La Norberta

Excellent traditional mexican cousine!. Top quality appetisers, main dishes & cocktails

Este lugarcito me encantó para ir un día cualquiera y disfrutar de un buena comida. Lo mejor de todo es que está rico, los precios son súper accesibles y la atención es muy buena. Estar ahí lo hace a uno sentirse como en una fondita de los años 60 con un toque hipster y coqueto. La comida corrida es una excelente opción entre semana y muy completa. Hay una larga selección de mezcales y especiales como los camarones con parmesano. ¡Yommy!

Este sin dudas de mis lugares favoritos para desayunar en cholula, el servicio siempre relajado pero sin dejar de lado la amabilidad, es un lugar acogedor donde se cocina como en casa, el café de olla bueno, las enchiladas a mi parecer de lo mejor.
No se si sea la decoración o ver a las señoras que cocinan pero este lugar hace que sienta tranquilidad.
Totalmente recomendado, lo único que no me encanta es el pan… No es malo pero siento que después de todo lo que tienen tan rico podrían mejorar en ese aspecto.

Qué gran lugar es la Norberta. Lo mismo puedes ir a comer que a echar unos mezcales y seguro que sales contento. El espacio es súper agradable: una casa vieja, adaptada (como muuuchos otros lugares en Cholula) con detalles padrísimos de decoración que están presentes desde el diseño de la carta hasta en la construcción del lugar.
La comida aquí es increíble. Puro antojito mexicano pero con un toque novedoso y un poquito arriesgado (que, para Cholula, es raro). Recomiendo pedir todo al centro y compartir a lo largo de la tarde mientras tomas un pulque, un mezcal o un clamato con vodka (buenísmo).

Son antojitos mexicanos y de buen sabor, sin embargo siento que nos son espectaculares ni la gran cosa, creo que puedes comer este tipo de antojitos en algún puestesito de la calle.
El lugar es como lo que está de moda en cholula; una casa vieja adaptada para restaurante con cosas inservibles y viejas de la abuela :/​
Un punto a favor es la música que ponen, aunque es de antaño te hace sentir muy bien.
Los precios son justos realmente, no pagas nada excesivo por tus alimentos.
Fer :)

A la Norberta voy, por lo menos, una vez por semana. Me encanta sentarme en su patio, junto a la hermosa bugambilia que decora el lugar, ya sea sola a hacer algo en la compu, o acompañada para tomar una cerveza, un café de olla o para comer.
Este lugar siempre lo recomiendo, pues la variedad y calidad en sus platillos es siempre asegurada. El tipo de comida que ofrecen es de antojitos mexicanos, la mayoría veracruzanos, aunque con un toque especial de la casa. También hay desayunos completos a un precio moderado, los cuales incluyen un plato fuerte, café de olla y jugo.
Por la noche, el lugar se transforma en un bar super divertido y con muy buena música. Recomiendo que los sigan en facebook y twitter ya que, de vez en cuando, hay grupos en vivo, casi siempre de música latina. En la parte interior de la casa hay una barra que en realidad es una mezcalería, para aquellos que disfrutan de esta bebida.
En la Norberta el peligro es que cuando te sientas a disfrutar de la comida y del espacio, no te querrás ir. Debo confesar que me ha pasado: llegar un domingo a desayunar con amigos, y cuando nos damos cuenta, ¡son las 6 de la tarde!

La historia tiene algo de leyenda: la casa de la abuela, abandonada, ilumina una noche los ojos del nieto que ve, entre el montón de escombros inservibles, un comal. O un pocillo. Algo que le anuncia que la cocina de la abuela sigue encendida. Tras una transformación indescifrable (sigo sin explicarme cómo reconstruyeron algunos cuartos o cómo restauraron el piso), la Norberta es ahora una fonda que desde las 10 de la mañana abre su gran portón azul a los paseantes cholultecas.
Desde las pellizcadas jarochas de la mañana hasta los tacos dorados de la cena, la sazón de la Norberta es la inconfundible sazón de la abuela: cualquier abuela mexicana que preparaba un cafecito de olla mientras estaban listos los tamales. Ficción o no, la tinga, la cochinita o las enchiladas preparadas en casa de la abuela, no son cualquier platillo. Una fonda donde el café de olla y el jugo de naranja le abren paso a la Lulú de grosella que espera con ansias la llegada del pulque y el mezcal; es decir, un lugar a donde una llega desde la mañana y quisiera no levantarse, ya con unos tragos encima, hasta bien entrada la noche.
Todo esto como preámbulo a la verdadera magia de este lugar: la conjunción de una fonda mexicana, atendida por personal amable y sonriente, con un espacio cultural que acoge fandangos y toda clase de pachanga guapachosa. Un lugar para empezar (y terminarr) el día como se debe.

Fonda tradicional cholulteca con excelente selección de la música de antaño, ambienté perfectamente balanceado entre lo cómodo, lo tradicional y lo higiénico, la cocina de gran sazón y tradición !!!