Terminal de Ómnibus del Bicentenario

Por desgracia me tuve que clavar dos hs acá esperando, así que salí a recorrer. Esta bueno, es grande y con mucho espacio para sentarse. Hay cajeros locales comerciales y para comer. Lo único malo es que esta mal señalado, y los baños no sin fáciles de ver a simple vista

Bueno, fui a buscar una encomienda, y quedé encantado con la nueva Terminal. Ahora hay vida, locales (gastronómicos en su mayoría) y gente yendo/​viniendo/​trabajando ahí dentro.
Su diseño es novedoso con respecto a la otra, vieja terminal. Es algo grande la Terminal, caminarla lleva tiempo. Para los que se pierden para llegar a pata, tienen un link-​túnel via la vieja Terminal.

AMO esta terminal. Me gusta la construcción, cómo está distribuída, me gusta su fachada, su interior lleno –aunque no saturado– de negocios lindos, las boleterías al paso, y afuera es hermosa también. Fui por primera vez hace dos semanas y noté todo impecable.
Hay alta disponibilidad de taxis a la salida, así que volver a tu casa no será un dolor de cabeza, ya no más.

Si bien al principio era un bajón, ahora prefiero mil veces tomar un colectivo en esta terminal que en la vieja.
Por dentro está hermosa, con mucha iluminación natural de día, con mucho espacio, con una muy variada opción de locales para comprar cosas y para comer, y con banquitos por todos lados por si tenés que esperar un rato el colectivo.
Lo que si, es medio complicado el ingreso si no conoces, por arriba tenes que cruzar calles sin semáforos y no hay ningún ingreso bien señalizado. Por abajo si encontras rápido el acceso, es muy placentero, con escaleras mecánicas, pasillos anchos y frescos y con una linda decoración con fotos de la provincia.

Para los que viajamos de manera frecuente desde o hacia la ciudad de Córdoba una nueva terminal de ómnibus era necesario. Esta estación terminal vino a satisfacer esa necesidad, aunque tuvo dificultades en su debut y los primeros meses (2010), en concreto inundación y mal aspecto. Pero con el paso del tiempo se hicieron obras complementarias y mejoras tanto en el interior como en el exterior del edificio.
En la actualidad (Octubre 2015), la Terminal del Bicentenario cuenta con una gran variedad de locales comerciales, desde bares, kioscos, hasta regalerias y kioscos de diario. Y obviamente, boleterías. La fisonomía es básicamente un gran y largo pasillo en donde se ubican estos locales, y afuera las dársenas donde para los coches. Hay bancos tanto adentro como afuera para sentarse y esperar. El lugar cuenta con seguridad privada y personal policial constantemente, ante cualquier circunstancia.
También hay baños públicos que por lo general están limpios, e incluso algunos son aptos para personas con movilidad reducida.
En fin, una terminal que no es de admirar pero tiene todo lo que un pasajero necesita.

Probablemente me gane el odio de la comunidad al decir que a mi la nueva terminal ME ENCANTA. Sí, está mal hecha. Sí, los colectivos de larga distancia no entran. Sí, se inunda. Sí, se lavaron millones de pesos cuando se hizo. Sí, etc. No me importa. Me gusta mucho.
Prefiero mil veces tomarme un colectivo desde ésta que desde la otra, que me parece un infierno directamente.
Al principio era un chorizo largo y eterno con locales vacíos, pero ahora están todos ocupados y hay muchas opciones gastronómicas que no son tan malas para ser una terminal.
Tiene un pasillo que conecta la nueva terminal con la vieja, con fotos de los lugares más lindos de la provincia y escaleras mecánicas.

