Rolling Road

Cena de re-​encuentro compañeros de secundaria, sólo los que vivimos acá. Buenísima la ambientación. Rica y abundante la comida. Buenas las recomendaciones del mozo. Destacables los tragos. Un poquito elevado el volumen de la música pero pudimos escucharnos… ehhh…

Es un lugar ideal para salir con amigos o en pareja, solo necesitas ubicarte en las mesas múltiples o las simples, o si son pocos elegir la barra, allí veras como trabajan y preparan los tragos, tiran cerveza, hacen flair o arman el show de los submarinos. La música está muy bien también al igual que la iluminación. La carta es simple pero todo muy rico, los precios son medios. Lo recomiendo mucho

Salir a disfrutar de la noche rosarina no podes de dejar pasar por acá.
La comida es riquísima, pero lo más importante para mí es la parte de la coctelería, en estos momentos está Juanpi saconni uno de los Bartender más reconocido de Rosario y por supuesto los otros chicos que están en la
Barra muy buena onda, a pesar de que le podes pedir los cócteles de la carta que son todos exquisitos también le podes pedir algo de autor del Bartender o algo que te guste vos y te lo preparan.
La ambientación del lugar está más que bien, tiene todos los detalles, lo único que no funciona de un lado de la barra son los enchufes, si uno quiere cargar el celular no puede, que hoy en día es tan necesario.
La música está a Corde con el lugar y con el día, esa parte más que bien.
Cada vez que fui pase una noche muy agradable por qué lo que tome y por la buena onda de los bartenders. Para mí muy recomendable !!!

Nada destacable. Fuimos con 3 amigos un mediodía y comimos 2 Burger RR y una Burger Cheddar. Para alguien que está acostumbrado a las hamburgueserías de Buenos Aires, la comida fue medio pelo.
Los licuados estuvieron buenos. Quisimos usar el cupón de Unilocal de un campari gratis con la compra de otro y dieron mil vueltas para darnoslo: fueron a hablar con el dueño, me pidieron el celular porque no conocían la app y me terminaron trayendo los 2 camparis cuando ya había terminado de comer.
Los precios son caros, gastamos $ 200 por persona para comer hamburguesas sin postre ni nada. Encima cobran servicio de mesa y no traen ni panera ni nada para ir picando.
Claramente no volvería.

Mmm ehh no, paso. Primera y última vez que voy a Rolling Road.
Todo muy lindo, prolijo, bien puesto peeero, la atención… Terrible
El domingo a la tardecita, antojados por las ganas de algo dulce, decidimos ir a merendar y caímos en Rolling.
Cada un pidió lo suyo. Pero, resulta que cuando van a traer lo mio… zas! No había… y como no había, en vez de avisarme y darme la opción de elegir, no… decidieron que yo quería otra cosa y me trajeron eso.(WTF!!!) alegando que era invitación de la casa… Para tomar, pedí un smoothie de frutos rojos y en su lugar, me trajeron un vaso de gaseosa, que parecía haber salido de una botella que tenía mínimo una semana abierta en la heladera! Tomar el jarabe solo. hubiese sido hasta más placentero. Encima, cuando pedimos la cuenta, osaron cobrárnosla…
Obivamente, no volvemos por ahí… No se cómo será la impresión del resto. pocas veces salí tan indignada de un lugar.

Un desastre la comida. Caro y muy insatisfecha. Había pedido unos bastones de muzzarela y estaban congelados, le pedí al mozo que me los cambie y me los calentó en el microondas. El lugar es divino pero la atención y la cocina un desastre. No lo recomiendo.

y bueno como muchos saben, esta vez Rolling fue sede para darle la «Bienvenida al 2016» donde un grupo ameno decidió dar el crédito para la ocación. La barra comandada por «Juanpi» nos recibió como era propicia la noche con un happy hour espectacular, «Gin Tonic-​mojitos-​caipiroscas varias, etc, etc» y un plato a elección de la carta del lugar, espectacular… lo bueno que la atención como siempre es rápida y muy buena… la música si bien tienen una gran variedad y con volúmen acorde a la ocación…

Llegue por reseñas positivas de la comunidad, y no defraudó. Cenamos un domingo por la noche, había lugar de sobra y nos atendieron muy rápido.
Las «Fries on the road» se llevan los aplausos. Papas, panceta, cheddar, cebolla, barbacoa… El paraiso. Hay muchas opciones copadas de appetizers, volveré para probar otros.
Luego compartimos una RR Burger, muy rica y abundante. La carta no es muy amplia, pero sí es variada; los precios no son descabellados.
Algo importante: la música está a un tono ideal como para poder charlar y escucharla de fondo a la vez. Otro dato es que el Campari Orange «gratis» que te ofrecen al hacer check in, no es tal: tenes que comprar uno para que te den uno mas sin cargo.
Sin dudas, volvería y lo recomiendo.

