El Fusible

¿Por qué El Fusible no será un lugar más conocido? Algunas hipótesis: abre, en ocasiones, de manera irregular, principalmente en vacaciones; otra: estuvo cerrado un buen rato por remodelación –pero un buen buen rato: digamos, dos meses. Ahora, lo importante: ¿debería El Fusible ser un lugar más conocido? Una respuesta: sí, por supuesto. Su comida es deliciosa –las molopizzas y las papas gratinadas con pesto son mis favoritas – , su política de cultivar sus propios alimentos es padrísima y echo-​friendly hasta decir basta; su personal es atento, buena onda y lleno de familiaridad. En lo personal, nunca he tenido una mala experiencia en este sitio; después de su remodelación quedó increíble y es mas grande, más alto, más fuerte, mejor. Le doy mis codiciadas cinco estrellas de Unilocal

En mi lista de restaurantes en los que no hay pierde, El Fusible ocupa un lugar importante. Lo que pidas es excelente: desde las entradas hasta el postre, el menú es impecable. Pero creo que lo que más vale la pena probar son esos platos que sólo puedes encontrar aquí (por lo menos en la zona de Cholula): la mussaca (una especie de lasaña que, en lugar de pasta, lleva papa) vegetariana o con carne, el tartiflette (un potaje delicioso con huevo, queso y papas que es ideal para el crudo invierno cholulteca), las molopizzas (mitad molote, mitad pizza) o las lolitas (un postre increíble que son unos rollitos primavera con algún relleno frutal, reducido de vino tinto y fresas acompañadas de un helado casero con pedacitos de nougat que es una maravilla). Ahora que, si no te sientes muy experimental, puedes pedir diferentes baguettes, pizzas o ensaladas (también hay una hamburguesa vegetariana que está bastante buena) y seguro que quedarás con muchas ganas de regresar.
En cuanto al lugar, remodelaron el restaurante hace relativamente poco tiempo y ahora es un sitio amplio y muy agradable que, además, tiene un patio en el que crecen hortalizas que Jacobo, el dueño y chef del lugar, utiliza para hacer sus deliciosos platillos.
Recomiendo muchísimo este restaurante.
Plus: los precios están para morirse de risa