Qué placer tomar el té en Cocoa, es como entrar a una cafetería en medio del bosque de arrayanes. El lugar está ubicado en pleno corazón del barrio inglés de Temperley. Es ideal para disfrutar de las mejores tortas, acompañados por gnomos de distintos tamaños y atendidos por empleadas vestidas al mejor estilo Laura Ingalls. Todo es sabroso y tentador en Cocoa, se puede comprar para llevar o merendar en sus mesas de la vereda o dentro del local. Se lucen el lemon pie, los scons de ananá y jengibre, los pretzels de chocolate, la torta de gianduja y mascarpone y el mousse de frutilla. Pero a ciencia cierta, todo te tienta en este rincón del conurbano sur. Si vas el sábado o el domingo por la tarde puede que te reciba un pianista tocando en vivo. Y sino, suena Andrea Boccelli por sus parlantes dándole un toque poético a un lugar increíble. Si despertaste sin culpas, atrevete a los waffles con nutella, el mousse de chocolate blanco y negro o la torta del diablo(una bomba de chocolate y dulce de leche). Y si tus amigas son tanto o más golosas que vos podés aprovechar a festejar tu cumpleaños acá.
Eliana I.
Rating des Ortes: 4 Buenos Aires, Argentina
¡Me encanta Cocoa! Lo conocí por mis amigas, una tarde que dijeron de juntarse ahí. Como estaba cerca fui caminando y lo que me gusta es que quede un poco alejado del centro tanto de Temperley como de Lomas, en medio de una zona residencial y de calles empedradas, con mucho silencio. El local es muy bonito y cómodo. Tiene un par de mesas comunes y otras con silloncito. Se pueden pedir meriendas para varios o sino cosas por separado. Tortas, cuadraditos, café o té con leche. Todo es muy rico y parece bastante casero. Es todo vidriado así que se puede ver para afuera. La vista es a las casas de la zona, en su mayoría de arquitectura inglesa del siglo XVIII, remodeladas, muy muy bonitas.
Lucia D.
Rating des Ortes: 4 Buenos Aires, Argentina
Cocoa es una casa de té ubicada en medio del barrio inglés de Temperley, un barrio muy arbolado y de calles empedradas que vale la pena conocer. Este lugar está decorado como la casa de la abuela, con manteles y cuadros que te hacen sentir como en casa. Fuimos una tarde a merendar y elegimos una mesa justo frente a la ventana, al lado de la vidriera de tortas. Las mozas están vestidas como si fueran amigas de Heidi y son todas muy amables. Pedimos unos cafés con torta para endulzar la tarde. Las porciones de torta son MUY abundantes, así que recomiendo pedir para compartir. Mucha gente pasaba y compraba cosas dulces para llevar, incluyendo porciones de torta para la merienda. Los precios son convenientes, sobre todo si el café te lo preparás en casa. Igual vale la pena la experiencia de pasar una tarde ahí. También sirven kits de mate con tostadas para una versión de merienda más nacional! Vale la pena ir, es lindo para disfrutar tanto adentro como en las mesas de la vereda.