Si buscás «absurdo» en el diccionario aparece la Terminal de Ómnibus del Bicentenario. Es casi literalmente el mundo del revés. Vamos a obviar el hecho de que está en un área bastante céntrica y que el tráfico de colectivos que entran y salen ayuda bastante a empeorar el ya caótico tráfico de la ciudad.
Tampoco vamos a profundizar en que, apenas inaugurada, se inundó y quedó bastante inutlizada por un tiempo porque fue hace mucho. O que los colectivos no entran porque el giro es muy cerrado y la mayoría siguen usando la terminal vieja.
Acceder a la terminal no es cosa fácil. No hay muchos colectivos urbanos que te dejen cómodo y si vas en auto particular no hay un lugar para ascenso y descenso de pasajeros. Podés estacionar en la terminal vieja, pero desde ahí tenés que caminar un equivalente a dos cuadras para llegar a la nueva. La terminal es bastante grande, pero tiene pocos lugares para que los pasajeros esperen cómodamente sus viajes. Las boleterías están dispersas entre la nueva y la vieja y curiosamente muchas no funcionan en el área que dice «boleterías».
A favor se puede mencionar que desde su inauguración hace unos cinco años se abrieron muchos negocios y bares que no son tan caros como uno esperaría de una Terminal.

Esta parte de la terminal parecía un pasillo eterno, abandonado e innecesario, pero ahora que está terminada está muy bien. Antes era muy solitario pasar de la parte vieja a esta, estaba todo vacío y ni loca iba sola. Pero ahora está iluminado, circulan policías, está decorado, hay más movimiento. Igual no entiendo bien la necesidad de hacer este pasillo larguísimo con escaleras mecánicas, seguro tiene un fin arquitectónico que desconozco pero me parece muy poco práctico caminar todo eso cargando bolsos. Una vez que pasás toda esa parte y llegás a la terminal en si, parece más un shopping. Está lleno de negocios y lugares para comer. Dan muchas más ganas de esperar un bondi ahí que en la otra parte: ir de noche a la otra te hace sentir tan seguro como sentarte en la vereda gritando que tenés plata en la billetera. Los kioscos no son carísimos como pasa en general que si comprás algo ahí te gastás la mitad de la plata del viaje.
Todo esto aplica para un día normal, porque si llueve suele inundarse y es un desastre todo.

No todo lo que brilla es oro
La Terminal del Bicentenario es una de los monumentos más novedosos e importantes de los últimos años en la ciudad de Córdoba.
Desde esta estación, salen colectivos a localidades de Córdoba, provincias de Argentina y países del Mercosur.
En esta plataforma hay farmacias, bares, kioskos y locales de celulares.
La Nueva Estación Terminal de Ómnibus de Córdoba (NETOC) es una obra moderna y espectacular a simple vista.
Sin embargo, el espacio es demasiado amplio, sus pasillos son demasiado extensos que dificultan la movilidad de las personas –especialmente las de los ancianos, niños y discapacitados-​.
Además, a veces la NETOC se inunda.
La zona no es la mejor. Sobretodo a la noche.
Es por eso que la Nueva Terminal es más brillante que funcional.

Uno pasa por el frente y ve desde afuera la nueva terminal de ómnibus de Córdoba y dice guau, que bien Córdoba! Esas cosas funcionan así. Sin embargo…
Desde que fue inaugurada la nueva terminal ha tenido innumerable cantidad de problemas, que se inunda cada vez que llueve, que hay una parte de la terminal que está clausurada, que se gastó muchísima guita y la terminal todavía no está funcionando en un 65%, que hubiese sido más coherente hacerla lejos del centro para descongestionar un poco el transito que no da más… bueno, la lista es larga así que mejor contar otras cosas que sí tiene.
Tiene 52 plataformas funcionando, y se conecta a través de un túnel con la vieja terminal, que es adonde llegan la mayoría de los viajes de larga distancia. El túnel une al viajero que llega desde fuera de la provincia de Córdoba a la terminal vieja y el viajero que va o llega a los valles turísticos de la provincia. Desde la nueva terminal sólo salen colectivos interurbanos. Las boleterías están un poco escondidas, hay bastantes locales comerciales, seguridad (hay policías como hormigas, también hay seguridad privada), plazas de estacionamiento tanto cubiertas como descubiertas.

