Raspados Moran

A mí no me parecen tan buenos; el lugar es minúsculo y un raspado pequeño té cuesta $ 27 pesos y nunca tienen todos los sabores que están anunciados
Ricos los del carrito que están por la glorieta chapalita o su sucursal de gran plaza

Desde que estaban en el local donde ahora están las cuarto de kilo, he sido ferviente cliente de estos raspados. Antes me encantaban los que tenían chamoy y tamarindo, toda una bomba para el estómago. Ahora adopté el favoritismo de mis papás por el de nuez con kalua. Simplemente delicioso.
El lugar es bastante chico en comparación con lo que era antes, pero no por eso han perdido su sabor y carácter. Además tienen muchas opciones, desde papitas hasta tortas si mal no recuedo. Nada como un raspado para los días calurosos en un domingo después de haber ido a misa.

¿Cómo sobrevivir a una tarde calurosa sin morir en el intento? ok hay varias opciones pero una muy buena opción es ir por un raspadito bien sabroso ¿dónde? ¡en Raspados Moran claro! he ido a este lugar desde que soy niña, los domingos por la tarde mi papá nos traía por el postre y por aquello del calor, pero conforme fuimos creciendo con solo tener antojo íbamos (vamos) por nuestros raspado.
Desde que estaban en un carrito al pie de la calle y tenías que formarte en la larga fila, porque sabías que al final valíà la pena la espera, hasta el nuevo y remodelado local dentro de la placita a unos metros del carrito, no importa donde, el chiste es que son los mismos deliciosos raspados. Hay de todos los sabores y para todos los antojos y no se andan con juegos, te sirven bastante jarabe para que te sepa mejor y hasta puedes combinar sabores.
Definitivamente estos raspados ya son toda una tradición, la colonia Chapalita no seríà la misma sin ellos.

Plaza Chapalita no estaría completa sin éste local de ricos raspados ya que a pesar de que el lugar es sencillo todo se compensa al momento de probar alguno de los deliciosos raspados Moran que tienen una extensa variedad de sanarles, literal para todos los gustos y de todos los colores.
Para esos días calurosos y de antojo una gran opción es sin duda una de estas bebidas congeladas hechas a base de hielo y saborizadas que te refrescarán en el momento, aunque ojo, ten cuidado del sabor que elijas ya que podrías terminar empalagado, mi favorito es el de chamoy que de solo escribirlo ¡se me hace agua la boca!

¿Cómo resistir una tarde de 42 grados centígrados? No es tan raro que eso suceda en Guadalajara, pero los tapatíos están bien preparados con estos antojos helados. La verdad suena muy simple: un gran trozo de hielo rayado con jarabe de sabor, pero un buen raspado es difícil de conseguir.
Para empezar hay que tener en cuenta que el lugar sea limpio porque no está nada padre terminar con diarrea por darse un antojo, y el sabor de los jarabes no es cosa menor porque si no se utilizan ingredientes frescos y naturales es muy probable que nuestro raspado termine sabiendo más a Kool Aid que a la fruta que pedimos.
En raspados Morán la fabricación y manejo es súper higienica hasta ahora saldo blanco en enfermedades gastrointestintales y los jarabes son un sueño. Depende del antojo lo mismo uno súper dulce a punto del coma diabético (además con Lechera) aunque para quienes están cuidando la figura también hay raspado light. Mis favoritos son los diablitos, en especial el de mango.

I’m so happy that this place exists right around the corner from my apartment, since my roommate and I are obsessed! It’s a small shop located on the bottom floor of a business complex, but the quality should not be over-​looked. The workers carve the ice right off a large block — made right in front of you. There are a variety of flavors and sizes.
Although roomie sticks to mango, I’ve tried the guayabana, fresa con crema, y kiwi. All delicious, especially with chile y lime (or add lechera, if you’re leaning toward a sweeter treat). Can’t wait to try more flavors!