Pan Valle

Recuerdo aquellos días de tierna infancia cuando se suspendían clases en la primaria y entonces acompañaba a mi madre a esta panadería para llevar pan dulce a la casa, aunque lo más solicitado siempre ha sido el bolillo y me tocaba ver a muchas señoras esperando a que saliera calientito en las mañanas para lanzarse sobre él, llegaba por fin y casi se armaba una campal para llevarse los más doraditos.
Alguna vez en un cumpleaños me compraron un pastel para celebrar con amiguitos… Que desgraciadamente terminó casi todo embarrado en mi cara.
Actualmente se sigue comprando el pan aquí, soy muy fan de las donas de azúcar, de moca y de chispas con chocolate, los panqués, las corbatas y las orejas. En la época de pan de muerto también venimos acá por el nuestro.