Cortinas Génesis

Hay casualidades y hay causalidades. Durante unos meses en toda la ciudad llovían folletos de Cortinas Génesis. No había un palier ni un poste de luz que no tuviera el volante. Para esa misma época había decidido arreglar la persiana del departamento que estaba alquilando. Supuse, por la cantidad de panfletos repartidos que demostraba una inversión importante en publicidad, que estas personas me iban a cobrar caro. Pero igual llamé para que me pasaran una cotización.
Mi idea era recuperar el caño y reemplazar algunas partes de la persiana que estaban muy dañadas. Cuando vinieron me explicaron que si hacíamos eso se iba a romper de vuelta y ellos no hacían ese tipo de trabajo: «La calidad es nuestro sello». Inmediatamente pensé que querían venderme una persiana nueva $ 1500.- y me estaban queriendo meter un buzón.
Seguí preguntando precios y averiguando cuanto me salía comprar las cosas y arreglarlo con mi herramientas. Intenté con el caño pero era imposible. La parte que se había quebrado no se podía soldar o pegar porque el óxido superaba en superficie al metal. Las tiras de la persiana que necesitaba comprar nuevas sumaban $ 800.- y tenía que cortarlas para que entren porque el ventanal era desproporcionado.
Obviamente, como puede deducir el lector, terminé llamando nuevamente a los de Génesis. Pagué lo que tenía que pagar y ahora ese departamento que no vale nada tiene una cortina de primera calidad instalada. Espero que el inquilino que me siguió lo haya sabido apreciar.