Nicolás

Alineación que gana, no se toca.
No es por ahí el mas glamoroso, no es el mas finoli, no el mas decorado, no muchas cosas pero lo poco que tienen (y que hacen) es muy bueno.
Te sientas fuera en las mecitas de la calle o adentro con el aire acondicionado y podes pasar las ratos de café (bien hecho) con tus amigos. Psss… Por ahí me siento fuera a tomar un café con un amigo y en el celu dejamos unos tangos tocando mientras filosofeamos, la gente pasa, mira y sonríe.
Cada tanto veo un grupo de mujeres que entran juntas y tras una o dos horas salen; es que en el fondo hay una mesa grande de hasta 12 personas para poder hacer reuniones y cada tanto hay alguna, simplemente hay que reservarla con anterioridad.
Cuanto a la comida es buena, vas a encontrar menús recomendados para el medio día y también para la noche. Tienen una mesa fría (que es como un buffer) y podes servirte vos mismo (desde ensaladas, tartas, carnes o arroces diversos). Tiene casí cualquier bebida que pidas.
La atención es muy (y por de mas de atenta) tanto de Miguel el encargado como de Leo (un mozo/​camarero). Los baños trata de no ir, son muy viejos y muy antiguos (pero limpios por lo menos)
¿Lo bueno? Barato, clásico, porciones abundantes y… ¿ya dije barato?
¿Lo malo? Un poco descuidado los baños.
En resumen: Un bar que no trasciende por lo estético sino por su atención y abundancia. No es para llevar a tu pareja a cenar pero si para ir con amigos por un café y una buena charla de bar.

Por mucho tiempo viví en San juan y Dorrego y mi amigas en 9 de Julio y Dorrego, obligadamente transitaba a diario y mas también por la esquina de este bar.
Sin mucho por decir por que es mas bien un clasico, donde nada lo destaca.
La Bar ubicado justo en la esquina de 9 de Julio y Dorrego es bien amplio, iluminado y renovado en su estilo pero aun conserva la mistica de lo añejo.
Es mas un restaurant-​café que un Bar. Por lo general las personas van de mañana por un café, yo creo que es por su ubicación cercana a tribunales. Para desayunar no tiene mas que lo clásico, también ofrece menúes de almuerzo ni muy muy ni tan tan. Lo que ofrece esta bien, rico y abundante.
Es un lugar simple, clásico, que no falla cuando estas de paso pero no que elijo normalmente porque no se destaca por algo en particular.

Yo tengo una amiga que vivía en esta cuadra, después me abandonó para irse de viaje por Latinoamérica la muy hippie y entonces cada vez que paso por la esquina, que tiene pintada de manera muy curiosa y linda toda la fachada con las letras gigantes que arman su nombre, me agarra nostalgiecita.
Re linda la casa donde se ubica Nicolás, siempre con sus mesas afuera sobre toda la esquina, con algunos viejos típico de bares y otros ejecutivos de Tribunales compartiendo un café o un menú (nada muy caro)
Aunque se lo ve bastante aggiornado, la realidad es que éste lugar conserva lo clásico de los bares céntricos y se le nota desde la calle, adentro es muy lindo y tienen aire acondicionado, las comidas son de buena calidad, tampoco una locura, lo que más sale no es lo elaborado si no las minutas y los menúes ejecutivos que ya dije son a buen precio.

Desde hace muchos años se levanta este bar en la esquina de calles 9 de Julio y Dorrego.
Su ambientación y decoración son típicas de un bodegón: mesas y sillas básicas, una barra con algunas bebidas y vajilla y un señor grande que te atiende muy bien!
Podes desayunar, almorzar y hasta cenar allí.
Dispone de una carta muy amplia en varios platos especiales y minutas, se destacan en estas ultimas: hamburguesas, torpedos, pizzas, picadas clásicas, milanesas napolitanas, papas, etc.
Cuando vivía a dos cuadras del mismo iba muy seguido a almorzar con mi novio, ya que era el único momento del día en que podíamos vernos y charlar un rato.
Recuerdo muy bien sus milanesas con puré!! Una delicia! Por supuesto te recomiendo pruebes este plato.
Se destaca también por la abundancia en sus platos y sus precios son muy accesibles.
Si no lo conoces tenes que ir! Vas a comer muy rico, abundante y a bajo precio!

El bar Nicolás es un lindo bar, justo en una esquina. Tiene un amplio salón y mesas en la vereda, suele estar lleno de gente por la mañana.
Hace unos meses fui a sacarme sangre a el Sanatorio los Arroyos, como hay que ir en ayunas me regalaron un desayuno en este bar. El desayuno contaba con dos medialunas riquísimas y una café con leche muy rico también, por suerte el día que fui llovía y eso le sumó un aire bastante más lindo. Me sorprendió la cantidad de revistas que tiene y la variedad de diarios, están todas las revistas de chimentos que se imaginen y tienen varios ejemplares del diario La Capital que es uno de los diarios rosarinos.
Estando ahí presté atención a los clientes y me di cuenta de la familiaridad con la que se manejan, conclusión tienen clientela fija, es un buen bar.

Otra de las tantas casonas antiguas de siglo XIX reconvertida en bar. En este caso, Nicolás funciona como un pequeño y tradicional restaurant de barrio. Por algo se ubica desde hace mucho tiempo en la esquina de Dorrego y 9 de Julio.
Su carta es variada y completa. Tenemos lo que queremos. Sus platos abundantes y las picadas muy aceptables. Lo especial lo hacen los menús ejecutivos que son, dentro de todo, bastante económicos. Funciona a toda hora del día, siempre se va a encontrar gente tomando desayunos, algún café, almuerzos y cenas. La atención es muy correcta, los mozos siempre con buena onda y es algo para destacar. Tienen unas milanesas muy buenas y los torpedos y lomitos no se quedan atrás.
Como dije antes, los precios hacen al lugar. Es barato en relación a la cantidad y calidad de comida que ofrecen. El ambiente interior es tipo bodegón, algo taciturno, medio futbolero. Siempre vamos a encontrar esos viejos de barrio mirando el partido de los domingos y cuando no, tirando alguna que otra puteada.
Nicolás ya es tradición en el barrio centro, sinónimo de confianza y calidad.