Mural Alem 2579

Arte callejero. Mi favorito. Otra vez me encontré con uno de Buscatus. El otro estaba por calle Mitre, el del hombre que se vomitaba a sí mismo en el ojo (mi interpretación, véanlo ustedes mismos:
).
En esta ocasión, lo que se repite son los ojos, muchas miradas que recuerdan a aquel hombre perdido, pero en el centro de la escena está ella. Una mujer que esta vez no huye, que está ahí, firme y desnuda, en toda su esencia femenina. Con sus curvas en exposición. Las miradas y las sonrisas entre malévolas y sarcásticas, la apabullan o la hacen más sensual. Otra vez la carpa, el hogar, quizás. Un puente, un camino, un barco y una sonrisa que termina en un pie. La repetición de los ojos y las miradas con sorna. El Sol que se ríe con la misma pose irónica que los otros. Mucho color, me encanta el despliegue de color que impone este muchacho en las paredes. Y el conjunto que desborda en simbolismo, que te va contando historias que se arman y desarman a gusto de la imaginación individual.
El arte tiene eso. Encanta porque cada uno lo asimila con lo que quiere, o con su historia o con la que quiere contar. Visitá este mural y seguí a su autor por la ciudad. Esto es arte callejero del bueno.