Jimmy W

Este lugar es un verdadero clásico de Rosario.
Algo que caracterizaba a este lugar era su ambientación, hoy vine después de mucho tiempo y la han modernizado, a mi criterio perdió su esencia.
El desayuno es ahí, la panificación es rica, correcta. pero el café que sirven (Guatemala) no es rico.
Y si le sumamos que tardan mucho en atenderte, una pena.
Por la zona y la movida de hoy este es un lugar más para disfrutar de la noche y la coctelería.

Nunca había ido antes, no conocía el antiguo jimmy wheelwright, me pareció un lugar agradable, se puede charlar ya que pasan musica pero no tan fuerte como en otros lugares que no podes ni hablar. Da para ir con amigos o con la familia también!
El trago que me pedí me gusto mucho (mojito) y aprovechamos que había 2×1! Comimos pizza y tambien estaba rica! Lo recomiendo

Le pongo 5 estrella solo por el lugar… Todo muy bonito… Las paredes con las macetitas… Las mesas con esos bancos largos al ladito de la barra… Y obbio la barra muy presentable, una interesante charla de gin, la cual me perdí … Pero hicieron que el resto de los Unilocalerssss se sintieran mimados y consentidos x gente que aman lo que hacen… En mi caso no por que no sabia a donde estaba, me sentí sapo de otro poso, me sentí demás… «las cosas pasan x algo… Y las que no también son x algo… «alomejor no tenia que estar ahí… Alomejor no era el momento, pero fui deguste de un trago que no se que era, por que nadie me dijo nada… Conocía a un par de Unilocalers, ala vez no los conocía x que nadie me los presento o no se presentaron… Pero todo puede mejorar… Volvería con el simple hecho que me gustó el lugar…

Un clasico de la ciudad… Calido lugar para disfrutar buenos tragos con amigos, buena musica. en cualquier momento del dia.

Buen lugar pero mas que nada por mi gusto para ir a tomar algo.
Para ir a comer no es de no mejor, ni tiene muchas variedades de comida pero para ir a tomar algo o a una picada esta bueno.
El lugar nos es grande pero tampoco es chico y esta abierto bastante tiempo.

Este si es una de eso clásicos bares de Rosario, en realidad, es un mega restaurante tímido, porque de lejos parece un bodegón pero cuando los mozos te acercan la carta te das cuenta de que no es un simple resto bar, hay platos como pollo a la naranja!, este plato no es de resto-​bar.
Tengo un amigo que trabajo como mozo de Jimmy muchos años y un día en su casa tenía una fotocopia de la carta, porque tenía que aprenderse los platos, así fue como descubrí la infinidad de platos que tiene este restaurante encima muchos de ellos te los envían a tu casa, nunca se me ocurrió pedir el pollo a la naranja para que me lo traigan pero calculo que deben hacerlo.
Fui varias veces a comer al local y otras tantas pedí, tiene una pizza que no recuerdo el nombre en este momento, con carne picada y choclo, cuando me amigo y mi novio me comentaron de esto, no me gusto mucho la idea pero al probarla cambie 100% de opinión, en el local he pedido torre de panqueques para compartir muy rica, tortillas, milanesas, pastas, etc., los platos son bien abundantes y no porque mi amigo sea uno de los mozos pero los chicos que atienden son muy buena onda, tiene menús ejecutivo también.

Pfff, ¡si conoceré este lugar al que no me dejaban entrar cuando tenía 13 años y quería ir con mis amigos a la salida de la escuela porque nos daba curiosidad el duende bizarro que tienen ahí arriba!
De grande me saqué las ganas de este terrible, perfecto y maravillos resto-​bar en el cual la atención te deja con la boca abierta, la bebida te deja con la boca abierta, la comida te deja con la boca abierta y los precios te dejan con la billetera no tan vacía.
Aires vintage, muy pero muy «pichinchesco» y además está lleno de bebibas importadas que son muy difíciles de probar o de conseguir en otros locales de la city ribereña.
El mejor lugar del mundo para ir solo, con amigos, con duendes, con perros o para festejar cualquier pavada que se te ocurra.

