¡Oh mi dios! El riel de higo, el pay de queso con oreo y nuez, garapiñado, bañado en salsa de caramelo y chocolate, los bigotes, el pastel de elote con crema de dulce de leche, la tarta de café, la tartaleta de fresas, zarzamoras y uva, el pay helado de limón, el pastel de chocolate, el mousse de guayaba, el rollo de canela, el pay de manzana, el cuerno integral, las donas, las orejas, el pastel de queso con mermelada natural, la galleta de café orgánico, decorada con rosetones de crema de café, las conchas, los triángulos rellenos de dulce de leche con queso crema. Todo en este reducto de paz para gordos, es indescriptiblemente delicioso. A Punto de Nieve es un proceso al mismo tiempo que ambrosía. Cualquier pan, cualquier pastel ―artesanales―, lo que sea que esté recién salido del horno en este lugar, resulta ser una joya que tu estómago no debe evitar.