Rondas de Cueca Chora

El canto a la rueda-​como es la forma correcta de llamar a este tipo de manifestación– no es algo nuevo. Desde siempre los cantores de cueca se han reunido a cantar espontáneamente y a jugar esto de ir subiendo las octavas para que su contendor no pueda seguir cantando. En el mundo cuequero de santiago, es común que se hable de los martes como el día obligado a ir a bailarse unas cuecas, que normalmente terminan de madrugada en algún local cercano como el Raíces o quizás dónde.
La rueda que actualmente funciona en Kasa KasKada, es la herencia de la rueda que comenzó en el centro cultural Ainil (Plaza Libertad de Prensa, Barrio Concha y Toro), luego en Casa Rosada, luego en el Galpón Víctor Jara (donde tal vez tuvo su mayor auge), en la misma plaza Brasil y en la Plaza Yungay.
Como fuera otrora por los sanguinolientos enfrentamientos entre los cantores (que sin más se agarraban a tajos luego de las improvisaciones subidas de tono y ofensivas), hasta hoy la cueca sigue siendo vapuleada por instancias como carabineros, juntas de vecinos, etc. Y bueno: la bulla, la gente el alcohol.
Sin embargo entre sus fauces, podemos encontrar lo más variopinto del folcklor actual, en la cueca chora, en su baile, en sus cantores pertenecientes a la mayoría ed las agrupaciones cuequeras que están produciendo material hoy como Los caballeros pasan piola, San Cayetano, Voy y vuelvo, Los Canallas, entre otros. Muchos van a aprender a tocar o a bailar, pero así, viendo, mirando, preguntando, na de ir a tomar clases.
Actualmente se han organizado para generar recursos, para poder movilizar en ciertas instancias la rueda o incluso los asados que de vez en cuando se realizan. Pregunta por la Pikúa o por el Turco, que te pueden contar mucho más de eso.
DATO: Excelente panorama para los amigos extranjeros, que quieren aprender cueca y no en un curso, sino «en la cancha»
DATO 2: Si le llega el rumor de un asado cuequero, vaya. Pucha que son buenos. Por lo general en algún parque, son muchas horas de cueca al ritmo obvio de la carne y el vino. Mucho vino.

Cada martes desde las siete de la tarde, la gran casa ubicada en Av. España con Gorbea abre sus portones para recibir a motivados exponentes de la cueca chora santiaguina que ya llevan unos diez años reuniéndose en diversos espacios para dar a conocer, sin cobrar entrada ni sacar número, la tradición popular del canto a lo chileno bien bailado y al alero de los antiguos viejos zorros de la cueca santiaguina.
Guitarras, panderos, tormentos, cajones, platillos, acordeones. Todos en ronda interminable con canto coral e invitaciones al zapateo que se arma enseguida. Tanto así, que a eso de las nueve de la noche, el espectáculo se torna inigualable: Decenas de parejas agitan sus pañuelos, haciendo el ocho y la medialuna a su propio tincazo. Sin ataduras ni reclamos. Cada cual se rasca el poto a su manera en esta junta de cantores choros que lleva bastantes años siendo correteada entre plazas del centro y hoy ha encontrado esta dirección para promover la cultura criolla.
El ingreso es sin costo. Se puede guardar bicicletas al fondo en una sala habilitada especialmente para eso. Recomiendo ir en grupo para que no se pierdan tan rápido entre vuelta y vuelta. Hay que suministrarse del propio trago y demás cosas para compartir. Lo único que se requiere para pasarlo bien es el ánimo y la buena energía cooperativa que da fuerza a cada patita. A eso de las once de la noche el administrador del recinto avisa el termino de la jornada.
Ideal para llevar a amigos extranjeros que quieran conocer el baile nacional. Y si usted es portador de instrumentos, será muy bienvenido también.