Amelia Tea House

El mismo concepto de Pauline, y si no me equivoco es de los mismos dueños.
Casa de te, con especialidades en pasteleria que no hay que perderse.
Ambiente chico pero espacioso, muy lindo

Amelia es un lugar increíble, la decoración recuerda a una antigua sala de té, pero sin embargo es muy moderno, hay un montón de mesas y, aunque el local es chico, no están amontonadas, se puede estar muy cómodo. El ambiente es acogedor y para nada ruidoso. En cuanto a la carta, todo es riquísimo, especialmente el café tentación, un must si vas a merendar, con montones de tortas y especialidades para acompañarlo. La atención es intachable y siempre te atienden con una sonrisa. Si estás por Ramos y buscás un buen lugar para merendar, la elección es simple, no podés equivocarte con Amelia.

Mi lugar favorito para merendar en Ramos. Las especialidades de la casa son muy buenas (especialmente el pastel de Belem). Las tortas, los cafés (deliciosos) e incluso los almuerzos (probé una ensalada con salmón) son exquisitos. El ambiente también es adorable, muy femenino. Recomendable.
A la tarde es difícil conseguir lugar y, lo más probable, es que tengas que esperar mesa, pero vale la pena. También es difícil hablar con tanta gente hablando ahí adentro, pero todo depende del momento del día en que vayas.

Este es el lugar más minitah en todo Ramos. Es HERMOSO, súper tranquilo y el ambiente y la atención son geniales. Tiene dos pisos y hay mesas afuera también.
Se especializan en hacer té y en todo lo que es pastelería. Es el lugar ideal para ir a tomar el té con amigas a la tarde.
Tienen algo que a mí me encanta y que nunca vi en otro lado: pastel de Belém! Se me hace muy difícil no pedirme uno cada vez que voy porque son mi perdición.
Otra cosa riquísima son los scones. Yo particularmente, me pido los scones neutros con mermelada para untarlos y los acompaño con un té verde que tienen que es súper dulce.
Nunca fui a almorzar a Amelia porque no me parece que es «lo suyo». Creo que lo único que hacen son tartas y ensaladas, y eso no es lo que más me tienta.

Amelia es un nuevo lugar que sólo tendrá algunos meses en Ramos. Es una esquina donde, de afuera, uno puede pensar que es un bar normal. Pero cuando entrás, el lugar es increíble. Siempre lleno, la decoración es espectacular: con muchos muebles antiquísimos, todo los detalles acordes a una antigua casa de té. Me sorprendió la cantidad de muebles reciclados y de todo tipo que vi. Cada mesa tiene su personalidad.
Hay varios ambientes abajo y también arriba, una pequeña terraza con al menos 6 mesas grupales más. Y hoy chequée que tienen una especie de mostrador o barra en la misma terraza, con espacio para tortas y demás.
Amelia tiene una carta amplia: sobre todo de té, by Inés Berton: alrededor de 5 páginas de infusiones. También tienen tortas caseras muy buenas, una variedad de sandwichs, scones, cuadrados, cafés especiales y licuados. Me gusta mucho la atención –al menos en la terraza– siempre fueron muy atentas cuando uno por ahí piensaría que en la terraza la atención puede ser más lenta.
Pedimos varios tostados: una cosa que no me gustó es que cada tostado venía con 3 porciones solamente cuando en realidad debería venir con 4. También ordenamos limonada que estaba riquísima y licuadros multifruta. Definitivamente no es barato pero me gustó la experiencia.