El Campirano

Ante la explosión de bufets chinos en el centro histórico de la Ciudad de México, El campirano se mantiene como una de las mejores opciones de Bufet, en la zona. Con una comida típicamente mexicana, en una buena tarde puedes encontrarte desde ostiones con queso roquefort hasta chiles rellenos, pasando por chicharrón en salsa verde, cortes de carne, ensaladas y otros.
La comida tiene un sazón y un sabor realmente único, me declaro fanático y no me da pena decir que soy de esos que se levantan para ir hasta ésas inmensas cazuelas de barro tan representativas del lugar, unas 7 u 8 veces. La variedad de los postres va muy acorde con los guisados, desde el típico arroz con leche hasta jericayas, pasteles o gelatinas.
El costo del menú es un poco caro, 185 pesos más las bebidas pero bien vale la pena. Por cierto el costo de las bebidas alcohólicas es muy similar a los precios que manejan las cantinas de la zona, por lo que puedes quedarte después de echar una comidita, a tomarte unos tragos mientras escuchas a algunos de los músicos que por las tardes, se hacen presentes en el lugar.

Ubicado en el corazón del Centro Histórico, El Campirano es, desde 1978, un pilar de comida mexicana, además de la decoración por temporadas y hasta música. Tiene buffet en sus desayunos, comidas y en las bebidas, además de que recientemente han agregado café punta de mar a sus menús.
Gran parte del tiempo buscamos nuevos sabores, comidas de otros países y bebidas diferentes, pero creo deberíamos primero conocer muy bien la comida típica del interior de la República, o bien, haber probado toda la especialidad de comida mexicana. Sus desayunos van desde antojitos, ensaladas, guisados hasta jugos y postres. Como comida, no olviden probar pescado al vino blanco, es exquisito, sin desperdicio y totalmente entrañable, aunque la arrachera no se queda atrás, o el lomo horneado, o los cocteles de camarón, son estupendos.
Como buena casa mexicana, las bebidas no pueden faltar, y qué decir del tequila, tienen todas las marcas nacionales, la que tú pidas, o si eres de paladar más exigente, hay vino tinto y blanco, además de cognac. El Mezcal es punto y aparte, los hay en ginger, fresco, el petate, campirano, silvestre o mirey. Si el hambre te apremia y quieres sentirte en casa, El Campirano debes visitar.