Manolo

Manolo es un gusto del cual no debería privarse nadie que vaya a Mar del Plata. El churro de esta casa de comidas en especial es lo mejorcito de este lugar (mil perdones a los pescados del puerto).
En mi caso, únicamente fui a comprar churros porque, sinceramente, para comer una minuta, me voy a un lugar un poco mas barato.
Pero qué placer sentir el olor a churros recién hechos hasta haciendo la fila para entrar a ese lugar. Es lo único malo: la espera. De todos modos, avanzó rápido, pero los gorditos queremos la comida ya, viste como es la cosa.
El churro impresionante. Fresco, crocante y uno de los dulces de leche más ricos que probé. En fin, es el único que como en MDQ y el único que seguiría comiendo.

Que decir de Manolo? Un icono de mdq que empezó con los mejores churros de la costa (tal vez sólo le ganan los del topo de pinamar) pero año a año fue bajando su calidad. Por alguna razón que todavía se desconoce, no hay asiduo de mardel que no vaya a Manolo, aún cuando salga poco satisfecho y diciendo «ya no es lo mismo».
Sus precios son muy accesibles ya que los platos son para dos personas o incluso 3 si son mujeres. Hay de todo un poco pero el plato fuerte es la súper hamburguesa casera que es gigante.
El lugar del centro es un poco feo, ya que es el típico lugar turístico donde todo el mundo va y siempre hay cola, no podes comer afuera y esta siempre repleto siendo un local grande. El local de la costa en cambio tiene su lugar afuera y es más tranquilo, sin mencionar la vista al mar.
Los mozos son bastante atentos pero nada del otro mundo.
Espero recordar el próximo año lo que siempre digo, porque ya no se si volvería a comer, aunque definitivamente iría a buscar los churros para el mate!

I chose this place because everyone was saying I should go here. However, it was disappointing. First, the air condicioning was set on the lowest level acceptable. You could tell that it was on but just barely. I was wiping sweat beads from my face throughout the meal and so was everyone else. Service was slow and terrible. The servers were probably too hot to move.
The rice with shrimp dish had no flavor. bland, bland, bland. Needless to say, I’m not staying for desert. I’m afraid it would melt before it gets to the table. No paper towells in bathroom also just shows that management doesnt care about it’s customers and is just CHEAP!

Manolo a un clásico de Mar del Plata. Creo que la gran mayoría de los que conocen esta ciudad fueron alguna vez (o por lo menos están familiarizados con sus churros o su fama). Esta sucursal en particular cuenta con una vista privilegiada de la costa, y múltiples mesas bien preparadas para recibir a los turistas en la temporada alta.
Empecemos por lo bueno:
–Si llegás tarde a la ciudad (al menos a principio de diciembre, que fue mi caso) es prácticamente uno de los únicos lugares abiertos. Le preguntaron a un mozo en la mesa de atrás mío hasta qué hora abrían y respondió «generalmente hasta que se vaya la gente, sino más o menos a la una».
–Los platos son abundantes, se pueden compartir.
–Hay muchos clásicos, para los que no son muy afines a la gastronomía más sofisticada (milanesas, rabas, sándwiches, papas fritas…).
–Venden línea Coca-​Cola (no me digan que no les importa).
Lo malo:
–Es ruidoso, aunque no es sorprendente por la cantidad de gente que alojan.
–La calidad no es tan buena, especialmente comparándola con los precios.
–Pueden tardar un poco en atender, pero como antes dije se entiende. Igual, nunca recibí la comida tan rápido.
–El olor del baño era demasiado repulsivo.
Es una visita casi obligatoria para los recién llegados a la ciudad, pero para los que están más cancheros creo que hay opciones mejores.

Me cae bien Manolo, todavía no entiendo bien porque, pero me cae bien. La cuestión es cada vez que viajo a Mar del Plata algún día paso por Manolo a saludar y comer alguna opción de su carta.
Tiene una bocha de opciones, desde unas abundantes picadas (su punto más fuerte) hasta hamburguesas y pastas. Podes encontrar de todo para comer encontrar en la cadena marplatense que comenzó vendiendo churros y ahora son una especie de conglomerado de restaurantes. En mi última estadía pude probar la entraña con papas fritas y estaba ahí, media insulsa. Después también pedimos una tortilla española que no estaba buena y de española tenía poco porque el chorizo colorado brillaba por su ausencia. Lo que sí comimos y fue una fiesta son las rabas.
La mayoría de los platos de Manolo no se destacan por su gran sabor, los tipos apuntan más a la abundancia y ahí cumplen y dignifican *hace la V de la victoria*.
Obviamente que los churros son un golazo de Román. La rompen, de los más ricos que pude probar in mai laif (?). Dulce de Leche, Chocolate y Crema Pastelera son los sabores que Baby Jesus bajó a la tierra para que los mortales podamos disfrutar de esa DE LI CIO SA masa frita rellena de amor.
Por último, este local es el más besho de todos. Tiene vista al mar, muy luminoso y limpio. El problema es que siempre está lleno y cuando esto sucede es muuuuy ruidoso.

