Una casita muy pequeña con luz tenue, ambiente cálido y profunda tranquilidad, es el ambiente esencial que brinda el rincón parrillero del pasaje Zabala, para las parejas o familias, que deseen comer un excelente asado y pasar un grato momento. Recomiendo este restaurante a los amantes de las cantinas de barrio, que se llenan de alegría sin la necesidad de cumplir pretensiones modernas, ni lujos de atención. Nunca hay mucha gente, y el silencio es tan profundo que aturde. Amo esos momentos en los que se puede apreciar cada gesto y cada palabra del que se tiene en frente, sin que el mismo tenga que levantar la voz. Mesas simples, con manteles viejos y paneras rebalsadas al tope. Vino, soda y hielo, y ensalada o papa fritas para acompañar. Realmente un rincón muy humilde, en que recibirán con el mejor de los tratos. Y sobre todas las cosas, un asado completo y bien hecho.
Paulina A.
Rating des Ortes: 5 Rosario, Argentina
En esta Parrilla se conocieron hace mucho años mi mamá y mi papá, imaginen que para mi es un lugar un poco especial. Yo no la conocí como la Parrillita de Don Alberto sino como la Parrillita Norte, así le sigue diciendo mi mamá cada vez que nos cuenta como conoció a mi padre. Es un restaurante chiquito, pero muy acogedor. Está atendido por mozos milenarios así que la atención es realmente muy buena, su especialidad es el asado que puede estar acompañado por papas fritas o ensaladas. Lo que más me gusta de este lugar es la parra que cubre casi todo el patio, imaginen que en verano esta sombra nos refresca muchísimo. Tiene también un salón no tan grande pero lo suficiente como para que el ambiente no se llene de ruido. Yo le tengo cariño y se come muy rico, a parte queda sobre un pasaje no muy transitado esto la llena de tranquilidad. La recomiendo, ojo no se vayan a enamorar! jaja!