Be Green

El mejor lugar para almorzar en la zona. Si, les juro. La atención es excelente, la comida sabrosa, y además, tienen riquísimas cervezas artesanales! Es bastante grande, súper iluminado y, a mi parecer, muy buena onda. Conviene siempre pedir el menú del día que sale rápido y suelen ser cosas bastante ricas. Sino también tienen unos filet de pollo (ya se, comida sencilla, pero con sus trucos también) que solo las de mi viejo me gustan más que esas. Se entendió? Hay que ir, si o si.

Platos abundantes. Menu nutritivo y completo. La atención es buena, y rápida. Lo bueno es que las Meriendas y desayunos también son muy buenas!

Llegue a este bar buscando un show en vivo, entonces llamé al lugar con antelación (varios días antes) aclarándole que era para ver el show y que no quería un lugar en la barra sino en una mesa. Llegando al lugar me encuentro con que nos habían ubicado en la barra y para peor lo único visible desde ahí eran dos COLUMNAS, y además de todo debía pagar derecho a espectáculo parecía un chiste. la verdad es que no volvería a un lugar así y mucho menos lo recomendaría. No volvería a un lugar al que poco le importan sus clientes.

Fui dos veces a Be Green. Pero no pienso volver a ir.
La primera eramos un grupo grande de la facultad y como está localizada a la vuelta es seguro encontrar algún estudiante de Derecho, está bien ubicado.
Fuimos a comer pizzas, y aunque en esa oportunidad la atención fue media entrecortada (faltaban sillas, las mozas no eran del todo despiertas) yo lo adjudico a que eramos un grupo de 30 personas, y hasta a mí me hubiese volado la cabeza. Aún así es algo que vale la pena aclarar.
La segunda vez… oh por dios. No. Después de ir y tomar dos caipirinhas — que tenía menos amor que yo por cocinar, literalmente parecía el agua sucia del resumidero — y UNA FETA de salame terminé en cama con una infección estomacal por UNA SEMANA. La atención fue amable, la cerveza artesanal de la casa es buena acorde a la gente con quienes fui.
Cualquier lugar que me deje tomando antibióticos, antigástricos y buscapina por 10 días no se merece ni segundas, ni terceras, ni ningunas oportunidades.

Si bien es un negocio que trabaja desayunos, meriendas y menú ejecutivos, personalmente vengo a Be Green a beber la cerveza artesanal que producen los dueños del local: Ánfora, con dos variedades por el momento, una Blondie (rubia, súper cristalina, floral y muy fácil de beber) y una APA (American Pale Ale, tirando a roja, mas amarga, con un cuerpo intenso y un hermoso retrogusto).
No es una cervecería tradicional y me encanta que sea una suerte de secreto a voces. Dos media pintas, algo de queso y a casa.
Bello lugar.

Vine exclusivamente a probar su American Pale Ale. Y los kilómetros recorridos hasta Rosario, dieron bastante sed que calmó esta rica cerveza artesanal de 5,4%de alcohol, con su presencia lupulada marcada, pero de amargor agradable. Hermoso color y espuma. Y muy cálida atención.
Recomendable.

En una escapada de un finde a Rosario con amigas caímos una noche en Be Green. El lugar es cálido, invita a relajarse y al llegar ya había mucha gente bailando por lo cual me sentí como si hubiera llegado a un casamiento cuando arranca el baile carioca. No me dio tiempo a entrar en calor que ya fuimos a la barra, nos pedimos unas cervezas y al patio interno que hace rol de pista de baile.
Muy buena opción para irse a divertir con amigos y probar sus cervezas artesanales.

Un restaurante de otros tanto que hay en Rosario, Be Green vende la facha de ser una lugar amigo del ecosistema, pero es como dije, solo fachada, ya que últimamente es lo que mas vende y muchos negocios se han tirado para este bando.
Be Green cuenta con un gran menú que tiene opciones y alternativas de todo tipo, desde carnes pasando por ensaladas hasta pastas.
El lunes fui y habíà la promoción de pollo a la mostaza con puré, al ser menú del día viene de regalo la bebida, que como siempre son las gaseosas o aguas saborizadas de 500 ml. La verdad que la comida de diez, muy rica y la carne del pollo no venia seca así que cuidan su cocción, la presentación no es su fuerte pero tampoco es algo que descuiden.
Se ve que el lugar sufrió una refacción reciente, las paredes brillan de la pintura. Un lugar bastante amplio y que cuenta con un patio donde se pone mas a punto la fiesta.
Tienen happy hour de 19 hs a 21 hs de Lunes a Sábados, cuentan con cervezas artesanales y también con las clásicas como Quilmes, Brahma, Heineken. Es un lugar que mantiene los precios a un nivel accesible, no cuenta de precios que te harán poner mala cara como otros restaurantes..

No conocí Be Green hasta hace poco.
Trataba de esquivar (como buena carnívora que soy) los lugares tipo vegetarianos. Tengo que admitir que me equivoqué por completo en el concepto! Sí es verdad que venden comida saludable pero no es exclusivo. Descubrí que también era una cervecería, no tenia ni idea de eso y me compró por completo!
La decoración es muy linda, en colores llamativos y mucho verde, paredes con frases que vale la pena leerlo, un tanto reflexivas pero están buenas. Las comidas son variadas, algunas más saludables que otras pero tienen de todo. Tienen menúes vegetarianos pero también carnes, pastas y platos más elaborados.
Los postres también son muyyyy buenos. Si sos goloso tenes y DEBES probarlos.
Todo esto en el salón cerrado.
Tiene un patio trasero que esta genial! Allí se torna todo un poco más divertido, cerveza de por medio, música y bulla.
La cerveza es artesanal y tiene su propio happy hours a partir de las 19 hs, esto es de Lunes a Sábados.
Cuenta con promociones especiales con previa reserva, para festejos de cumpleaños: consiste en una tabla, cerveza y champagne para 4 a un precio que ya no recuerdo exactamente pero era algo asì como de $ 350.
El patio cervecero no podes dejar de conocerlo! Muy coqueto, bien puesto, bien ubicado, buena variedad en cervezas y tragos! Lo recomiendo para ir con amigos.

