El sábado a la hora de almuerzo, fuí con mi curso de magíster a almorzar. No sabíamos dónde, pues creímos que estaba todo cerrado en el sector de Yungay. Sin embargo, encontramos un lugar hermoso y exquisito. Zarita restorán, es un lugar increíble. Una hermosa casona con una decoración espectacular, que te permite disfrutar una rica comida en un espacio con objetos antiguos, y un «olor» medio porteño entre la decoración y los valsecitos peruanos que se escucha. Como se habrán dado cuenta, Zarita es comida peruana, la mejor, rica y fresca. Yo soy fan de la comida peruana, y la verdad podría estar comiendo todo el día. Yo estaba feliz. Pedí un sandwich de lomo salteado en salsa picante y cebolla morada. Muy rico y a muy bien precio. El resto de mis amigos pidieron exquisiteces, tanto ajíes de gallina no había visto, pero lo más rico creo, fue una cazuela de mariscos que una amiga pidió, y la verdad, con un ceviche previo que compartimos sólo queríamos una rica siesta. La atención es impecable. Y la comida, repito fresca y exquisita. Les recomiendo ir con amigos, familia y pareja. El pisco sour es demasiado rico, y la carta de vinos impecable, buenos precios. Hay platos para niños por si tus hijos o sobrinos son un poco mañosos. A mi, Zarita me encantó! Zarita también es hostal, así que perfectamente puedes recomedarlo como alojamiento en pleno centro antiguo de la capital.