Este bar es ideal para cuando se organiza una salida en parejas y son varias personas. Su carta permite armar una mesa de tapas de lo más variada y rica. La vedette de las tapas son las mollejas al verdeo con un toque de vino blanco.
El lugar es lindo, no deslumbra, (se quedó en el tiempo), y pasan de fondo muy buenos videos de música de algún recital inédito de Sting, o de U2, por ejemplo.
La atención es muy buena, y te asesoran cuánto pedir cuando son mesas numerosas (uno siempre come con los ojos y después te sobra mucha comida). Los precios están bien, y tiene una galería afuera para los fumadores. Esto es un dato importante, ya que quedan muy pocos bares en Rosario que armen mesas en alguna dependencia al aire libre permitiendo al fumador poder hacer las dos cosas, comer y fumar.
La zona te dejará que cuando termines de comer en Jimmy, puedas rumbear para otro bar. Allí hay varios boliches y bares para mover el esqueleto.
El encargado de Jimmy, se llama Sebastián, y tiene muy buena onda. Si le caes bien, seguro que te obsequia alguna copa de champagne o algún café para cerrar la noche. Estas pequeñas atenciones hacen que decidas volver a Jimmy.

Este es uno de los conocidos bares de Pichincha, el lugar es pintoresco, con detalles de taberna inglesa. Respecto a la carta es bastante extensa, hay tapas, pizzas, picadas y platos más armados. Este bar hace muy buenos tragos. Durante el día el ambiente es mas tranquilo, los mediodias tienen menú ejecutivo. Respecto a los desayunos son completos y a buen precio. En la noche el lugar se vuelve más ruidoso, musica muy fuerte y más movimiento de gente. Ultimamente fuimos con un grupo de amigas para festejar un cumpleaños. Pedimos tortilla de campo, una picada de carne y triples de pollo, parmesano y rucula y unas pizzas, nada que se destaque demasiado, la comida muy normal. Cervezas, varios tragos y gaseosas y nos sorprendió que nos cobraran ¨SERVICIO DE TORTA¨ (un adicional por persona), siendo que gastamos un montón y eso tendría que ser atención de la casa… no me gustó para nada ese gran detalle.
La atención debería mejorar, mucha demora en tomar pedidos y en los platos. Los precios más o menos. Igual yo me decepcione por lo que conte del servicio de torta.

Conocí Jimmy Wheelwrigh hace muchísimos años, en su época de gloria. Luego considero que bajó la calidad y finalmente se estancó y ahí se encuentra ahora.
Es un bar clásico de Pichincha, bueno para todas las horas del día. Está abierto desde muy temprano por la mañana, hasta tarde a la noche. Los fines de semana tiene más movimiento nocturno, va mucha gente a cenar y más tarde se produce el recambio para las rondas de tragos. Suelen pasar promotoras de boliches para dejar invitaciones y descuentos. El público nocturno es de 30 años para arriba.
Mi momento preferido de Jimmy es el almuerzo, como me queda a dos cuadras del trabajo, cada tanto armamos una reunión o un salida para el mediodía. Ofrecen el menú ejecutivo o se puede pedir cualquier plato de la carta. El menú es rico, las porciones son abundantes y los postres están muy bien.
La carta es variada, la cocina es buena aunque creo que entre las cosas que bajaron su calidad en este bar, la cocina es una.
Se puede comer de todo. El servicio es bueno, los mozos son amables. Los precios están bien para el tipo de lugar, no es para nada caro.
El bar es muy lindo, tiene una barra de madera que ocupa casi todo el largo del local y está decorado con onda. Afuera ubican muchas mesas para las noches de verano donde se la pasa muy bien.
Nota: el wi fi anda fantástico!

El barrio Pichincha sabe esconder verdaderas sorpresas en cuanto a ofertas gastronómicas, Jimmy es una de ellas. En pleno casco histórico del viejo barrio se encuentra este resto bar que sabe también hacer las veces de pub los fines de semana. Todos los parroquianos del lugar suelen resaltar la calidad de su atención y lo abundante y exquisito de sus comidas. Está decorado con una variedad de posters e imágenes que reproducen viejos carteles humorísticos y el mobiliario es muy cómodo.
Su carta es muy completa y se pueden armar distintos combos para compartir. La barra tiene una muy buena selección de bebidas importadas, vinos y champagnes. Aunque lo que más se ve salir son cervezas. El ambiente suele ser familiar y muy tranquilo. Contrasta con el movimiento que generan los boliches que atiborran las cuadras aledañas.
La mayoría de las veces que fui fue para festejar algún cumpleaños y para despedir el año junto a algún grupo de amigos. La pasamos siempre muy bien, al final de la noche la discusión sobre cuánta propina dejar es siempre con miras a subir la vara y portarse bien con la moza de turno.
Altamente recomendable para grupos, aunque admite una salida íntima en pareja.