Esta fábrica de pastas frescas no tiene el posicionamiento del que goza La Yema de Oro. Sus productos no son malos, pero creo que la masa no equipara el sabor de su principal competidor. Recuerdo una ocasión en que la Yema de Oro tenía una cola que salía a la vereda opté por subirme al auto y trasladarme para comprar en Serafina como segunda opción. Hicimos una raviolada. Salieron ricos. Se nota que los productos son frescos y la elaboración es a la vista. Fabrican ñoquis, ravioles, raviolones, panzotis, sorrentinos, fideos. Todas estas especialidades varian en sabores, rellenos y formas. Considero que lo que le juega en contra es su posicionamiento de precio. Están al mismo precio o superior que el líder, por lo tanto no ayuda a su posibilidad de ganar mercado. Otro punto que tiene en desventaja es que no te provee de quesos o salsas preparadas para completar todo el combo. Al queso tenes que comprarlo y a la salsa la haces vos(cosa que te lleva más tiempo) o la compras enlatada(cosa que no es muy natural que digamos). Entonces es como que no te da el paquete listo con moño… Pero más allá de eso, no deja de ser una opción más que viable para abastecerse de un producto fresco y saño.