Los mejores churros que probé en mi vida los he comido en Manolo. Claramente es el fuerte de esta cadena marplatense, y a partir de la cual ha crecido para ser lo que hoy es: varios locales, algunos solo venden churros pero este, por ejemplo, también se ha transformado en un restaurant.
Quiero aclarar que mi valoración 5 estrellas es por los churros, NO por el restaurant ( Unilocal no me permite usar negritas o subrayado pero imagínense la frase anterior totalmente resaltada), que sin dudas es el más lindo de todos los negocios que tiene la franquicia, con una vista inmejorable al mar desde su enorme terraza. Funciona en una de las antiguas casonas de Mar del Plata, que es una belleza de por sí, y si además adentro se come rico, mucho mejor. Eso sí: hay horas y horas de espera, ni hablar si estamos en temporada o en un fin de semana largo. Por eso suelo evitar ir a comer a Manolo: no lo vale tanto. Venden buenos sándwiches, pizzas, pastas, hamburguesas y la picada más grande que he visto en mi vida. Todos los platos son realmente grandes, sin excepción.
Los precios son normales, ni te matan ni es algo que te resulte barato. El tema es que la comida no es algo extraordinario, simplemente está bien. Entonces, prefiero ir a otro lado con vista al mar (¡la costa marplatense se caracteriza por ser bastante amplia!) y no tener que morfarme una hora de espera. Eso sí, los churros son inigualables. Lo bueno es que hay un localcito más chico al costadito del restaurant en donde podés pedirlos para llevar, evitando las filas. Los hay simples ($ 4.5) y rellenos ($ 5) con dulce de leche, chocolate o pastelera. Llevar una docena vale lo mismo que llevar 12 churros sueltos (daaaale, qué te cuesta regalarme uno). Pruébenlos y después me cuentan.

Lugar repleto de gente, ruidoso, con servilletas resbalosas y papas fritas de mentira. La visita a Manolo vale por dos cosas: la vista al mar, a la altura de Playa Chica, y los churros.
Fuimos a almorzar, pedí un ternerito (una versión del chivato uruguayo) que venía con papas (que ya dije que no eran papas). El sándwich venía con pan de leche — raro– y en conjunto, un MEH. Los otros pidieron una hamburguesa doble, que es tan grande como muestra la foto, una milanesa y un pancho Múnich (salchicha alemana con chucrut). Las porciones son abundantes, ojo al pedir mucho, algunas cosas son para compartir.
Para conseguir mesa hay que ir temprano (tipo 12), sino hay que hacer fila, una para mesas de adentro y otras afuera. Los churros son muy ricos y se pueden comprar en el local de abajo.

Es una de las pocas opciones «rapidas» que hay por la zona fuera de temporada, tiene un menú muy variado, desde sanguches simples a platos super elaborados.
El precio es un poco salado, pero muchos platos son abundantes, así que se puede compartir.
Lo malisimo, solo aceptan efectivo y son nulos los cajeros por la zona.

3.5 porque odio la gente. Es el único problema que veo en este lugar, aunque la comida tampoco es lo meeejorrrr del muuundo. Lo que tiene es que es ABUNDANTE.
Las planchitas mixtas son para 2 personas. Cortes de pollo, carne y cerdo con vegetales grillados y papas fritas. Delicioso.
Otro gol de media cancha son los sándwiches. Hay algunos enormes y raros. Soy especialmente fan del de atún. La cadena Manolo igual es una de las más grandes de Mar del, históricos sus churros rellenos. Hay cola usualmente para esas cosas.
Las pizzas también son muy buenas. El tema es que no son muy baratas. La fama y el público hacen que sea todo bastante caro.
Esta locación en particular es la más linda y está bien frente al mar. Con sillas afuera, mucha ventana y esas cosas. Es una casa hermosa y gigante. Ideal para ir en grupos.
Los fines de semana hay cola de 1 hora para entrar. Me mato.

So this is a popular beach front spot in Mar Del Plata and it was recommended to us by our lovely landlord. It was ok. we were able to get a table quickly and the food was fast and fresh… nothing out of this world. On our way out we noticed the line was around the block. I wouldn’t have waited at all… but that is me. Best part of the meal is the bakery downstairs where you get chocolate, cream or dulce de leche filled churros to take and eat on the beach! they were fabulous

Manolo empezó siendo un local chiquito que vendía churros en la rambla y ahora se convirtió en una cadena de restaurantes y panaderia impresionante.
La parte de churros y cosas dulces para el mate es muyyy rica. Churros, facturas, medialunas, alfajores, etc son todos ricos!
Y bueno que decir de la parte de comida tienen de todo! Minutas, sandwiches, platos elaborados y las mejores rabas. Las porciones son bien grandes.
Si es la primera vez que van consulten con el mozo el tamaño de la porciones asi no piden de mas. Lo bueno es que te podes llevar lo que sobra. Tiene delivery y take away.
Consejo, si vas en temporada alta o findes largos, vayan temprano o van a tener que
esperar un buen rato porque se llena! Lo que quiere decir que es bueno