Molly Bloom

Un bar del montón en la selva de Nueva Córdoba. Pedí la tabla de la casa, que estaba rica pero no me maravilló. A la hora de pedir el trago para terminar la velada decidí ir por la fija: un Old Fashioned. Lo pido en cada bar al que voy y éste me desilusionó. Los mojitos, regulares. Probablemente sea mejor idea tenerlo en cuenta como un bar para tomar unas cervezas con amigos y comer algo, ya que es pintoresco y dispone de mesas tanto en el interior como en la vereda.

Me senté y la moza vino rápido a traerme la carta. Esta tardando con el pedido. Un café sólo con tostadas y unnjugo de maranja. Fuera de eso el lugar es lindo. Cálido. Ahí llegó el pedido. La música es tranquila sin ser aburrida. Permite charlar o estudiar. Pasan espn en silencio. Fútbol punto a su favor!!. Café rico. no es espectacular. Las tostadas de pan casero son grandotas. Es muy chistoso el cartel que reza «todos los días un menu con carne » es un tanto provocador en épocas en las que todos ofrecen menús veganos o vegetarianos. Ahora pediré un jugó de Naranja. Espero que sea rico. Lo tuve que ir a pedir porque la moza nunca me veía. En fin. El jugo es jugo. Me gusta este lugar. Voy a volver.

Es un bar ubicado en plena estrada, si pasas caminando o en auto seguro que lo ves porque tiene un cartel gigante con el nombre del lugar. Fui varias veces a consumir ahí.
La primera pedimos una picadita con cerveza, éramos cuatro. La comida es normal, no es algo muy rico y tampoco desagradable, pero los precios son más elevados que otros bares de Nueva Córdoba.
Adentro está bien acondicionado, pero me parece un poco oscuro, prefiero sentarme afuera, por eso para mí es ideal cuando hace calor.
Dentro de todos los barcitos que hay por la zona, es uno de los más lindos. Es limpio, te da sensación a nuevo. La atención varía.
La primera vez nos atendió un chico re piola, divino, muy buena onda, venía a cada rato a preguntarnos si necesitábamos algo. La última vez que fui estuve media hora sentada adentro esperando que me traigan la carta, pero la moza adentro es como que no atendía, salía y entraba porque afuera estaba lleno.
Es ese momento que esperábamos, le dije a mi marido, vamos, si para que te traigan la carta demoran 30 minutos de reloj no me quiero imaginar si hacemos un pedido. Y me pregunté, si la atención acá no es tan buena porque está lleno? De lunes a viernes hay happy hours, 2×1 en cerveza, porque si no no se explicaba! La cerveza ahí es cara, sale casi el doble que en otro lugar.

No suelo salir a tomar algo en Nueva Córdoba, porque sé por experiencia que casi todos los bares tienen lo mismo y por el mismo precio. Ese precio suele ser más caro en la zona de Nueva Córdoba porque es una zona de boliches y restaurantes, y saben que nadie va a tener ganas de ir a otra zona solo por gastar menos en un bar.
Yo fui a Molly Bloom una vez hace un par de años con unos amigos australianos. Estaban por volver a Australia y querían tomar algo tranquilo antes de irse. Me parecía interesante el nombre, algo irlandés capaz, no estoy segura. Pedimos unas cervezas Stella Artois no más, que venía con maní como de costumbre, y nos pusimos a charlar.
No me acuerdo si alguien pidió algo para comer, digo algo más que maní. Estaba bueno que había mesas afuera porque hacía mucho calor y no queríamos estar adentro. Había muchas mesas adentro también, y por fuera parecía que el bar tenía una onda bien moderna.
En términos de la carta, sé que hay mucho para elegir. Para tomar, tenés mucha variedad de cerveza, tragos, y más. Para comer, hay ensaladas, pizzas, picadas, y sandwiches.

Almuerzo de buenas nuevas
Con Noviembre llegó fin de año. Esta es la época en la cual las personas empiezan a juntarse para despedir el 2014. Mejor reunirse ahora que en diciembre, ya que durante este mes es prácticamente imposible hacer sociales.
Ayer quedamos en almorzar por Nueva Córdoba con tres de mis compañeros de mi colegio. No queríamos ir a JBG o alguno de esos restaurants donde solemos ir.
Por eso elegimos Molly Bloom, un resto que nació este año y es muy conocido para tomar tragos en los happy hours de verano.
Llegué a las 13 30 y ya estaban mis amigos: Charly y Marce. A los pocos minutos nos atendió un mozo que nos trajo la carta. Las opciones eran varias: lomitos, pizzas, ensaladas, milanesas, rabas, sándwiches y papas. Yo había optado por alguna ensalada y los chicos por una pizza. Pero faltaba mi compañera, Alfo. Apenas llegó, pedimos una pizza especial para ellos, una ensalada cesar para ella y otra Bloom para mi.
A los 15 minutos llegaron los pedidos. Mi ensalada era muy rara, tenía: tomate, rúcula, palmitos, Kanikama y brotes de soja. Estaba buena y era bastante abundante.
Todos los menús estaban muy bien — por lo menos no quedo ni una miga en el plato-​.
Cada uno pago 85 pesos por un rico plato y un gran momento de buenas noticias con amigos de toda la vida.

Molly bloom es uno más de los tantos bares para tomar y comer algo por las noches que abundan en la calle Estrada. Este lugar en particular esta muy bueno, llama la atención al pasar por el frente y dan ganas de entrar. Es bastante chico en el interior, porque la idea es sentarse en las mesas de la vereda, que son muchas y muy cómodas, y donde tenes vista a la calle, a los autos, a la gente, bastante más interesante que estar encerrado en el interior.
Está muy bien puesto, ambientado de una manera muy agradable, sillas y mesas cómodas, cosa que siempre se agradece, y una iluminación tenue que te da la privacidad necesaria y a su vez es suficiente para verles las caras a los que tenes enfrente.
En mi caso fui una noche de sábado, hace unos meses, a comer pizza libre. Debo decir que estaban realmente muy ricas, te traían de la variedad que pidieras hasta que te canses, y me arrepiento de no haber ido con más hambre porque me quedé con ganas de comer mucho más.
La atención muy buena, la música también y en el volumen justo para ambientar y no molestar la conversación. Muy recomendable!

Molly Bloom es una de las tantas opciones para cenar afuera o ir a tomar algo en Nueva Córdoba. Yo fui en varias oportunidades y salí satisfecha pero no fascinada. Es bueno, pero no se distingue del resto, es un bar más. Tiene mesitas en la vereda y en el interior. La primera vez que fui llegué por casualidad. Estábamos buscando un lugar para tomar algo, no teníamos nada definido, empezamos a caminar por Estrada, encontramos lugar y entramos. La atención es muy buena, la música también y algo que rescato es que no estaba muy alta, se podía conversar sin estar a los gritos. Siempre que fui consumí tragos que estaban muy bien y se comenta que las pizzas y lomitos son ricos. Desconozco si aceptan tarjetas porque siempre pagué en efectivo pero de igual manera, los cajeros automáticos abundan en el sector.