Relojería y Joyería Mazzoni

Buscando reparar mi reloj de pulsera, recorrí varias relojerías del barrio y en realidad era más conveniente comprarme un reloj nuevo que ponerlo en condiciones, pero como ya le tenía un cariño especial seguí recorriendo hasta de llegué a la Relojería y Joyería Mazzoni que se ubica en calle Av. Alberdi al 800, ésta relojería tiene una trayectoria importante dentro del barrio y opté por entrar y preguntar por el arreglo de mi reloj, pero coincidió que no convenía arreglarlo y me ofreció unos modelos muy lindos que me gustaron mucho de marcas reconocidas, había modelos deportivos, con mallas de cuero, de metal, etc, me gustó mucho uno con una malla dorada muy moderno y lo llevé. Los precios eran accesibles y ofrecían abonarlo con tarjeta de crédito en planes de pago.
Tanto la parte de relojería como la de joyería tiene una excelente calidad y buenos precios, en joyería me gustó mucho toda la línea de acero quirúrgico que tenían exhibido en uno de sus mostradores, realmente una variedad muy amplia.
El local es cómodo pero antiguo y conserva la clientela que lo sigue de años. Entre las relojerías y joyerías del barrio, ésta es una de las más reconocidas.

Esta joyería/​relojería está en el barrio desde hace años. Desde hace décadas si mal no recuerdo.
El señor que atiende es un señor grande y que sabe muchísimo sobre relojes, su arreglo y su mecanismo. Y trabaja con los relojes más antiguos hasta los más nuevitos.
Aquí mandamos a arreglar el de casa. Un reloj muy antiguo que nos regaló mi abuela. Queríamos que lo traten con cuidado –ya que hemos tenido malas experiencia cuando mandamos una vez un electrodoméstico a reparar-​, y que lo arregle alguien que sepa.
Como este lugar es bastante conocido entre las personas del barrio, ya sabíamos a dónde debíamos ir. Y vinimos, lo dejamos y a los días ya lo teníamos en casa funcionando nuevamente.
La atención fue fenomenal. Y el costo moderado.
No sólo arreglan relojes y bijou, sino que también tienen a la venta ese tipo de productos. Podemos comprar desde un reloj clásico y bastante antiguo hasta uno moderno, o pulseras y aros, entre otros.
Muy buen lugar.

Fui hasta allí y me encontré con el local cerrado aún, pero él no falla y ya llegara a abrir esta antigua relojería que es entendida en reparaciones complicadas.
Resulta que me encontré un viejo reloj de plata de mi padre, además de tragar el nudo de la nostalgia, quise volver a llevarlo puesto aunque sea en contadas ocasiones, es como si él me volviese a acompañar de la mano.
Pero al ser relojes antiguos de mecanismos originales, para mí no hay nada mejor que recurrir a un buen artesano en la materia.
No sé cuántos años hará que está en el barrio, pero muchos más de los que yo recuerdo seguro.
Era amigo de mi tío, y de esos señores que son un pozo maravilloso de sabiduría barrial, que han sufrido todos los cambios posibles de entorno y de vecindad.
Alguna vez le he comprado algún dije o cadenita a mi señora, no se crean que está desfasado en el tiempo, para nada. Lo que más me gusta son sus explicaciones detalladas de los secretos de la joyería antigua, el mismo me ha dado precios estimados de cosas que herede de mi madre y desconozco el valor más allá del afectivo.
Me dejo muy feliz, me dijo que quedara como nuevo, me hablo de ese tipo de máquinas, de años e historia, y quedamos que además puliríà la malla e intentaría ajustármelo a mí muñeca. En unos días vuelvo a buscar mi tesoro.