. Es nuy distendido a comparacion de otros lugares, precios muy buenos, la atención es 10 puntos, la gente también.
Es de esos lugares para ir siempre y siempre te vas a sorprender.

El
Mejor bar hippie de la cuidad. Excelente mojito malibu y lore la mejor moza. Ideal para ir a tomar algo, charlar tranqui y conocer gente nueva. Si pinta después te vas a algún boliche de la zona. Riquísima hamburguesa también. Buenos precios y buena atención.

Adoramos Macanudo Hostel Bar.
Es de esos lugares hiper calidos, que no importa con quien vayas, siempre lo vas a pasar bien.
Hace unos años hicimos una muestra de fotos colectiva en la planta alta y los dueños la mejor, sacamos parte de la decoración para colgar las fotos, movimos cosas de lugar y ningún drama.
En invierno para ir a tomar vino con algún vino es lo mejor, o en verano a tomar algo fresco en la vereda. Lindo lugar para ir en grupo, he sabido ir a algún que otro cumpleaños también.
Siempre todo rico, mozos buena onda. De esos lugares que te encanta volver.

Macanudo es un pequeño mundo dentro del caos de la ciudad. Queda a la vuelta de mi departamento por lo cual fui desde que abrió, una lástima que ya no es el de antes. Ahora es demasiado popular para mi gusto y es difícil caer espontáneamente y encontrar una mesa libre. Pero me alegra que les vaya bien.
El ambiente es super agradable y descontracturado, tiene sectores de arriba con nombres y estéticas particulares. Los mozos son bastante atentos para el caos que se genera a veces.
La carta es muy simpática, con platos como «La hamburguesa de Huguito (bien pulenta)» que tenés que probar o «El sueño del pibe» (sandwich de rúcula, jamón crudo y queso) un manjar. Los tragos no se quedan atrás, Madariaga es mi favorito.
En Macanudo todos los días pasa algo, hay música en vivo, alguna feria o locura que se le ocurren a los que trabajan ahí, está genial, siempre sorprenden. Una vez justo estuve cuando llegaron a los 1000 mg en Facebook y nos regalaron shots (deliciosos) a todos los que estábamos presentes!
Ahora agregaron mesas grandes afuera para ganar más lugar, un plus! Los jueves hay after office con aperitivos con comida incluida. Buenísimo todo! Y hace ya un rato cuentan con menús vegetarianos al mediodía.

Macanudo es uno de esos lugares que uno dice «no lo toquen, no le hagan nada, déjenlo así por favor». Empecé a ir porque unos amigos se habían hecho asiduos visitantes y la verdad es que me encantó. Primero, porque tiene mucha buena onda y eso se percibe en el ambiente. Segundo, porque tiene buena variedad y mejores precios, cosa nada despreciable en la zona.
Se trata de una casona de dos plantas restaruada para funcionar como un hostel/​bar. Así que es normal que veas entre la gente que asiste a mucho turista extranjero haciendo hipping (turismo hippie de las europas). El lugar es cómodo, está muy bien ubicado (apenas a 200 metros de Plaza España). Tenés mesitas en la vereda, adentro tenés una barra y, en el piso de arriba, mesas y sillones para chillear bien piola. El lugar tiene una magia especial con la que te conectás rapidísimo y eso es su principal atributo. Ojalá se mantenga así.
La atención es buena y siempre con buena onda, la comida es muy rica y los tragos son correctos.
La contra: al lado hay un boliche así que los fines de semana la vereda se llena de gente que hace cola para entrar y capaz se pone un poco molesto, pero nada que otra ronda de Isenbeck no calme.

El lugar predilecto para mis cenas con amigos. Las hamburguesas, creo que se llaman «El sueño del pibe» o algo así, son increíbles. Papas rústicas — creo que vienen 4 masomenos pero son ENORMES. Una vez me tocó una que era media papa, fue muy gracioso. La pizza también deliciosa! Con el doble de topping que la pizzería promedio. Lo único que no recomiendo: el «chegusán» de pollo: súper seco y aburrido — la hamburguesa le pasa el trapo.
Hay que insistir para que te traigan aderezos y más bebidas: los mozos suelen estar distraídos y los pedidos demoran muchísimo. Pero vale la pena.

Cuando algo es lindo no necesita marketing.
Hay quienes se fijan en lo externo por sobre lo interno, en el estilo o la apariencia. En fin sobre gustos no hay nada escrito pero cuando algo es lindo suele ser lindo para todos, como Macanudo. No es precisamente mi estilo de lugar pero me encantó y logró convencerme.
Lunes, todo cerrado o casi todo, este hostel bar es uno de los pocos lugares que abre los lunes así que eso ya me hace apreciarlo. Ni bien llegas te das cuenta que es distinto a todos los otros bares de Córdoba. Te recibe gente de otras partes del mundo, escuchas diferentes acentos, ves colores, muchos colores. Mesas, sillas, todas diferentes, todo muy Macanudo y muy al estilo Liniers.
El lugar es una típica casona vieja restaurada con dos pisos, el segundo tiene además un pequeño patio donde elegí sentarme, mirando el cielo, las estrellas, un rincón súper lindo y diferente. Todo muy hermoso, pero si el morfi es malo se me cae todo a pedazos, cosa que acá no pasa.
Probé la pizza de rúcula y cherry. Les aseguro que son los cherrys más grandes que vi en mi vida, una hermosura. La pizza abundante, con todos los ingredientes como corresponde, sin escatimar. Esta belleza de pizza encima la acompañé con una jarra de Campari que estaba ten points.
Párrafo aparte para la atención, súper atentos todos. El mozo que te atiende siempre pendiente y el que no te atiende también.
La verdad es que fui sin saber que me iba a encontrar, y lo que encontré fue hermoso.

