Una pequeña crepería en la calle principal de Galway. Los precios son muy económicos y la cantidad de la comida deja más que satisfecho. Los postres son, aparte de buenísimos, también baratos y abundantes. La verdad es que es uno de los lugares mejores para comer. Se puede coger para llevar, porque dentro casi no hay espacio, sólo una barra, y algunas mesas en la terraza, pero cuando llueve no es un lugar adecuado, perfecto sin embargo cuando hace buen tiempo. Servicio rápido y atento.