Rambla Catalunya

Buen lugar para tomar algo de sol y un baño de río si así lo quieres no por nada es de los espacios favoritos del verano rosarino

Me encanta el Río… La rambla tiene historia… Es como la flora paga y la isla. Es un lugar de encuentros con amigos, familia… O algún amiguito x ahí. Es económico, se llena obbio que mas lindo es ir a la flora x un porroncito o estar bajo el sol, logrando un color… Que a mi se me hace bastante difícil, siempre me ensolé. Tiene bares como caracolas, natural y algún otro… De noche es especial para ir como en el día., pero asegúrate todo x las dudas… También se juntan mis fuertes… Los artesanos… Para no llamarlos gi… Pero de genios de pasan… Amo sus culturas… Su música y sobre todo sus rasta… Tienen de todo para vender… Que querés comprarte todo… Los días de sol no cabe un alfiler… Tenés de todo para mirar… Y sobre todo pasarla bien… Si vuelvo??? Pero ni pensarlo… La flora, el río es lo mas…

Rosario es una ciudad que mira al río, y uno de los mejores lugares para hacerlo es definitivamente la Rambla Catalunya (o «la Florida no paga», como decimos a veces para entendernos cuando decimos con amigos «vayamos al río»).
Si no tenés auto y estás corto de presupuesto, ir a disfrutar del sol y la arena a la Rambla es económico y fácil. Te tomás el 153 rojo o la Línea de la costa (que funciona sólo en verano) en el centro y te bajás ahí nomás, donde comienza la línea de barcitos y de playa.
A mí me gusta mucho. Es una franja de arena de no más de seis o siete metros de ancho, en pendiente hacia el río, con bancos de material al final y del otro lado la vereda de la avenida Colombres. No soy una gran fanática del sol, pero al estar en la vía pública la Rambla tiene bastante sombra de los árboles y palmeras que crecen en el lugar. Tiene guardavidas y están señalizadas las zonas donde se puede y no se puede nadar. A mi me gusta sobre todo a la tardecita, tipo 6 o 7, cuando la playa deja de tener aspecto de balneario y se parece más a un lugar fresco y tranquilo donde la gente se acerca con sus reposeras a tomar mate y los chicos se van acercando a los barcitos a tomar tragos o unas cervezas bien frías.
A tener en cuenta: a diferencia de la Florida, en la Rambla no hay para alquilar reposeras ni sombrillas. ¡Así que hay que ir equipado!

Me encanta el Río! la pileta, si fuera por mí viviría en el agua. Cuando del Río Paraná se trata, me gusta cruzar a la isla, hay más espacio verde, menos calor, pero no siempre se puede, y a veces no vale la pena gastar en transporte por un ratito, por eso la Rambla Catalunya es una excelente opción. Totalmente gratuita.
Si vas en auto, te vas a encontrar con un «trapito» que te cobra $ 15 y te da un papelito para poner del lado de adentro.
Sinceramente, me quedó de chica un prejuicio sobre el Río, por cosas que escuché de que por ese lado estaba sucio, contaminado, etc, pero nunca lo noté. Lo que sí puede tener a veces son camalotes, los más grandes los frena la boya que ponen para delimitar el área en el que te podes meter, pero pasan algunos muy pequeños, plantitas nomás, nada de suciedad.
Los fines de semana se llena de gente, en la semana es más tranqui. La última vez que fui fue un jueves: había mucha gente grande, algunos jugando al tejo, muchas personas que iban de a dos (parejas, amigas, padre e hija), algunas familias, y Angela (me entere de su nombre por los gritos de la madre). Angela es una nena que se pasó la tarde ofreciendo «agua gratis» a la gente. El agua la sacaba de la ducha de agua corriente que está ahí mismo (al lado del baño químico), y la llevaba en dos baldecitos. Mucha gente se copó con si oferta: el servicio de agua gratis consistía sobre todo en un poco de agua fresca en los pies, o te lo daba con un vasito para que te refresques como gustaras.
Datos útiles: no hay mucha sombra en el lugar, así que a llevarse sombrilla, protector, gorra, etc! y si te olvidaste la comida, tranqui, está lleno de vendedores ambulantes que seguro con algo te van a tentar.