Enorme edificación hicieron para la terminal ‘nueva’ que estreno hace un par de años ya. Está ahí nomas, casi pegada a la terminal de siempre.
Es realmente enorme y muy vistoso, dan ganas de esperar un colectivo un buen rato. Bueno quizás no tanto. Por lo que tengo entendido o lo que al menos parece de acá salen la mayoría de los interurbanos, dejando a los bondis de larga distancia en la antigua terminal. Las boleterías están un poco escondidas, deberían estar más a la vista en mi opinión. Hay un pasillo subterráneo que te lleva a la antigua terminal también.
Hay muchísimos negocios, desde regalerías hasta panadería, muy bien ubicados pensando en la gente que se aburre fácil de esperar y compra cualquier pavada. Hay un par de confiterías muy lindas para comer y tomar algo pero a precios bastante caros. Los accesos a la terminal son muchos pero las calles para llegar son un quilombo para cruzar.
Un lindo edificio que ha sido muchísimas veces criticado, con razón quizás, por los problemas que ha tenido cuando llovió un poquito. Supongo que en algún punto desagota el bardo que solía ser, a veces, la terminal antigua.

Lamentablemente, desde que se inauguró la terminal, esta pasó a ser el hazmerreír de la ciudad, tal como sucedió con tantas otras cosas (el faro, la fuente del perdón por citar algunos casos).
Si la ves de afuera y estás pasando por la calle, ves una estructura muy linda, grande y que llama mucho la atención. Pero al entrar es otro el verdadero panorama: la planificación de la arquitectura fue pésima y no hay algo que funcione bien ahí. Y cuando llueve es otro tema aparte. Todo se inunda y es imposible estar ahí dentro. El tema es que mucha gente lo usa para trasladarse diariamente, tanto de su casa al trabajo como viceversa, y gente que vive bastante alejado y todos estos servicios se ven cortados o restringidos por esta mala estructuración del edificio.
El lugar es enorme, con muchas plataformas, con banquitos medio incómodos y duros (pero al menos los tiene!). Dentro tiene un pequeño centro comercial donde podes comprar regalitos si estas llegando de otro lado y te olvidaste de traerle algo a algún sobrino, o algo así. Tiene una cafetería que obviamente es carísima y la atención e higiene dejan mucho que desear.
La realidad es que fué un fracaso como proyecto y no creo que ningún cordobés este orgulloso del mismo. Lo peor es que no se han hecho obras de refacción, entonces cada vez que llueve se sigue con el mismo problema. Pésima administración pública que no cuida los servicios que brinda a sus ciudadanos!

Emplazada estratégicamente en el oeste de la Ciudad de Córdoba, la nueva terminal se convierte en una rápida salida a todos los valles turísticos de las provincia, ya que sólo salen de aquí la mayoría de los colectivos interurbanos.
Tiene 52 plataformas activas, siendo la más grande de Argentina, y se conecta a través de un túnel con la vieja terminal, que desde ésta se realizan la mayoría de las salidas de larga distancia. Además, cuenta con espacios para boleterías, locales comerciales (y siguen agregándose cada día más), seguridad (hay policías como también seguridad privada todo el tiempo), plazas de estacionamiento tanto cubiertas como descubiertas, posee ascensores y escaleras eléctricas (cuando funcionan bien) y frente a las plataformas hay una gran cantidad de bancos, tanto adentro como afuera de la terminal. A la salida de la misma, por Bv Perón hay un acceso exclusivo para taxis, que simplifica tu ida.
Aunque ya lleva inaugurada algunos años (2010) aún se encuentra en construcción «permamente». Su salida principal, para ir al Bv. Illia quedó señalizada precariamente, cuando llueve demasiado se inunda, y siempre se encuentran trabajando en los nuevos locales comerciales que van agregándose a la amplia gama de servicios que podemos encontrar en la misma.