Olivia

Regrese a Olivia ya en varias ocasiones; es un espacio muy agradable t el americano que tienen es el mejor. Punto ! Nada ácido, muy balanceado.
El ares de oportunidad es el servicio. Son amables pero todo se les olvida y son muy lentos al traer bebidas, leche para dl café, azúcar, etc.
Pedí el omelette pero con claras y lo olvidaron; estaba bueno pero si lo pides desde antes pues esperas tu huevo sin claras.
La salsa verde de molcajete también es cosa especial !!!
El pánini con huevo es delicioso y los precios son justos.
Échenle un ojo al servicio chicos !!!

So the atmosphere is nice. Everything seemed great when we got here. However the service is abysmal. It took almost 30 minutes just to get a coffee. Then they forgot one of the coffees and it took another 15 minutes for it to com out. The food came out after almost an hour of ordering and they forgot two of the plates. After waiting another twenty minutes the other two plates came out. The food was good but the service was so bad that I would never go back.

Fui a desayunar y ¡me encantó el lugar! Desde que entras es todo cute y aunque es pequeño puedes ir con un montón de amigos y estarás cómodo. El menú es amplio y hay de todo, desde las opciones saludables como panela en salsa verde hasta los ya tradicionales chilaquiles. Además tienen panecitos súper ricos ¡yummi! Sin contar que tienen de los mejores cafés en la ciudad ¡eh! La verdad se ganó con todo mi *redobles de tambor* mi… #GarantiaPolita

El lugar es una delicia: madera, luces cálidas, muchas plantas colgadas y en el piso, y sobretodo: tranquilidad. No es para nada de esos cafés con mucho bullicio en los que estás más metido en la plática del vecino que en la tuya. Kris y yo nos tomamos un té el otro día aquí y desde entonces hemos querido regresar todo el tiempo. Yo pedí uno de menta, para variar y el intenso del guero, un té y un café, luego porque no se puede estar quieto.
La otra ventaja, si te gustan las niñas, es que la mesera está muy bonita. No es belleza cliché, tiene un rostro muy especial.
Prueba las ensaladas, la lechuga se ve muy fresca y el aguacate también.

¿Podrá haber un lugar más fancy y cuidadosamente acomodado hasta el más mínimo detalle? Allá por mis rumbos, está la colonia Roma, que últimamente se ha convertido en la capital chilanga de los lugarcitos como éste, pero me cae que ninguno le llega en lo bien hecho de cada aspecto.
Cuando entras, sabes a lo que le tiras, porque ves bolsas, collares, pulseras, ropa, libretas y muchas cosas más de diseño no sólo mexicano, sino local, y normalmente tienes chance de dialogar con los (casi siempre chavos) que lo hicieron.
Ya adentro la oferta es igual de nice. Entre tártara de atún súper fresco y suculento, bebidas refrescantes (que por el color y los ingredientes también parecen «de diseño»), pastelitos de chocolate belga buenísimos y un café que parece recién tostado (si no es que sí es…) te vas a volver loco con la explosión de tus sentidos. No puedo decir algo que no me haya parecido cuidadosamente planeado para funcionar a la perfección.

No teníà la intención de entrar aquí, pero Mony me habló que venía tarde y este era el lugar mas cercano dónde se me antojo sentarme a esperar, mientras esperaba pedí un té, para variar, que casi siempre pido café, era té de ponche de frutas, y estaba muuuuuuuuuy rico.
Al final llego Mony aquí al restaurante y le dije que tenía que probar el Té, nos quedamos y ella pidió un té y como yo ya me había acabado el mío la acompañe con un café para quitarme el antojo, y el café estaba igual de bueno, me gusto que lo hacen bien cargado y de buen café.
Nunca vi la carta, fue todo platicado con una mesera que nos atendió de muy buena gana, la verdad me quede contento con el servicio y el sabor del té y café. Nosotros no pedimos nada de comer pero se que hacen comida artesanal y escuche a los vecinos de mesa decir que estaban bien ricos sus platillos.
Ahora entiendo porque había como 3 o 4 personas que se ve que iban solas, para disfrutar un rato de la tranquilidad de lugar y leer. Tienen música suave de fondo, toda la experiencia es relajante (excepto si le metes mucha caféína).

Es un pequeño y lindo restaurante, fui con una amiga y es como una terraza con muchas plantas, mesas de madera y todo decorado con un toque «shabby chic» muy lindo.
En la entrada tienen una muestra de piezas de diseñadores locales que también puedes comprar ahí mismo si te gustara alguna.
El menú tiene platillos para degustar desde el desayuno hasta la cena y tienen platillos muy saludables, es uno de los pocos lugares que ofrece leche de almendras para el café y eso me encantó ya que ofrece opciones para los que buscamos comer más sanamente.
La tártara de atún es realmente deliciosa y el pie de limón totalmente casero.
Como entrada recomendadísimas las bruschettas.
Tienen especiales por quincena que vale la pena probar. De verdad es un lugar muy recomendable a visitar, la atmósfera es única, es el lugar perfecto para platicar con una amiga o hasta para ir solo y leer un libro, el lugar es bastante tranquilo.

Voy cada vez que veo una de sus fotos padrísimas de platillos en Instagram. Este café en Providencia es super acogedor, la decoración parece sacada de boards de Pinterest.
Tienen gran variedad de tés y cafés, pero poca de comida. Su crema de tomate y platillos de atún fresco son deliciosos. Los meseros son super relajados, en el lugar se respira tranquilidad. Enseguida hay una tienda de vestidos de diseñadora de renta por lo que es una buena actividad mientras esperas tu comida.
Tip: prueba los bites de granola que tienen en el mostrador, es una excelente opción para después de tu comida. Lo único malo, sus bebidas están un poco arriba del promedio, pero vale la pena para un buen brunch cualquier día de la semana.