A modo personal, de los mejores, sino el mejor, bares de la zona de Nueva Córdoba que sea de la Estrada para el lado de la Ciudad Universitaria.
Desde la variedad de noches temáticas (esquivar la de stand up porque te puede tocar alguien que tenga menos chiste que el juez Fayt) hasta un singular decorado, propio de hostels de otroras lados.
Un excelente barman como Skywalker y tragos geniales más una comida especial siempre.
Con este último tema me gusta hacer un apartado: la Huguito es la mejor hamburguesa de la ciudad. Y no sólo eso, debe de ser la más grande. Sin ser muy ostentosa en la cantidad de cosas a poner entre dos panes, una gruesa hamburguesa muy bien cocida a la plancha la cual se le siente hasta la cebolla cortada indica lo casera que es y otorga, tal vez, la particularidad para ganarse el mote, a mi entender, de la mejor hamburguesa de la ciudad.

Macanudo es un hostel con mucha onda que está ubicado a metros de Plaza España, una de las zonas más lindas de Nueva Córdoba.
Cuenta con un bar, al que podés ir sin necesidad de estar alojado. En la carta hay variedad en sandwiches, pizzas, ensaladas y picadas. También algunos vinos (hay Rutini), cervezas y tragos.
Las veces que estuve con amigas, nos atendieron muy bien y pedimos opciones simples: sandwiches (los llaman «chegusanes»), pizzas y empanadas. Estas dos últimas opciones, estuvieron muy bien. La pizza de rúcula y cherry, riquísima y las empanadas criollas, cebolla y caprese también. Las criollas un poco picantes, pero yo tolero el picante así que me gustaron.
El chegusan de pollo y «el sueño del pibe», alcanzaron los niveles de lo que para mí, es un sandwich genial.
Para tomar, bueno, acá si sos fan de la cerveza puede que te sientas desilusionado. No hay tanta variedad. Tenés Grolsch, Miller, Warsteiner y no mucho más. Además, todas las veces que fui, alguna de la carta siempre faltaba, o no había chop, ni pinta, ni media pinta. Bastante flojo.
En definitiva, es un lugar relajado, con linda música y en donde uno se puede sentar a tomar o comer algo con amigos y pasarla muy bien.

Salvaje Laboratorio de Cocina
Bienestar, naturaleza y manjar son las tres palabras para definir este nuevo proyecto en el HostelBar de Macanudo: Saludo al Mediodía. Esta «novedad» se trata de 4 menús semanales por mes. Cada día una especialidad. Pero todas las semanas una diferencia.
Los menús suelen seguir este modelo:
Lunes: Ensaladas o verduras preparadas
Martes: Ensaladas o verduras preparadas
Miércoles: Pasta vegetariana
Jueves: Internacional vegetariano
Viernes: Ensalada o verduras preparadas
Cuando pongo «ensalada» o «verduras preparadas» me refiero a la preparación que le hacen sus lindas cocineras. Ellas convierten verduras frescas en: souflles, tartas, pastel, hamburguesa, bastoncillos, puré, medallones, mil hojas, tortillas, hamburguesa, salteados, brochettes, sandwichs, etc. Siempre a base de la «dieta natural y vegetariana».
El menú siempre incluye entrada (una minuciosa recepción), plato principal (abundante e integral), te frío (liviano y sabroso) y fruta/​té de postre (fresco).
La última vez que fui, era martes así que la entrada eran unas zanahorias ralladas con un par de semilltas de sésamo, el plato principal era «milas de berenjena con arroz bien rico». Y tal cual, estaba demasiado rico: las milanesas, cortadas bien finitas y apenas condimentadas estaban exquisitas; un té frío de limón y jengibre; y por último una voluptuosa mandarina (que me lleve a la facu para comer en el recreo).
Hay que resaltar que la decoración de cada centímetro del menú es una delicada obra de arte.
Macanudo también te permite llevarte tu menú. Así que si no llegas al horario (12 a 15h) que ofrece el Saludo al Mediodía podés buscar todo y llevarlo en un tupper. Si haces esto, tenés descuento. ¿No es genial?. Aún así yo prefiero ir a comer porque la atención y la preparación del staff es realmente acogedor.
La página de Salvaje Laboratorio De Cocina es activa, divertida y hasta cariñosa, fiel reflejo de sus dueños y trabajadores. Acá se postea todas las semanas el menú:
Este laboratorio de cocina nació en julio de este año. Y desde ese momento no para de mejorar, probar e innovar.

Vraiment cool. Comme Hostel c’est super bon marché et représente à mon avis ce qu’on peut attendre d’un hostel en général. Le petit-​déjeuner (Pain, dulce de leche et café/​thé) est inclu. La douche est plutôt un filet d’eau, et les toilettes sont plus ou moins propres, mais ont une apparence un peu usé.
Le service au bar est un peu lent. Mais c’est compréhensible, comme le bar est plein presque tous les soirs et il y a toujours des groupes qui jouent, ou des artistes qui tiennent des monologues.
Comme il y a peu de chambres l’ambiance est vraiment amicale et on se sent très vite chez soi.
Les mets sont extraordinairement bons, j’ai mangé un hamburger et il était délicieux et pas cher (60 ARS = 3.50 €).