Bachira Bar

Tengo un amigo que es de Inglaterra y que vivió acá, a él le encantaba éste bar, ni idea qué onda, aunque sí: vieron cómo son los ingleses de raros…
Cuestión que si nos juntábamos a la tarde el quería merendar acá, y aunque la mayoría de las veces le paraba el carro porque si ven la cantidad de estrellas se daran cuenta que no eran las visitas más simpáticas para mí.
Esta parte de la ciudad es re agitada, entonces siempre está lleno de gente sin ganas de vivir que medio tira malas vibras para todos lados y eso no te va a dejar ser feliz así estuvieras comiendo lo más rico del mundo, que tampoco es el caso, quiero decir, no es fea su comida, pero no es la más rica del mundo, es normal un poco rica. Por lo menos la de la merienda.
La atención es poco feliz como los comensales, no se, malas vibras todo chicos no vayan,

A este bar iba siempre cuando mi mamá me llevaba al oculista de chica. A la clínica del ojo que está a unas dos cuadras, también por Italia. Recuerdo que con mis hermanos (todos los años íbamos por controles a esta clínica) nos tomábamos unos submarinos que eran geniales. Además, siempre nos pedíamos unos carlitos o bien unas medialunas dulces que eran buenísimas.
Hace poco fui y me acordaba de aquellas épocas cuando era más chica, y me dio un poquito de nostalgia el lugar. Ahora parece estar como mucho más amoldado a la gente de paso o será que yo me estoy volviendo grande y ya no aguanto tanto disturbio. La gente entra y sale muy rápido de ahí, hablan fuerte (ahora), hay muchos alumnos de la facultad de Derecho que queda ahí nomás, cruzando la plaza que queda enfrente.
Yo todavía sigo sosteniendo que antes era un lugar que esperábamos con ansias junto a mis hermanos, ahora lo veo más rudimentario, como si tuviera que entrar y salir volando porque la gente se amontona, desayuna o merienda y sale corriendo de nuevo a sus trabajos.
La atención de antes y la de ahora, fue y sigue siendo buena. Los mozos van un poco al ritmo de esta vorágine que es el pleno centro, pero son eficientes y cordiales.

Ubicado estratégicamente en la esquina de Balcarce y Córdoba enfrente del Normal N° 2 y a metros de la facultad de Derecho. Su clientela se conforma casi exclusivamente con alumnos y profesores de ambas Instituciones, es común escuchar de una mesa vecina, interesantes charlas de temas académicos o simplemente gente que se toma un descanso en su tarea del día. Debido a esta particular clientela, el ambiente es generalmente, un poco estresante, ya que quizás tenemos en la mesa de al lado, a un grupo de 10 adolescentes, un tanto ruidosos jaja.
Te recomiendo que si vas a la mañana o a la tarde (es decir a desayunar o merendar), te pidas un tostado de jamón y queso, es realmente exquisito !! y si vas a comer, los sándwiches calientes son de muy buena calidad y muy abundantes.