Harbour

Harbour es un resto-​bar medio oculto, al cual llegás si sabés bien donde queda. Está ubicado en el barrio La Florida, zona norte de Rosario. No está pegado al río, pero al estar emplazado en una zona altísima (sobre una lomada o algo por el estilo), sentado desde aquí podés observar el Río Paraná.
Está lindo ambientado, pero nada demasiado llamativo. He ido varias a veces a desayunar y lo que ofrecían me gustó: café con leche, tostadas con manteca y dulce, juguito de naranja y ensalada de frutas. Bien potente para arrancar el día con todas las pilas!
Los fines de semana se organiza allí una Feria Creativa de diseño donde asisten varios artesanos y emprendedores exponiendo sus creaciones. Una muy buena propuesta para complementar lo que tradicionalmente ofrece un bar de este estilo, y para pasar una tarde distinta.
Me recomendaron las pizzas de este lugar, todavía no tuve la suerte de probarlas… digamos que a veces me olvida que este lugar existe jaja! Es que al no ser un lugar de paso frecuente, tenés que planear deliberadamente ir a parar aquí.
Para los mediodías tienen menúes ejecutivos variados y accesibles: pastas, carnes, pollo, con bebida y postre incluido.

Harbour es un lugar de esos en los que te refugiás cuando te das cuenta que la vida no es tan corta, ni tan linda ni taaaaanto vale la pena ser vivida. En esos momentos necesitás irte a un lugar lindo, tranquilo y que te demuestre, con imágenes y no con frases cursis, que el mundo, o al menos el que te rodea, es lindo.
Está a la orilla del rio, tiene un deck y sillas y mesas de esas que son de cervezas, pero las de madera, que son más lindas y más estables. Varios mozos, en general sin experiencia, pero que son buena onda, y no molesta tanto. Y es barato, eso también nos gusta cuando odiamos el mundo. Que con poco nos devuelvan mucho. Y si ese mucho, es de mucha birra, mejor.
Además de cerveza, tienen todo tipo de minutas y pizzas, no tienen tanta comida elaborada. Es un lugar chiquito con parte cerrada y parte al natural. Nunca fui «adentro», pòrque me parece que desperdicio paisaje. El río y los pescadores siempre me pueden.
Si están por el río, y pasan por la fluvial, No se lo pierdan!

Es muy raro que te vaya a Harbour porque no me queda a paso de nada, pero este año, primero de enero a la tarde, después del flagelo digestivo del 31 y el mediodía, me emborrache y comí papas fritas con una amiga, cualquiera.
(A la noche seguimos comiendo)
Paseabamos por el Monumento y nos pareció correcto tomarnos una cerveza, por suerte fuimos a Harbour porque estaba heladísima y nos ayudó a contrarrestar con el clima que estaba tremendo, además estabamos recontra piolas mirando el río con una leve brisita que nos despeinaba, las papas de cocina eran de las de mentira, punto en contra. Pero yo tampoco tenía muchas pretenciones ese día, no se bien que hacía yo comiendo todavía, cuando ya tenía muchas ganas de arrancarme las tripas.
Nos atendieron bien aunque era raro porque el mozo hablaba otro idioma y se complicaba, pero fue divertido, todo lo que tenía que suceder aconteció de modo rápido y efectivo, los precios apenas elevados de la media.

Mucha raba y birrita al sol con vista al río. Hay. muchas mesas para elegir y toldos por si querés sombra. No es nada caro. Lo malo, los pájaros vuelan muy bajito. Lo bueno, hay muy buen ambiente. Bueno, bonito y barato.