Bar Rojo

Mi opinión va a ser mas q para el bar en si, para la rotiseria que esta al lado, que es todo lo mismo.
La comida es muy rica! Tiene delivery, y no son de demorar mucho con los pedidos.
Siempre ma salva, es una de las pocas rotiserias que aun subsiste en el barrio. La recomiendo

Entre Rocky Horror Picture Show y alguna de Almodóvar oscila la locura demencial de esta esquina con su apariencia algo pop culture de la periferia de Los Ángeles algunas décadas atrás.
Sí, toda esa mezcla y además lo popular y rosarino con lo que carga un lugar donde se podría filmar una película increíble sobre la vida nocturna de la purpurina litoraleña.
Lugar de despedidas de solterxs no tan mainstream, donde algún transformista hará todo el espectáculo que se espera al entregarle un varón pronto a casarse, con pañales y una peluca amarilla, o esas cosas que pasan.
El lugar ofrece shows varios de ese palo que son lo más graciosos, y bebida mucha y menúes a reservar. En el lugar se enloquecen todos porque las despedidas de solteros que siempre son habitué ceban a todo el mundo y, lógico, se pudre todo. Vuelan bebidas, la gente se sube a todos lados, revolean a los pronto esposados, gritos, conga, gente desnuda, en fin… Alto quilombo el Rojo.

Bar el rojo es una opción diferente en la ciudad. El ambiente es muy amplio, encontras desde chic@s en despedidas de solteros, grupo de amigos, parejas y es frecuentado por gays y travestis de la ciudad. El bar funciona como café concert, los días Viernes y Sabados a las 22 horas se realiza la obra de teatro Ätrapadas en el Rojo”, una obra con un humor desopilante y transformistas que imitan y bailan para el deleite del público. Es buenísimo el espectáculo, interactuan con el público es es divertidísima, ni hablar del buen vestuario que despliegan, mucho brillo y plumas. Para las depedidas de solter@s tenes dos opciones, para ellos los días miercoles a partir de las 22 hs está la noche del Bikini Open y para nosotras los días Jueves es noche de streepers, también a partir de las 22 horas. Estas opciones están incluídas con servicio de cena, se paga una tarjeta única con derecho al espectaculo, obvio con reserva. El bar es chico pero siempre está lleno, por ende conviene reservar para cualquiera de las ocaciones. Ya sea que vayas en plan de pasar una noche super original, a matarte de risa o para festejar un despedida, es un lugar único y siempre la vas a pasar genial. Los precios de los tragos y bebidas son bastante normales. La atención es buena. La onda del lugar sobresale.

El año pasado se casó una de mis amigas y nos dijo: «Quiero todo lo tradicional para la despedida: disfraz, joda y striper, pero el Paso Sport no me gusta». Listo, pensamos que nos estaba dificultando la existencia con esas simples demandas (era la primera y ninguna tenía experiencia en estos quehaceres de la vida). La verdad, por lo que pudimos averiguar, en Rosario no hay gran oferta de lugares para ir en esas ocasiones. Distinto es, si se tiene un lugar puertas adentro.
Dimos con El Rojo porque todo el mundo conoce la trayectoria, y tímidas y desconfiadas reservamos ahí para un sábado de septiembre. Cuando fui en pleno día a dejar la reserva, el taxista me hizo un comentario que me hizo dudar de mi propia decencia (ja). Nos ofrecieron dos menúes (todas teníamos que comer lo mismo): uno con pollo y no recuerdo qué guarnición y otro de pizza libre (el elegido).
Llegó la noche esperada y tras disfrazar a la agasajada y hacerla pasar tanta vergüenza como nos fue posible (sin maldad), fuimos a El Rojo. Nos tenían una mesa larga preparada para nosotras, que seríamos unas 10 o 12, y además al llegar notamos que había también otras dos despedidas: otra chica (de Buenos Aires ella y sus amigas) y un flaquito que estaba disfrazado de Quico.
La verdad, hicimos lo que quisimos: bailamos arriba de las mesas, llamamos junto con las chicas de la otra despedida a un striper (medio rellenito él, lo cual sólo avivó nuestro entusiasmo), comimos, bebimos y vimos un show al mejor estilo teatro de revista, con diferentes sketchs, muchas plumas, divertido y extravagante, ideal para la ocasión.
Había en el local gente cenando en pareja o en familia, era todo muy raro, pero extrañamente la buena onda nos unió a todos y la pasamos mortal. La atención de los mozos y dueños del bar fue impecable, se cumplió con todo lo pactado a pie de la letra.

Uno de los lugares más bizarros, geniales y curiosos en los que estuve nunca fue el Bar Rojo. Ubicado a un par de cuadras de La Siberia, me bajaba en esa esquina cuando iba a la facultad y pasaba por su frente cuando iba a la parada de colectivos para volver a mi casa. Por fuera es un local pequeño, de paredes blancas y todos los detalles en rojo (las rejas, los bordes de las ventanas, el cartel con el nombre); a veces cuando yo pasaba estaba con las ventanas y las puertas abiertas, las cortinas descorridas y adentro gente baldeando el piso u ordenando la mesa, los carteles de «Jueves. Show de Streepers. Sólo para mujeres» o «Miércoles. Bikini Open. Sólo para hombres» contrastando con la vida de barrio de un lunes al mediodía.
Y entonces llegó el día en que fui a conocer. Mi mamá cumplía años y con las amigas se les ocurrió que querían ir a El Rojo. Averiguaron y resultó que los viernes y sábados a la noche tienen un show tipo café concert, «Atrapadas en el Rojo», que es un show de humor y transformismo para toda la familia (bueno, para niños no, pero para todos los demás sí). Así que ahí fuimos: mi mamá, sus amigas, mis hermanas y yo, algunos matrimonios amigos. Nos armaron una mesa larga que ocupaba medio local y para las 21:30 ya estábamos comiendo; el show arrancaba un poco más tarde.
Debo decirlo, el show fue genial y durante días nos acordamos de los chistes y las situaciones graciosas que vivimos ahí. La comida estuvo bien y la atención fue muy buena, y los precios fueron razonables (se abona una tarjeta, que es la cena más el derecho a espectáculo).
La contra: el local es muy pequeño (mi consejo sería que ni te arriesgaras a ir sin reserva) y por eso mismo las mesas están muy cerca del escenario, por lo que con las luces y el humo a veces hace mucho calor y el aire resulta un poco pesado.