De todos los bares que rodean a la Estación, este es el que más me gusta. Más de una vez he tenido que esperar a algún amigo de viaje o a algún pariente que sale y me he cruzado a este bar alejándome del bullicio de la Terminal o simplemente porque sé que tienen buenas ofertas para comer. El local es amplio, tiene mesas en la calle que la verdad ni loco usaría, el tránsito por esta calle es demente y entre los ruidos y el humo de los caños de escape, creo saldría enfermo. Pero su interior está siempre bien acondicionado, el servicio es muy bueno, y el mozo que me toca casi siempre es una muy buena persona. Medalla para los baños que siempre están limpios. Los platos combinados pueden ser pizzas, hamburguesas con precios especiales para dos y cerveza. Si no, tienen platos del día como milanesas, ravioles o alguna vez arroz con pollo, en líneas generales son minutas. La televisión encendida pero baja, y si quieres mirarte el periódico tranquilo puedes hacerlo con un café o cortado que ha decir verdad, está muy bien, nada de agua con leche marrón o esas porquerías que odio. Si te toca esperar o simplemente descansar, cruza la vereda.