Estadio de Béisbol Aguilar Y Maya

Solo tuve la oportunidad de venir a esta cancha de beisbol una ocasión, fue algo gracioso puesto que me encontraba haciendo mi servicio social en INAEBA, una institución de carácter gubernamental por parte del Estado de Guanajuato. Jamás me hablaron durante el semestre para hacer el servicio social, solo me contactaron en una ocasión y me pedían que asistiera a la carrera que se organizaría en esta cancha. Me sorprendieron un poco pues jamás pensé que terminaría haciendo mi servicio social de ese modo.
Me fue bastante bien en la carrera, no termine en el podio, pero al menos finalice de pie y en completa integridad esa carrera, aunque me fastidio un poco el calorón del medio día.
Es un estadio bastante bonito y a mí en particular todas las áreas verdes me cautivan, ojala tuviéramos mas recintos como este en toda la ciudad.
Un excelente sitio para la práctica deportiva.

Cuando uno visita la ciudad de Guanajuato y se dispone a recorrer sus calles y callejones, hay cosas en las cuales uno ya va pensando antes de salir, por ejemplo: monumentos, edificios, plazas, restaurantes, bares, festivales, eventos en la vía pública y, desde luego, una vida nocturna. Sabes que hay cosas representativas que no puedes evitar, cosas que, cuando vas caminado, son casi imposible no verlas. Algunos casos son: el Teatro Juárez, el monumento al Pípila, la Alhóndiga de granaditas y las escalinatas de la Universidad de Guanajuato.
No obstante, hay otros edificios que pocos saben de su existencia. Edificios que por su poca publicidad y su nulo valor histórico pasan desapercibidos. por ejemplo, el parque municipal de beisbol José Aguilar Y Maya. Se trata, pues, de una edificación muy singular debido al contraste que hace con la arquitectura de la zona y el efecto de grandeza que impone cuando te vas acercando.

Es un estadio de béisbol que tiene uno de los fondos más pintorescos que he visto en este tipo de lugares, conformado por cerros abarrotados de casas sin algún orden, pintadas de diferentes colores. Actualmente ha sido acondicionado con césped artificial gracias al gobierno del estado, además cuenta con gradas clasificadas en sol y sombra y de esto depende el costo del boleto, pero en ambos puedes apreciar igual de bien de todo el campo.
Sólo había terracería cuando asistí por primera vez a un evento aquí y no fue exactamente a un partido de béisbol, sino a un evento de un dúo de mujeres comediantes muy populares en ese entonces.
Recientemente asistí a un partido de los Ángeles contra las Abejas, no fue un partido que me mantuviera al filo del asiento, pero el estadio lucía completamente verde y me motivó para esperar hasta que el partido concluyera, no cuenta con un gran estacionamiento, así que te recomiendo llegar a pie.

Su nombre se debe a un ex gobernador, por suerte, es mejor conocido como San Jerónimo o, simplemente Sanje. Debe tener unos sesenta años y es un lugar muy apreciado por la población guanajuatense que tiene arraigado «el rey de los deportes». Conocí este parque durante mi infancia junto a mis hermanos, mi secundaria queda muy cerca de ahí y unos amigos me invitaban a jugar beis, la verdad siempre fui malísimo, y nunca conseguí robarme la segunda base, pero me necesitaban para completar el equipo y para que el jardín izquierdo no quedara vacío. Aun conservo una gorra de los Medias Rojas que me regalaron por aquellos días, por cierto, quedó muy percudida por la arena que entonces cubría al Sanje, la sigo usando por los gratos recuerdos.
Fue remodelado recientemente y luce muy lindo, sobre todo durante los juegos de noche, por la iluminación, no se qué opinen los peloteros de abolengo sobre el pasto sintético, lo que sí considero muy mala noticia es que ya no se permite la venta de cerveza dentro de las instalaciones, supongo que eso es algo que también lamentan los asiduos a la Liga Municipal de Beisbol de Guanajuato, pero esto no se acaba hasta que se acaba.
Alégale al ampáyer…