Studio 86

Ufff, años de ser clienta del majestuoso Cysar, años de reírme, años de volver a el para que me «tunnee» mis cabellos, años de salir con sonrisas y con algo distinto e innovador.
Pasan el tiempo y sigo volviendo a el.
Studio es muy lindo espacio. Donde te sentís cómodo, ponen música copada, y te ofrecen ofrecen buena onda desde el momento en que pedís el turno hasta que te vas.
Además de peluquería es barbería, en donde podés tomar cursos los lunes para ser barbero (muy interesante y con excelentes profesionales).
Esta ubicado en zona céntrica de la ciudad, a sólo unas cuadras de plaza Colón.
Como siempre, súper conforme y juro que desde que conocí el talento de César (aproximadamente 10 años), no me quejo más de los peluqueros, con el voy con los ojos cerrados!
Grande Cé y su bello staff!

Soy fan. A muerte. Studio 86 es el lugar donde quiero llevar a mi barba todos los dís del año.
Hace dos años [a los ¹⁶⁄₁₇ aprox] decidí tener barba, y con el tiempo descubrí que no es cuestión de que crezca pelo en la cara. Que es algo que hay que cuidar, controlar, esas cosas. Y es Studio 86 el mejor lugar de Córdoba para eso.
Atendido por Cysar y su staff, es un lugar donde se hace un culto al perfeccionismo que siempre da frutos. No es como cualquier peluquería donde el corte es algo higiénico de 20 minutos, acá podés estar horas siendo atendido, con un especialista que se va a encargar de cada detalle para que salgas faxero de acá. Hace un tiempo que soy asiduo, y no sólo dejo en sus manos mi aspecto, si no que logré que muchos amigos decidan ir y probar la experiencia, y todos salieron super conformes.
La atención es genial, siempre hay buena música y buen humor, algo para tomar y una charla piola. El lugar también se presta a eso, es una casa muy bien decorada, con espacios amplios y cómodos, que dan ganas de quedarse ahí toda la tarde.
Los precios son un poco más altos que en otras peluquerías, pero la diferencia es que en Studio, en cada corte, se nota la pasión por lo que hacen.

Hacia 12 años que de manera autodidacta me cortaba el pelo y la barba… llegada la madurez de 32 años decidí ir a un profesional. y nada tan acertado como la palabra profesional. César no sólo me atendió de manera excepcional si no que me asesoró sobre todo lo inherente a la barba, cuidados, estilos etc etc…
Gran experiencia. reconfortante atención y mejor entrega de producto final.

Nada que decir, esta es la primer y única barbería de Córdoba. Si hablamos de barbería hablamos de peluquería y con decir que es una excelente barbería queda clarísimo que es una espectacular peluquería. Tiene un estilo único y es agradable y relajante.
Tanto a mujeres como a hombres se los trata de una manera especial y como realmente se lo merecen. Puede que sea caro el servicio pero realmente lo vale. Y la actitud de las personas es muy fresca y divertida
Recomiendo venir y probar, no cuesta nada, van a quedar maravillados y no van a dejar de venir nunca más. Vengan y prueben sin compromiso.

Una barbería de película.
De arranque aclaro que no tengo barba pero después de la charla sobre, justamente barbas, me quedé con ganas de ver que podían hacer con mi pelo así que hoy fui.
Llegué con una melena que nada le envidiaba a la de Mufasa, no podía ser controlada de ninguna manera. Me preguntaron que me quería hacer y solo atine a decir confío en vos. El resultado, una maravilla. Estoy mucho más fachero que antes. No posta espectacular. Encima después del corte te pasan ese cosito con pelos y polvo onda talco re de película, me sentí Frank Sinatra por un momento.
Encima la onda de la peluquera fue genial, muy amable y buena onda. Vas a otros lugares a cortarte y la verdad que es un embole, bueno acá la pasas re bien y salís lindo. Obviamente en la barba no me hice nada porque no tengo pero bueno, espero que en 10 años Studio siga de pie para que me hagan algo en mi frondoza barba.

Desde que volví a usar el pelo corto hace poco mas de un año que buscaba un lugar como Studio 86, en el que te hagan un lindo corte de pelo y no te arranquen la cabeza. Pero la particularidad de Studio es que adeás del corte, te afeitan la barba y con navaja, un arte milenario casi extinto.
La atención al detalle y la meticulosidad con la que te atienden es impresionante, un verdadero ritual. Apenas llegás te lavan el pelo y te dejan un rato con una toalla caliente hasta que te atiende Cysar, el barbero y te pregunta cómo te gustaría cortarte. Eso si, él le va a dar una vuelta para ponerle mas onda y que no sean todos los cortes iguales. Lo mismo para la barba («no es lo mismo dejarse crecer el pelo en la cara que usar una barba» dice).
A diferencia de la mayoría de los lugares, acá no te despachan en un ratito sino que se toman el tiempo que haga falta para que quedes diez puntos. Paso a paso Cysar te va explicando el por qué y cómo de las cosas que te va haciendo, desde delinear la barba y el bigote hasta el bálsamo para barba que te pone para el final.
El local tiene una decoración fantástica, bien a la antigua. En una esquina hay una vitrina con los productos que ellos usan a la venta para que te los lleves a tu cas a y hasta te convidan con un trago para que te relajes y la espera sea más amena.
Ciertamente no es barato, pero no es una locura de caro en comparación a lo que te cobran en cualquier peluquería. Pero Studio no es cualquier peluquería.

