Pasaje Díaz

Este pasaje no sé si tiene algo de histórico, pero lo que sí sé es que cuando estuve parada en esa cuadra que es lo que dura ese pasaje, ya que se corta con el hospital Español, me pareció entrar en otro tiempo. No sé por qué, las casas no eran muy viejas como para que me produjera esa sensación, sin embargo, algo de la vieja esquina del Bar El Lido con sus farolitos añejos que me llevaban a recorrerlo y transportarme a otro tiempo y a otro espacio.
Al final de este pasaje se encuentra la imponente fachada de la puerta principal del hospital y me fui caminando por el medio de la calle, eso creo que tienen de mágicos los pasajes, que una puede caminar por el centro de la calle sin sentirse en peligro. Saqué varias fotos, vi que había una vieja panadería, también un local de catering para eventos infantiles. Pero algo me decía que aún ese pasaje seguía detenido en el tiempo. No lo sé, tal vez fuera el viejo bar de la esquina, tal vez la conjunción del bar y el hospital o una casa con un portón muy grande desde donde se observaba, desde otra cuadra, un edificio pintado de todos colores.
Debe ser el conjunto, pienso ahora, porque me quedé encantada con esas casas detenidas en el tiempo y al mismo tiempo aggiornadas al espacio actual. Los autos estacionaban a ambos lados de la calle por lo que transitar en medio de esa cuadra se hacía difícil. Saqué unas fotos y guardé la imagen del otro tiempo al que me había transportado en mi retina.