Están imponiendo a buen ritmo el Brunch los fines de semana, esa combinación de Desayuno y Almuerzo, tipo Americano donde uno puede elegir desde frutas, tortas, tostadas, hasta panes con semilla, jamón, queso y huevo revuelto.
Particularmente el lugar me gusta para tomar unos buenos tragos en la barra, tienen un bartender de Lujo como Mario Verbena al mando. Para los cocktails o la cerveza, ideal las rabas o langostinos rebozados. También hay tablas para compartir. Su cocina más elaborada también es buena, pero a mi parecer, la carta de tragos y cocktails se llevan un 10.

Simplemente: lo más detestable es la acústica. Todo ek resto, excelente. La barra tiene toda la onda, las porciones de postres son abundantes, y me encanta que tengan dispenser de bebidas. Tendré que volver para probar lo salado, aunqie por lo que vi en la mesa de al lado… vale la pena.

Gusté mucho de la ambientación, los tragos son excelentes y realmente están hechos como debería ser. Es un buen lugar para ir con amigos.

Bar al estilo Jhonny B Good pero mas tranqui. Fui solamente al desayuno. Tienen bruch para los que les guste, es bastante completo tienen facturas, tortas, fruta, fiambre, tostadas y diferentes tipos de dulces y quesos untables, aunque para mi gusto le faltarían jugos de distinto tipo o licuados porque sólo tienen de naranja y yoghurt de vainilla y frutilla. La atención de los camarer@s muy buena y el ambiente buena onda.

A mi gusto, el mejor bar de los de ése estilo. Excelente carta de tragos, ambientación y música.
La comida es muy buena. Pero lo mejor es el ambiente y sin duda el servicio de coctelería.
Muy recomendable

Rolling Road logró en poco tiempo tener a disposición de sus comensales un buen servicio acompañado de buena comida y muy buenos tragos en una carta grande y variada. Si bien conserva algunos tragos dulces o con helado para quien los desee, tiene en su barra a Mario Verbena uno de los mejores bartenders clásicos de rosario lo que hace que no solo pueda haber jovenes disfrutando tragos frutales y suaves sino también algun conocedor tomándose un clásico martini.
Recomendación. Ir directo a la barra.
La comida como ya mencioné es muy buena y variada entre entradas. carnes. Ensaladas. Sándwiches y postres. Un detalle que personalmente me sirve mucho es que tienen ricos platos para vegetarianos por lo que pueden ir tranquilos de que vam a comer bien. Recomiendo la Italian Salad.

Muy buen servicio, te acomodan una mesa si no reservaste y hay poco lugar.
La comida es muy buena y las tablas muy ricas!
La demora para traer puede ser un poco tarde pero muy buena musica pasan mientras esperas o comes.

Habíamos salido del cine y quisimos ir a tomar algo. Agarramos con el auto la calle Wilright y vimos en una esquina un espacio oscuro con el cartel de Rolling Roud. El nombre me recordó la tapa del disco Abbey Road de los Beatles (desplazamiento de sentidos) y me cayó bien entrar. Además sería más fácil conseguir lugar para dejar el auto ahí, que en Oroño, (donde planeábamos ir).
Pasamos y una chica nos recibe. Le decimos que somos dos y nos sugiere esperar un ratito. Habrán pasado algunos minutos cuando comienza a guiarnos hacia una mesa que estaba arriba. El lugar es oscuro e íntimo. Justo lo que estábamos buscando. Pensamos que se parecía bastante a Jhonny B. Good pero más chico y más tranquilo. Mejor, pensamos.
Nos pedimos unas pintas y para acompañar unas papas. El sabor estuvo bien. A eso de la una de la madrugada, notamos que las luces bajaron, casi hasta quedarnos en penumbra. Tuvimos que esperar un rato hasta acostumbrarnos a la nueva penumbra. También subió un poco la música. Parece que a cierta hora, se convierte en algo parecido a un boliche. Terminamos nuestras cervezas, nos quedamos un rato más escuchando música, hasta que nos pareció demasiado alta y nos fuimos. Si querés más tranquilidad, andá un rato antes.

