Cancha de Fútbol Kochawolis

Estas canchas son muy peculiares pues siempre han permanecido en un hoyo y ahí han estado por mucho tiempo, es muy popular entre los jóvenes y adultos deportistas que acostumbran organizar partidos de fútbol y torneos de vez en cuando o muy seguido pues las canchas son muy concurridas y siempre hay partidos.
Mis amigos y yo hemos jugado partidos ahí y solo tienes que hacer la vaquita entre todos para pagar el derecho de uso de cancha. La experiencia es muy padre pues no todas las canchas de fútbol tienen está forma tan peculiar, te sientes como si jugarás en donde calló un meteoro.
Las canchas reciben mantenimiento seguido y se encuentran en muy buenas condiciones además cuenta con gradas y cafetería para que asistas con tu porra. Vale la pena visitarlas pues canchas como estas hay muy pocas.

Conozco Kochawolis porque unos amigos viven cerca de este lugar, siempre me había llamado la atención porque las canchas están unos cuantos metros hacia abajo del nivel de la calle. Hace algunos años le dieron un buen mantenimiento y un poco tiempo después unos amigos organizaron una reta entre mujeres contra hombres (súper divertido por cierto) pero fue cuando por fin pude conocer las canchas no sólo de vista. Están padrísimas, el pasto es sintético y tienen gradas.
Tienen dos canchas y las rentan por hora o por partido (si es algo profesional). También organizan tornos femeniles, infantiles, y para empresas, lo que hace que tengan un ambiente muy padre, pues es un lugar 100% hecho para diversión.
En otra ocasión estos mismos amigos organizaron el partido familiar, en un día de la familia, lo que también fue padrísimo.
Si te gusta el pambol, este es un muy buen lugar para que organices las retas o partidos más profesionales. Los precios están bastante accesibles.

La cancha escondida…
Esta cancha tiene como curiosidad su demografía: esta hundida. La cancha se encuentra debajo del nivel del mar y cuenta con dos canchas de fútbol, gradas y fuente de sodas. Aquí venía en ocasiones por los partidos que a veces tenía mi padre en la empresa donde trabajaba, su torneo del trabajo. Vine varias ocasiones por ese motivo y otras veces por que algunos amigos lo llegamos a rentar para tener una cascarita. Lo que me gusta mucho de esta cancha es el hecho de que se encuentra encerrado y esta libre de distracciones de las calles y de la avenida que pasa por ahí cerca.
También por el hecho de que cuando alguien patease la pelota muy alto no puede salirse por el hecho de que estamos encerrados por el suelo en un hoyo enorme del suelo. Esta cancha se encuentra cerca de la Avenida Portillo cerca de una tienda de llantas sobre la misma avenida, por lo que habrá que preguntar por su ubicación ya que no esperes ver las instalaciones debido a que se encuentran hundidas.