Hasta hace unos meses atrás descubrí que los kibis no son yucatecos y que por el contrario son árabes. Bueno, pues la historia de cómo conocí este lugar va por ahí. El lugar donde trabajo está en pleno periférico de Mérida, lo que quiere decir que se encuentra en medio de la nada, así que si tienes hambre tienes la opción de gastar tu dinero en la maquinita de fritangas, o llevas tu comida preparada; Esto está terrible para uno que tiene más de 2 trabajos, ¿cómo saco tiempo para tener ganas de cocinar algo rico? Y no todos los lugares llegan hasta donde trabajo por su ubicación o quieren elevar el costo del pedido. Por suerte un día llegó un compañero con una bolsa que contaminaba un delicioso olor por donde pasara, y claro, te abría tanto el apetito que no te resistías a preguntar qué es lo que había traído para su almuerzo. Resultó que había comprado 10 kibis rellenos para su departamento y le pregunté si el lugar quedaba cerca como para ir caminando o no tardar mucho en auto a lo que me respondió, se llama«kibis el amigo» y hay servicio a domicilio; ¡Dios existe y me mandó una señal! Lo que hice fue llamar y preguntar si efectivamente llegaban hasta donde me encontraba en ese momento y cuál era el mínimo de compra que requerían, a lo que me respondieron que sí llegaban a mi trabajo y el mínimo en pedido era de 50 pesos, jálale chamaco ya estuvo que voy a engordar comiendo puros kibis. Venden de todo: kibis rellenos de queso de bola, kibis rellenos de carne, kibis rellenos de queso philadelphia; la espera a domicilio hasta mi trabajo no fue mucha pues están en la 47a por 50 de francisco de Montejo y abren de 8 am a 4 pm. Para mí fue un nuevo sabor preferido a mi paladar.
