La Vaquita

Hace un mes, mes y medio, con mi hermano, zappineando, nos encontramos con que Cocineros Argentinos estaba haciendo especiales de distintos restaurantes a lo largo y ancho del país, y justo estaban pasando el especial de La Vaquita, situado a la vera de la ruta 228, en el Valle de Calamuchita, yendo para el lado de Yacanto. Cuestión que mostraron un zapallo relleno tan apetecible que me dieron ganas de hacer uno (y eso que no soy para nada fan de este vegetal), morcilla vasca, y pata de cordero. Adjunto el video para que vean y se pongan manija con el lugar
Yendo directamente a la experiencia, el lugar es sumamente cálido, muy pequeño (deberán tener ocho mesas, no más, más una que está afuera debajo de un árbol que tiene una pinta de gran experiencia), justo para desconectarte (casualidad o no, no tenía ni siquiera señal en el teléfono). Gran variedad de excelentes vinos y cervezas, tanto de primeras marcas como regionales.
Para comenzar, pedimos de entrada medio provoleta, y acá empezó el show. Si vieron el video, y sino no hay drama, los dueños son una familia que viene de Buenos Aires, y por ende, los platos eran grandes (hago esta aclaración porque me parece justo mencionar que en mis posibilidades que he tenido de comer en esa hermosa ciudad, los platos siempre fueron grandes), por no decir celestialmente enormes. Así que la media provoleta de entrada, que vino con papas fritas, eran del tamaño de dos (2) de las normales que compramos en los super. Y el show tenía que continuar.
Mi vieja y mi hermana pidieron tallarines, los cuales solamente comieron la mitad del plato (y ellas comen en cantidades normales) y que me dijeron que estuvieron excelentes. Mi viejo se degustó con ravioles que ahora no recuerdo muy bien de qué eran (grave pecado Unilocaler) y yo me pedí una liebre en colchón de hongos y verduras, que venía acompañada de papas a la española. Gran elección de plato, el cual no terminé, pero que estuvo genial. El conejo, que suele ser muy seco para el que no lo conozca, estaba a punto, y con un sabor del carajo.
De postre ni hablemos. La carta tenía una pinta de que la próxima vez que vaya tengo que guardarme un espacio importante para degustarla. Tés para todos se esuchó.
Otra cosa que me llamó la atención fue que había un montón de gente que pedía para llevar. Las empanadas tenían gran pinta gran.
Tips: recomiendo no deliberar mucho a la hora de pedir porque como todo lo hacen en el momento, tardan! Así que pedir de manera rápida, y sino preguntar porque la atención también es cinco estrellas.
Por lejos, el mejor lugar que he tenido la oportunidad de sentarme a comer.

La Vaquita es el restaurant/​almacén que deseas encontrar cuando haces una escapada a las sierras. El lugar es chiquito, rústico pero muy cálido. Por lo general, si vas un domingo al medio día recomendamos reservar para asegurarte un lugar ya que tiene sólo 9 mesas adentro.
Pedimos de entrada unas bruschetas y de plato principal pastas. Las pastas las hacen en el momento, son bien caseras.
Acompañamos la entrada con una cerveza artesanal muuuuy rica.
La estrella que le falta es porque a nuestro gusto, le faltaba sal a todos los platos (igual estaba rico, pero no delicioso). De todos modos, la experiencia que te da el lugar nos encantó.
Volveríamos.