Durante décadas la Rambla Catalunya fue el único balcón al río que tenían los rosarinos Se sabe que durante mucho tiempo Rosario fue una ciudad que le dio la espalda al río. Sin embargo el proceso de avance sobre los terrenos costeros antes dedicados al puerto fue generando una revoluciaria apertura hacia el río en la zona central de la ciudad, que se fue llenando de parques y luego de bares.
Esa apertura al río hizo que la gente dejara de ir exclusivamente hacia el norte de la ciudad para poder apreciar vistas de las islas y el Paraná. Sin embargo la zona norte sigue siende el único sector de la ciudad en donde hay playas públicas en donde también se puede meter al agua. Eso es lo que hace única a esta rambla.
Aqúi se puede encontrar tanto una rambla para caminar como arena para tirarse a tomar sol, sobre la rambla hay carritos para comer al paso, bares (también hay algunos sobre la playa) y restaurantes donde se puede comer buen pescado de río. También la zona se caracteriza por la gran cantidad de puestos en donde los pescadores venden lo que pescaron durante el día.
Algo que le da un colorido único a la zona es que está atestada de guarderías para embarcaciones de pequeño porte: tablas de windsurf, cayaks, piraguas, lasers. En uno de los cruces peatonales puede verse quizá el único cartel víal que avisa que ese es un cruce de embarcaciones.
Hay árboles que tienen más de cien años, guardavidas y, por lo general (sobre todo durante el verano) gran cantidad de policías dando vueltas. Tomarse una cerveza en algunos de los bares de la playa mejora cualquier otra posibilidad de vista al río.

«¿Hace calor? ¡Vamos a la Ramblaaaaaa!» te diría cualquier rosarino amante del verano y de la playa.
Éste es sin dudas el balneario más querido de la ciudad. Concurre mucha, pero mucha gente, y todos los días. Obviamente los fines de semana es cuando más se llena.
Cuenta con varios bares/​heladerías/​buffets, que son opciones ideales para tomar algo refrescante en esas tardes de verano en la playa. Y por qué no para un café reconfortante en invierno, con vista al majestuoso río Paraná.
Es uno de mis lugares favoritos. Yo lo prefiero en invierno porque me gusta mucho el frío, pero vayamos cuando vayamos siempre vamos a encontrar gente.
Las playas de Rosario son muy bonitas, cada vez son más las chicas que están por cumplir quince años y vienen acá a sacarse fotos para sus fiestas, o también las campañas publicitarias o de modelaje.
Es centro de muchos eventos, principalmente en verano. Recitales, sorteos, bailes, desfiles, juegos, son apenas algunos de los muchos que se realizan verano tras verano.

Este balneario se encuentra ubicado en la zona norte de la ciudad. Sobre la Avenida de la Costa. Es de acceso libre y gratuito y no se extiende más de 700 metros .
Aquí podes encontrar variadas actividades, la primordial es hacer uso de la playa, tan explotadas durante la temporada primavera-​verano. tambien hay deportes acuáticos, si es que te interesan. En sus diferentes paradores podés encontrar bares, restaurantes, duchas, estacionamiento, servicio de guardavidas y, ultimamente, seguridad policial y de la G.U.M. Además, sobre la Avenida hay «carritos» de comidas rápidas.
De los Balnearios públicos Rosarinos, el que yo elijo siempre en la Rambla Catalunya es el parador «Caracolas». Estuve alli este Domingo, como casi todos mis veranos y es un lugar que sigo eligiendo año tras año.
Para ser honesta, es un parador que tiene sus pro y sus contras. Que sea gratuito, que se pueda llegar por todos los medios de transporte y la heterogeneidad que asisten a la playa, lo hace un lugar que casi todos los rosarinos lo elijen.
A partir del 1° de Diciembre comienza el recorrido de la Linea de la Costa, éste es un colectivo interurbano que rodea la ciudad, partiendo del centro, hasta llegar a la Costa alta de Rosario. El valor del boleto es de $ 5, al igual que el resto de los colectivos urbanos.
Es un lugar familiar pero tambien es donde se reúnen grupos de chicos/​chicas y parejas.
Tiene un bar sobre la arena, «Caracolas», donde además de funcionar como típico bar, hay reposeras para tomar sol mientras consumís. Tiene buena música y un jugo de limonadas increible, pero la atención no tanto.
Dado que es un lugar público, sobretodo en verano cuando el calor nos agobia a todos, se hace dificil encontrar un lugar debido a la cantidad de personas que concurren a ese parador. Y si vas con menores, no te olvides de llevar una sombrilla porque casi no hay sombra en todo el espacio.
De todas formas, paso casi todos mis veranos ahí, conociendo gente y mirando algún que otro cuerpo bonito, porque no!