Amaranto

«Casa de comidas caseras y light» es su slogan. Yo, en general, al hablar de light sigo de largo, pero en este caso me detuve, obligada por mi prima, no voy a mentir, pero me detuve al fin y al cabo. Y enhorabuena. Compramos unas empanadas y seguimos para su casa. Una vez ahí las calentamos y sucedió el milagro: eran deliciosas! Les teníamos poquísima fe de verlas todas aplastadas en la bandeja. Calientes eran un sueño. Pedimos de verdura, de humita y cebolla y queso, los tres sabores son para halagarlos.
Una desventaja de este lugar es que con la fachada no te llama ni loco. Te lo tienen que recomendar, avisarte que es bueno o, como me pasó a mi, tenés que estar muerto de hambre y apurado. Si no se da algo de eso, pasás de largo. Un garrón.
Los precios son moderados, pero al ser tan rico medio que no molesta, uno se lo aguanta. Además de las empanadas hay menúes, a precios módicos también y tartas y algunos sánguches orgánicos o algo así. Todo casero. Tienen algunos micro ondas, donde también podes pedir que te calienten la comida.
Para romper con la rutina de las empanadas medio vacías que venden en el centro, este es el lugar ideal!

Amaranto siempre te saca del paso con las empanadas más ricas del barrio y son una autentica bomba! tiene muchos sabores diferentes, hay unas que vienen con panceta adentro que son riquísimas! eso sí, olvidate de la dieta! Luego tienen tartas de zapallo, de cebolla con queso, de espinaca, etc, también tienen tortillas de papa, tienen calentadores donde podes encontrar milanesas berenjenas a la milanesa, etc. También te calientan las cosas ahí, si así lo querés, obvio que venden gaseosas, eso no falta, te proveen de cubiertos de plástico, algo que es siempre útil lo único que hay que tener en cuenta es que pueden ser un poco caro a veces, así que a no emocionarse con lo que uno compra porque todo es súper tentador, y a la hora de pagar puede ser doloroso si uno no se controla un poco!
Como venden mucho es normal que cuando llegues, la comida todavía esté caliente porque recién sale del horno! (eso siempre es un plus!!)

Los sábados al mediodía suelo buscar el almuerzo tardío en Amaranto con mis compañeros de Biodanza. Después de disfrutar de un bello encuentro qué mejor que coronarlo con un rico almuerzo! Para seguir criando «biopanzas» como solemos decir entre los concurrentes.
Amaranto es una rotisería sencilla, pero la facha es lo de menos en este caso porque lo importante es la comida y le ponemos un muy bien diez felicitado.
Las empanadas son grandes y tienen abundante relleno. Las de carne son mis preferidas, pero sinceramente me gustan todas, incluso las de verdura, que en otras ocasiones suelo evitar. Si son de Amaranto me animo. Las tartas también son increíbles; altas y sabrosas. La masa es casera y logran un punto intermedio entre grosor y crocantes. Y en este rubro también me animo a la de verdura sin chistar.
Como si esto fuera poco, los precios son accesibles. Te atienden rápido y bien.
Hay varias alternativas en las bandejas, como zapallitos rellenos, panaché de verdura, papas y batatas al horno, etc. Lo cierto es que, generalmente, terminamos eligiendo las opciones más sencillas para el pic nic en el parque y las más cómodas para llevarse «puestas» porque salimos con hambre.