Es una sorpresa y privilegio encontrarse con un lugar como este en plena zona centro. Todo es orgánico; el fuerte de la casa es el yogurt de sabores, pero además venden huevo y composta de café. El yogurt lo puedes comprar por litro y disfrutarlo en casa o pedirlo ahí mismo y te lo preparan con cereales y miel. El lugar es espacioso y agradable y la atención es muy buena. Los precios son muy accesibles e incluso tienen promociones temporales. Atrévete a salir de la rutina y prueba un concepto diferente, ya sea que sólo pruebes el yogurt como todo un amante de lácteos que eres, o te atrevas a intentar abonar tus plantas con algo de composta de café.