García Bar

No me acuerdo cuando fue la primera vez que fui a García. Pero si que en esa época Charly caía sin avisar, a veces incluso sin tener un show en la ciudad. Varias veces lo vi a menos de un metro junto con pocos otros afortunados. Me acuerdo anécdotas de músicos amigos tocando con él. Eran tiempos en los que el rock nacional tenía mucha influencia sobre mi grupo de pertenencia. *(ahora ya somos todos unos viejos que ni pogo podemos hacer).
Pasaron muchos años y volví a ver a una banda amiga en los pagos del rock, Ov. Lagos 30. Misma barra, misma gente, mismo todo. Hay muchos lugares en Rosario que van cambiando con el tiempo y uno tiene que hacer memoria de cómo eran y qué había ahí antes. García es uno de los pocos lugares que se mantiene igual-​igual. Pero eso le juega en contra, porque la masa crítica de parroquianos fue dejando de ir. Y los nuevos habitué no conocen de la mística de sus espacios, la terraza y los amaneceres. Porque antes no había toque de queda, los bares y boliches estaban abiertos hasta las 8am y siempre llenos.
Todo esto que estoy contando ya es sobre la pre historia de la noche rosarina. Pero es bueno saber que hay un templo del rock nacional que sigue de pie en la ciudad. Solamente un bar que conozco tiene más años manteniendo su impronta y dps viene García.

Que lugar de buenos recuerdos!
En García solo se escucha Rock nacional, es un bar bien argento. Y hoy es uno de los pocos que solo pasa Rock Nacional.
Funciona como bar para ir a tomar algo cuando están las mesas temprano cerca de las 12 y por ahí podes enganchar algún que otro recital en vivo. Sino te das una vuelta cerca de las 5 que el after hour de García esta a flor de piel.
Muchas de las veces adentro no da mas de gente, una al lado de la otra al limite que cuando a alguien le pinto por hace pogo y estas cerca al segundo estas haciendo pogo vos también, por que la ola esta de fiesta!
Y lo raro de ese momento es que a pesar de que el bar este repleto al extremo los patovicas siguen dejando entrar, como sin el lugar no tuviera fondo o con la filosofía que donde hacen pogo 30 hace 100!
Otra cosa rara que me ha pasado es que de vez en cuando cortan la luz, tengo la teoría que es para que pensemos que esta cerrando lo cual no es así. Ya que para lo que sabemos García puede estar hasta las 10 de la mañana. Estas son algunas cosas que me han pasado pero que no pararon mis ganas de seguir yendo!
En su momento de gloria regalaban pizza y sorteaban bebidas!
Si vas en verano te regalo el calor y si vas en invierno anda como si fuera verano porque ES UN BAR A PURO ROCK!

Charly García no nació en Rosario pero definitivamente eso quisiéramos. Por eso «García» es solo uno de los tantos homenajes que se merece.
Rock a todo volumen, rolingas, punks y gente con remeras de su banda favorita son algunos de los habitúes más comunes de este bar que se despierta apenas empieza la noche y te acompaña hasta el amanecer.
Si pasás por el frente lo vas a reconocer por su fachada azul y por la gente que se amontona afuera para escuchar el recital de alguna banda de rock emergente, o para sumarse a la acalorada y oscura pista de baile donde, obviamente, se baila rock del bueno.
Es una visita obligada para los que quieren una noche movida, salida en masa con amigos, baile y buena música. En la barra venden todo tipo de bebidas pero los más intrépidos, beben sangría.
No vayas a García si no te gusta la música a todo volumen, el pogo inesperado en la pista de baile, los brindis masivos y la gente con ganas de divertirse, para el resto, bienvenidos a otro templo del rock rosarino.

Conocí a García Bar gracias a mi hermano. Cuando éramos chicos, más o menos 16 años, mi hermano tenía una banda llamada Antígeno (esa fase genial adolescente que todos en algún momento pasamos) más o menos conocida por gente del barrio donde vivíamos. Empezaron a tocar en distintos bares de la zona, y para nuestra sorpresa, en García Bar. ¡Un miedo! Tocar en García Bar no es poca cosa. Más que nada por las visitas sin previo aviso de Charly García para dejarte con la boca abierta.
El bar se ubica en Ovidio Lagos al 30. En la planta baja se encuentra el escenario, una barra y algunas mesas. La planta alta tiene una pista de baile junto a una segunda barra. Por ultimo cuanta con una terraza bastante singular.
Desde esa noche de invierno, donde mi hermano hizo de telonero de una banda muy copada (Argón), García bar se convirtió en mi lugar preferido. Un bar con gente buena onda, música zarpada y cerveza bien fría. ¿Qué más se puede pedir?

García es otra de las paradas obligatorias del circuito rockero rosarino. Creo que de todas las paradas es la mas pesada, o pelea mano a mano con Willie Dixon.
Todo el rock nacional, desde las bandas mas conocidas hasta artistas locales, en las pistas se ven mucho flequillo corto, morral colgando y se baila con un vaso en la mano, se tiene que volcar mientras bailas, siempre! No vale volver a tu casa sin las remera volcada con vinofernetcerveza.
Abajo algunas mesas que solo están ordenadas temprano pero que a lo largo de la noche se desparraman por cualquier lado. Un escenario pequeño donde tocan bandas locales. Es bien sabido que mas de una vez, cuando Charly viene a tocar a Rosario cae en Garcia en altas horas de la noche a tocar unos temas, golazo estar ahí!
Si tenes suerte podes agarrar pizza gratis que sirven en la barra de abajo. Las jarras de sangria corren por todo el boliche. En el primer piso se baila y en la terraza se aprieta. Todas sus paredes pintadas con aerosol a lo Charly Garcia. Say no more.

Nunca jamás te va a fallar.
García Bar, en homenaje al astro musical argento, es el reino del reviente rockero de la ciudad. Preguntá por el mismo en cualquier esquina, y en seguida recibirás el consejo más extraordinario para devenir de tu existencia: «anda a la barra, y pedite una sangría».
100% rocanrol, este bar se ha trasformado en un estandarte de la noche rosarina. Considerado como el plan alternativo infalible en cada grupo de amigos, después de las 3 comienza a recibir gente hasta llenar al palo todas sus inmediaciones.
Tiene una planta baja con mesas, barra y un escenario para bandas locales, que por lo general abren la noche a partir de las 21hs. Luego un primer piso dónde hay una pista de baile oscura y acalorada, en la que las paredes transpiran y la música siempre está al palo. Y por último, la terraza más furtiva de la ciudad, dónde las anécdotas solo tienen fin cuando el sol te empieza a pegar en la nuca, y se hace hora de ir de vuelo a la panchería que queda a una cuadra. Ojo, de rebote, muchas veces pasa un guía espiritual regalando pizza. Pero tenes que tener suerte, mucha suerte, para llegar a ligar una mínima porción.
Cuenta la leyenda que quienes se cruzaron a Popono en García, y se atrevieron a negarle un trago de su cerveza, tuvieron la peor vuelta a casa de sus vidas.