Esta es mi agencia de lotería, no soy un jugador empedernido, pero de vez en cuando, un numerito de quiniela me atrapa en los sueños y me acerco hasta aquí y lo juego. Es un club social del pueblo, nos conocemos, nos reímos y nos cuentan que premio y de qué cuantía han entregado esta semana, es como el viejo dicho, «se dice el pecado, pero no el pecador», y así es como nos reímos y nos explicamos lo que haremos cuando ganemos el quini, el loto, la cabeza de la quiniela y le prometemos lo que le daremos, el asado, el viaje o la facultad del niño, soñar no cuesta nada, jugar sí. El dueño es una persona encantadora, y sus dos empleados de siempre lo son más, el «chico» y la «chica» porque no recuerdo sus nombres, pero son increíbles y nos hacen reír siempre a todos. Aquí se juega lo que en cualquier agencia de lotería, quini 6, loto, quiniela nacional, provincia, Córdoba, Montevideo, y todo lo que sea azar y posibilidades. En la puerta, siempre ves bicicletas esperando los números de los sorteos de la mañana, vespertina, nocturna, y así vamos pasando y jugando esos pesos con un solo deseo, ganar. El nombre es lo mejor, y creemos todos que jugando en el suertudo, con tanta buena onda, seguro que lo seremos un día.