Una de las cosas que más me gusta de Unilocal es la diversidad de eventos que se realizan, desde salir a comer hasta una clase de DJ. Y en ese sentido, la experiencia que vivimos anoche estuvo buenísima.
Soy una de esas personas que no tienen barba o que deben dejársela un año para que aparezca una sombra, pero fui de todos modos porque me interesaba conocer esto que Gonzalo y muchos otros Unilocalers vivieron como experiencia. Y honestamente me pareció genial.
De entrada, Cysar tomó la palabra y comenzó a darnos una cátedra sobre la historia de la barbería como profesión en el mundo. Realmente es muy grato escuchar a alguien apasionado por lo que hace, curioso al extremo y dedicado en ofrecer algo diferente en una ciudad que está repleta de ilustres improvisados. Luego, entró en términos más técnicos del proceso, dándonos tips y consejos muy útiles y simples a los que asistimos para el cuidado y el mantenimiento de la barba. Finalmente, el momento de la verdad: 5 voluntarios del público pudieron pasar para vivir la experiencia de la barbería en carne propia. Algo que va mucho más allá de un lugar donde «afeitarse» sino que habla y busca generar en los hombres algo de la conciencia perdida de «darnos un momento para el cuidado personal» y que no sea un «tengo media hora, paso rápido y sigo con el día». En ese sentido, Cysar toma esto como un estandarte y es algo súper loable.
Todo esto estuvo amenizado por unas latitas de cerveza que tardaron muy poco en desaparecer y una picadita seca que era el complemento ideal para la noche.
Está bueno disfrutar experiencias de este tipo, encontrar este tipo de espacios y lugares dedicados al cuidado personal de una forma casi artesanal y que realmente ofrece una propuesta de valor para los clientes.
Una sola cosa pienso desde anoche: desearía tener una barba decente para disfrutar del proceso. Así que, por lo pronto, deberé esperar a la pubertad.

Una de las pocas barberías en Córdoba. El lugar esta súper bien ambientado y la atencion es de 10. Un espacio para ir a consentirse un rato, y si querés minarte más te podés llevar productos copados para cuidar tu barba.
Lo mejor tienen un sistema de membresía para que puedas ir a retocarte tu barba en cualquier momento y siempre tengas el mejor look.

Uno de mis nuevos lugares favoritos en la ciudad.
Si hay algo que, tímidamente, venía buscando desde hace un tiempo, era una barbería, un lugar donde alguien además de cortarte el pelo te afeitaran, o te trataran la barba y te dijeran (en serio) cómo te quedaría mejor todo el pelo.
César está a cargo de pensar un corte y un estilo de barba para vos, por eso está tan bueno, porque para el hombre regular la mayoría de los cortes son «de stock», vas, te cortan más o menos como siempre en 20 minutos, pagás y te vas a tu casa.
Acá no, es un corte, pero es una experiencia, así que andá pensando encerrarte un rato y dedicarle tiempo. Acá no te mojan el pelo y te despachan en 20 minutos después de ponerte con 100, 120 mangos, acá tenés que sacar turno, limpiar tu agenda y alistarte para que te laven el pelo, te pongan exfoliante, te pongan la toalla caliente, te corten el pelo con máquina y navaja y te afeiten con cuchilla también.
Sale lo mismo ¿No? Tal vez el doble, pero repito, mientras cortarte el pelo era antes algo prácticamente higiénico, ahora es una tarde copada, en un lugar copado.
Vale la pena, es un viaje de ida.

Es genial que exista un lugar así en Córdoba.
Yo no estaba enterado de que hubiera otra barbería en la ciudad, así que Studio 86 me despertó la curiosidad apenas me lo comentaron, pero medio me colgué y terminé cortándome la barba solo (y mal).
Ahora me tocaba cortarme el pelo y como estaba medio harto de que en todas las peluquerías me digan que con mi pelo no se puede hacer nada más que cortarmelo bien cortito para que no se note lo horrible que lo tengo, justo estaba por la zona y decidí pasar a ver qué onda, sin turno ni nada.
Resulta que el lugar puede pasar desapercibido desde afuera, solo hay un pizarroncito en la fachada que pone «Barberia» y una pizarra más grande con los precios.
Por dentro sí llama mucho la atención, a la izquierda de la recepción está el salón propiamente dicho, con 2 sillones, una decoración buenisima, sillones cómodos para esperar y muchas revistas.
Por suerte no tuve que esperar mucho, enseguida me hicieron pasar a lavarme para el corte y, mientras me lavaba, la chica me indagó sobre qué tenía pensado hacerme, ya que era mi primera vez ahí, le comenté lo que me pasaba, me entendió y me dijo que seguro lo resolvíamos con Cesar.
Efectivamente así fue, Cesar es un crack, me trató genial, me mostró muchas opciones de cortes y me recomendó algo, me explicó que no estaban tratando mi pelo de la manera correcta y que teníamos que empezar un proceso de cambio, dejarlo crecer un poco, sacarle volumen, etc, quedé súper conforme con el resultado final y confío en que, de verdad, la próxima, me va a quedar mejor.
Mientras me cortaba, me delineó la barba y me demostró la abismal diferencia entre tener barba de ciruja (como tenía yo) Y USAR BARBA. Así que la próxima además de cortarme el pelo, me voy a hacer la barba, lo que, según me comentaron, es una experiencia genial.
En resumen, tenía un poco de recelo, o miedo de que fuera un lugar demasiado hipster y no sentirme cómodo, pero, aunque sí es un lugar con mucha onda, la verdad es que me trataron súper bien y me sentí perfecto.
También hacen maquillaje, peinados y, me parece, que tienen hasta un estudio de tatuaje.
Se puede estacionar con relativa facilidad sobre Rioja, dependiendo de la hora del día.