Esta heladería es tradicional de Tucumán, me la habían recomendado y un día mis primas me insistieron para ir. El helado estaba muy bueno, pedí tiramisú y dulce de leche con Brownie porque gorda siempre, riquísimos! El local es re grande, tiene bastante espacio para sentarse tanto afuera como adentro. Esta muy limpio y ordenado, otro punto a favor. Acá en Tucumán acostumbran a darte una jarra con agua y vasitos para cuando te terminás el helado, está bueno, igualmente es sólo si te sentás ahí a comerlo. El tema fue la atención, o sea nos atendieron bien, pero fuimos a la siesta y no había nadie más que nosotros y había un televisor con una novela brasilera puesta demasiado fuerte, fue muy molesto. Los precios iguales que en todos lados, el cuarto de kilo a $ 60 pesos. Es una linda heladería con rico helado y varias sucursales en toda la ciudad.