Capote

La atención es buena y el ambiente también! Solo vengo a desayunar! Altamente recomendable café con leche con dos medialunas saladas! Tienen wifi y todos los diarios para leer e informarte

Capote es un bar precioso por donde lo mires! y lleva en esa esquina de Corrientes y Urquiza muchos años, más de los que me gustaría admitir ;) y puedo recordar que este bar era un bar de barrio bastante venido a menos hasta que en los años 90 lo renovaron y quedó lo que vemos hoy.
Adentro se puede ver la historia del lugar, en sus fotos, sus muebles, su barra, sus paredes parece que hablaran y realmente es un lugar precioso para sentarse a tomar un café!. La atención es genial, tanto vale la pena para sentarse a comer una pizza o tomar un rico desayuno por la mañana con medialunas y jugo de naranja mientras lees alguno de los diarios del día que están siempre disponibles para todos los parroquianos, y si lo tuyo no es leer las noticias, Capote cuenta con grandes vidrieras que te muestran una constante película, Corrientes y Urquiza siempre tiene algo interesante para ver!

Conocí Capote una mañana de invierno, había venido a esta zona a hacerme unos análisis de sangre por lo que estaba desayunar y muerta de hambre. Y a eso agregarle las condiciones climáticas que me congelaban hasta el pelo.
Salí de hacerme los análisis desesperada por comer algo. Más que por tener hambre era porque sin nada en el estómago me baja la presión y no quería pasar por eso.
Empecé a caminar y a apenas una cuadra encontré en esta esquina a «Capote». Inevitablemente entré y me pedí un clásico café con dos medialunas.
Me atendieron muy bien, la moza fue muy amable y simpática, y lo que había pedido lo trajeron bastante rápido.
Después, en otras oportunidades visité Capote nuevamente. Pero solo en el horario de la merienda o del desayuno. Por lo que no les puedo decir mucho sobre los almuerzos y cenas del lugar.
Tienen un menú amplio y variado, y con precios accesibles.
Lindo lugar.

Capote es un bar del centro pero su dato distintivo es que lleva en sus espaladas muchos años de trayectoria y fidelidad por parte de sus clientes.
Todos pero todos quienes vivimos en Rosario conocemos algun Capote, pero éste tiene un encanto especial. Será por que fue uno de los primeros (si no EL primero) pero a éste Capote se vuelve siempre.
Es característico por sus exquisitas pizzas, que son realmente recomendables. Tambien ofrece una muy buena cafetería. Por la mañana es el momento más distendido del bar y más aùn si es fin de semana. Debido a su ubicaciòn suele ser un tanto ruidoso y convocante de gente. Tiene muchas oficinas cercanas y la cercania del centro hace que siempre esté repleto.
Todos los días se ven muchos oficinistas y otros como yo, que sólo vamos por saber que el menù del dìa siempre son platos muy buenos.
La decoraciòn es muy propio de Capote, como una marca registrada. Colores ocres son los que priman dentro e infinidades de cuadritos, patentes, guantes de box viejos hasta incluso teléfonos de los 40′ que hacen del lugar un ambiente agradable de estar.
Familiar y cálido!!!

Capote es el típico bar al paso, ubicado en plena calle Corrientes, que más de uno visita para desayunar tranquilo y leer el diario, o para comer algo rápido en el horario del mediodía. Sus promos de desayuno y merienda son excelentes, las medialunas son una delicia. Los menues ejecutivos que sirven toda la semana, debido a que está en una zona rodeada de oficinas y escuelas, es rico y variado.
La especialidad de la casa son las pizzas, realmente valen la pena probarlas y acompañarlas con una rica cervecita; y las minutas o platos rápidos, no se les ocurra pedir un plato ultra gourmet, porque no van a terminar contento con el resultado. Los precios son bastante accesibles y eso hace que sea una más de las razones para elegir este local.
La decoración es estilo pub británico cavernoso, con paredes y mobiliario oscuro, pero con carteles luminosos retro, cuadros de famosas celebridades, publicidades antiguas, una barra con muchas botellas en fila, en fin tienen ese no se qué, que te hace sentir a gusto. La atención es muy buena, los mozos tienen años de experiencia y saben lo que hacen.
Es un lugar que recomiendo visitar un sábado a la mañana, a la hora del desayuno, porque el lugar está tranquilo y uno puede disfrutar de un rico café con medialunas mientras lee el diario y se aleja del caos de calle Corrientes.

Durante casi tres años viví a media cuadra de Capote, y por esas épocas supo salvarme en innumerables ocasiones en las que no tenía ganas de cocinar, o cuando nos juntábamos a comer algo con mis amigas. Siempre es bueno tener uno de estos lugares cerca.
Es el bar ideal para tomar un rico desayuno mientras leés el diario antes de partir a una caminata de compras por el centro. También es el clásico bar de paso cuando se termina esa tarea, porque hacen excelentes y completas meriendas. Al mediodía y a la noche también se comen buenas pizzas, (que es la especialidad de la casa) y minutas: papas fritas, milanesas, carlitos, sándwiches, lomitos, etc.
Por dentro el lugar es muy agradable: sus paredes están repletas de cuadros con imágenes de famosos, viejas patentes y antiguos letreros de marcas reconocidas. La barra que comunica a la cocina es enorme y siempre hay varios mozos listos para atenderte.
Como está ubicado en la esquina de Corrientes y Urquiza, cerca de muchos edificios de oficinas, de lunes a viernes tienen menúes ejecutivos con platos caseros a buenos precios. El delivery también es otra buena opción.

Capote es para mí, el clásico de los sábados a la mañana. Las paredes son oscuras, al igual que el mobiliario, todo en tono marrón mate, pero los accesorios lo encienden. Cuadros de carteles publicitarios clásicos y fotografías de artistas con marcos de colores iluminan el lugar. Hacia la barra cientos de botellas de bebidas ubicadas con delicadeza en cinco o seis estantes que se alzan hacia el techo.
Si bien en Capote se puede almorzar, mi estancia favorita es durante el desayuno. El olor a café recién preparado es cautivante, al igual que las medialunas dulces recién salidas del horno. Un manjar. Estar en ese ambiente es cautivante, tan cálido. Si te sentás cerca de la ventana te entretenés con el movimiento que tiene la mítica esquina de Corrientes y Urquiza.