Rolling Road, es uno más de los típicos bares de estilo americano que minaron la ciudad. Sin embargo su localización, un poco más alejada del resto, frente al verde de la plaza y sus dimensiones, no tan grande como su competencia, hacen que sea más elegido por las parejas para tener cierta intimidad.
Su happy hour es para destacar, tienen tragos muy variados y deliciosos. Fui en dos ocasiones una vez pedí la piña colada y otra un mojito, ambos muy recomendados. Su menú es de estilo yankee, con mucho frito antidieta, pero rico. También y para cambiar un poco, está buena la idea de pedir varias pizzas para compartir, son realmente muy buenas. Los postres son riquísimos y los tragos con baileys y helado, también son una buena opción para tomar en lugar de un postre. El lugar está abierto todo el día, por lo que ofrece menues ejecutivos, desayunos y meriendas. Ideal para aquellos que andan por la zona en horario laboral.
La atención es muy buena y los precios normales para la clase de lugar que es. Está decorado muy lindo y la música que pasan esta a un volumen agradable para poder conversar. Tiene una especie de terracita, con vista al parque, ideal para los fumadores, y para aquellos que no quieran desconectarse del todo con el afuera.

Está ubicado en Pichincha, una zona que va en alza. Un poco alejado del centro neurálgico de los bares y frente a un parque.
A mi me encanta porque es del estilo de Rock and Fellers pero en una dimensión menor. Va menos gente porque es más chico y eso me gusta, las multitudes me agobian un poco.
Está como un poco más escondido pero con mucha onda y buena música de fondo.
La decoración divina, la atención siempre que fui impecable, es una de las cosas que me hacen volver.
Está abierto todo el día, se puede desayunar, almorzar, merendar, cenar… lo que quieras!!!
La comida es muy rica, recomiendo los sandwiches! La cantidad es la justa, muy bien pensado. Para los mediodías de la semana hay menú ejecutivo muy copados por precio y calidad. Lo único que le agregaría sería un poco más de variedad de cervezas, por el resto es genial!
Para los que nos gusta la onda de Johnny B Good o Rock and Fellers pero queremos algo con menos gente y más alejado esta es una EXCELENTE opción.

En lo primero que pienso cuando pienso en Rolling Road es que no es nada nuevo, comparado con sus vecinos del barrio. Un bar al estilo americano, con rock clásico y happy hour. Y bueno, no me equivoco mucho, pero sin duda supo despegarse del cliché, sin salirse de lo indispensable. Hacen promociones, o noches temáticas que lo distingue de su competencia.
El lugar es enorme y el servicio buenísimo. Durante la semana, al mediodía tienen menú ejecutivo, lo que lo hace una buena opción no solo a la hora del after office, sino a toda hora.
Mi recomendado es el trago Cosmopolitan, suena un poco pretencioso, pero lo hacen increíble!

Hay una tendencia al bar americano que viene llenando las esquinas del barrio con más historia de Rosario. En Pichincha podes encontrar más de cuatro bares pero cada uno con su toque distintivo. Creo yo que lo que hace único a Rolling Road es su vista al parque, que los fines de semana se vuelve una vista a la Feria de Artesanos.
Hay otros detalles que tienen más que ver con la creatividad de los encargados tanto de cocina como de barra. Por ejemplo, en todos los bares de este estilo (y sus incontables copia) hay papas fritas o papas rústicas con alguna salsa a base de crema, queso cheddar y panceta. En Rolling le dieron una vuelta de tuerca y armaron unas papas con un salteado de pimientos asados. Como detractor de la adopción de la panceta y el cheddar es algo que me parce maravilloso. Además que los morrones son más argentinos, por lo menos.
La barra es de las mejores de la ciudad. Mario Andrés Verbena tiene suficiente capacidad para llevar la barra al hombro y de paso charlarte sobre la vida. Un verdadero prócer de la coctelería rosarina. Podes pedirle lo que quieras de la carta o decirle tus gustos particulares para que el desarrolle una receta en el momento. #NuncaFalla.
Dato curioso: los brunch buffet de los domingos, es otro despertar!