Cine Mayo

Hace un par de años por la universidad me tocó realizar un reportaje sobre los cines porno en Santiago. La verdad es que por mi calidad de mujer no pude entrar a ninguno ya que literalmente no te dejan entrar (igual no hubiese entrado, me daba como wakala), en vista de esos pase muchas horas a las afueras de este cine haciendo un estudio del púbico que entraba y créanme que es muy gracioso ver a los hombre entrando escondidos y saliendo casi envueltos en sus chaquetas para que nadie los note.
Otra cosa que es muy divertida es la cartelera. Los títulos de las películas dejan muy poco para la imaginación, no nombraré nada por que quizá después me bajen la reseña por inapropiada pero ustedes se imaginarán que tipo de cosas pueden ser.
Como en gusto no hay nada escrito y me encanta la diversidad les cuento que la entrada esta al rededor de $ 2.000 para los que se quieran escapar a ver cochinadas jajaja.

Este cine lleva muchos años en la galería de las joyas de Plaza de armas. Siempre he sabido que las películas que allí se exhiben películas triple x. La verdad es que nunca he entrado, no creo que entre alguna vez. El punto es que este cine se mantiene siempre activo en el sector y si aún sigue abierto es porque tiene audiencia bastante interesada en asistir a sus dependencias. Cuando he estado cerca del lugar me he divertido bastante viendo entrar con mirada nerviosa a oficinistas y personas comunes y corrientes, en realidad a mi me da igual, no sé porqué se esconden si ya está, te gusta ver triple x en pantalla gigante, el resto lo vemos más piola en la comodidad de la casa. Hay muchos más cines de este corte en el sector. El negocio del sexo es algo que está lejos de desaparecer, y eso lo demuestra la proliferación de los famosos «cafés con piernas». Yo no soy juez de nadie, no me interesa. El que quiera ir que vaya, sólo debes ser mayor de edad. Cada quien con lo suyo es mi lema. Suerte y disfruta tu película, recuerda que dan como tres por el precio de una. Creo que vale como 2.500 la entrada, por lo que me han contado ja!