Ni me pregunten cómo es que un día llegué a este bar porque la verdad es que no lo sé. Pero resultó que un día estábamos buscando en el centro algún lugar relajado para merendar, lejos de excesos de ruido y de precios, y caímos acá y nos encantó.
El bar cuenta con dos espacios diferentes, unidos por un pasillo: un salón amplio y cómodo adelante, tranquilo, y un patio cervecero, juvenil y ruidoso detrás. Dos climas diferentes en un mismo lugar. La decoración es ecléctica y verde, como no podía ser de otra manera; no se si sigue siendo así, pero la última vez que fui, en la pared del salón tenían pegados vinilos con «consejos verdes» e «ideas» y, por ejemplo, una de las frases decía que en ese bar te invitaban a dejar el celular y conversar, o que te invitaban a jugar un juego: todos los comensales ponían el teléfono en el centro de la mesa y el que agarraba el suyo por el motivo que fuese, tenía que pagar el café de todos. Ideas simpáticas que me sacaron una sonrisa.
Ese primer día nos sentamos en una de las mesas junto las ventanas que dan a calle Moreno porque eran las que mejor luz tenían. En el televisor hablaban de fútbol (era época de Mundial) y el diario estaba a mano para hojearlo. En una mesa cercana tres hombre jóvenes parecían en una reunión informal de trabajo y en otra mesa una chica solitaria estudiaba rodeada de apuntes, con una taza de café y una panerita vacía entre los cuadernillos y resaltadores.
Resultó ser uno de los pocos bares que no son «boutique» o «casas de té» y que te traen las tostadas de pan caseros y el exprimido que es de verdad de naranja. Hablando con amigos que estudian Abogacía ahí a la vuelta me enteré que preparan almuerzo ejecutivos de lo más variados, a muy buen precio, y que los podés encargar por teléfono y cuando salís de clase podés pasar a buscarlos y ya los tienen listo, y que además venden cervezas artesanales. La carta es variada e incluye varios platos vegetarianos, como bruschetas (el mozo me tuvo que explicar qué eran porque en ese momento no lo sabía), wok de vegetales, arrollados de verdura y variedad de ensaladas (también tienen muchos platos para los omnívoros como yo, es simplemente que me pareció para destacar la variedad de platos para quienes no comen carnes).
Pd: Tienen wifi. Lo cual no ayuda a cumplir con esa propuesta de «dejar el celular y conversar» pero siempre es un punto extra si vas solo y necesitás terminar un trabajo en línea, mandar CVs o algo así.

A pesar de la sugerencia del nombre de este bar, que, al menos a mí, me hubiera hecho pensar que sólo venden cosas naturales, pero ¡no es así! Be Green Bar, ubicado en calle Moreno 834 de Rosario, además de tener un amplio comedor con mesas preparadas para almuerzos de tipo ejecutivos, y menús acordes al mismo, tiene un patio atrás que permite en su local la confluencia de dos públicos totalmente distintos. Por una parte, la comida que preparan al mediodía, se adapta a las exigencias del barrio céntrico que solicita a gritos un almuerzo que no demore en llegar y precios relativos a un sueldo de empleados de la zona. Cuestión que cumple con creces este bar. Por otro lado, la suma de jóvenes que se disponen a tomar cerveza en el patio de atrás, hacen que el pasillo que comunica la sala de adelante con este, que es un estrecho pasadizo, haga las veces de contemporizador de ambos públicos. Es que han realizado una buena gestión de espacios, (y marketing dicho sea de paso), para poder alojar dos públicos diferentes en el mismo lugar: Bar Be Green, quizás le falta verde estando en el centro de la ciudad, pero e sobra experiencia en ofrecer lo que buscan sus distintos visitantes.

Es un bar ubicado a escasos metros de la Facultad de Abogacía y la plaza San Martin. Es de estilo bien moderno y elgido por mi gracias a que cuenta con tres murales pintados por el artista rosarino Leo Serial, esta abierto de lunes a sábado, cuenta con un patio cervecero y fabrican cervezas artesanales.
Aquí puedes desayunar y comer tablas clásicas y especiales para dos o más personas, pedir una bebida cola, cerveza o algún vinito y picar fríos y calientes: maníes, queso, aceitunas, papas fritas, variedad de pizzas, bruschetas, sándwiches, carlitos clásicos y de pollo. Variedad de ensaladas, Wok de vegetales, bifes, pastas, salmón y lomito grille entre otros que entran en el menú a la carta.
El menú ejecutivo varía diariamente y tuve la oprtunidad de comer un día jueves Pastel de Pescado, ademas había Arrollado de Verdura y Suprema de pollo con ensalada, e incluíà la bebida y el postre. También tenían «Menú Premiun» que no pregunte en qué consistía, porque es mas elevado su valor.
Mi compañera pidió Arrollado de Verdura que era exquisito y venía acompañado con arroz blanco y finos brotes de soja, de postres nos trajeron, Budín de pan con dulce de leche y un flan casero.
Tienen servicio de WI FI; estacionamiento, terraza y patio al aire libre. Cuentan con servicio de Delivery sin costo de envío y con una demora de 30 a 45 minutos como máximo.