El lugar esta muy limpio y la decoración es muy particular, con cientos de antiguas planchas. La comida es muy buena en sabor, tamaño de porción y frescura. Cabe mencionar que el menú no es muy variado y se limita a cortes finos. El baño esta limpió y de buen gusto. La atención es buena. El precio de la comida no es barato pero adecuado.